domingo, 20 de enero de 2013

Los libros en primer plano. Tardes con Margueritte, Marie-Sabine Roger


Duomo, 2009

            Había decidido participar en un encuentro entre libros y films, propuesta efectuada por unos amigos libreros en los altos de su local, y la película basada en este título iba a exhibirse una quincena más adelante, lo que me daba tiempo para poder leerlo antes. Desafortunadamente, razones de organización interna les obligaron a cambiar la fecha de exposición, superponiéndose en su horario con mis actividades profesionales, razón por la cual no pude asistir. En cambio, sí leí el libro.
            Germain Chazes es un grandulón de más de cuarenta años y casi dos metros de altura, quien posee un retraso madurativo. Siendo fruto de la despreocupación de un festejo de 14 de julio, con una infancia sórdida –tratado como un imbécil-, sin otros estudios ni preparación, Germain pasa una vida simple, con un grupo de amigos que suele frecuentar con quienes comparte su cotidianeidad. Vive en una casa rodante destartalada frente al jardín de su madre y se gana la vida haciendo arreglos. Ni hablar de agarrar un mísero libro; la cultura no es para él.
            Hasta que un día, por casualidad, en medio de una plaza en la que suele contar las palomas, se encuentra con una anciana dulce y de buenos modales –la típica abuelita de los dibujos animados- y, con su tertulia y afabilidad, introduce a semejante hombre en el mundo de la literatura y los libros.
            Pero hace mucho más por él. Porque al iniciarlo en la lectura, también lo invita a la introspección, a descubrir que existe un mundo de sueños, esperanzas, alegrías en nuestro interior, por los que la vida vale la pena ser vivida en plenitud. A través de los libros y de los encuentros con Margueritte, la vida de Germain comienza a cobrar trascendencia.
            Todas las peripecias de sí mismo y de los personajes de su entorno, las conocemos por Germain que es quien narra en primera persona. De ahí, la relación con su madre Jacqueline, con su antiguo maestro de escuela, con sus amigos y sus amores –que los tiene- pasan por el tamiz de un ojo muy observador, aunque con las limitaciones del caso.
            Roger se las ha ingeniado muy bien para hacer de este libro una novela amena y fluida. Se lee con rapidez pues a cada página nos asombra con algún comentario o reflexión de sus protagonistas, administrando sabiamente golpes de efecto y guiños al lector para mantener la expectativa hasta el final; que no decae. No poco para un relato tan ligero como versátil.
            Por último, un pensamiento de Roger que sería bueno poner en práctica:
“Me explicó que a leer se empieza escuchando. Yo más bien habría pensado que, precisamente, leyendo. Pero me dijo: “No, de ninguna manera, Germain, no crea eso, para conseguir que a los niños le guste la lectura, hay que leerles en voz alta”. Y añadió que si se les hace eso, después se vuelven dependientes como de una droga. Cuando crecen, necesitan los libros”.
            No soy partidario de ninguna clase de adicciones, pero sí considero a la lectura un sano entretenimiento que puede, llegado el caso, convertirse en reflexión, fantasía e instrumento de acción. De todas formas, siempre la literatura será uno de los más fieles testimonios de nuestro paso por la vida. Valioso.

                                                                                                             Marcelo Zuccotti

6 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo con tu reflexión sobre la lectura. Me lo apunto que además ya he visto que lo hay en la biblio.
    Besitos

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    1. Es un libro que despierta empatía y cariño para todos aquellos que disfrutamos de la lectura, Norah. Haz la experiencia y después nos cuentas, ¿si?. Besos para ti.

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  2. Me lo apunto Marcelo, vamos, como siempre que vengo. Lo busco y a ver si lo leo con Norah :) Libros sobre libros, sobre lectores, etc y además palabras claves, como introspección, es un libro para mí. Un abrazo :)

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    1. Te doy dos títulos del contenido, Yossi: 'La peste', de A. Camus y 'La promesa del alba', de R. Gary se citan en el libro. No mal para intentar saber qué se dice acerca de ellos, ¿no? Ojalá lo encuentres y lo disfrutes tanto como yo. Un abrazo grande.

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  3. Es curioso como los lectores empedernidos tendemos a sentirnos atraídos por este tipo de lecturas.
    Me gustó el libro que traes, entrañable a su modo
    Besos

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    1. Creo que somos miembros de un mismo club fantasma, a quienes no nos expidieron la correspondiente credencial, pero todos -de alguna manera- nos reconocemos como tales. ¿Acaso no es ese nuestro sentir compartido?. Besos para ti.

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