viernes, 1 de marzo de 2013

El misterio de crecer. Los peces no cierran los ojos, Erri De Luca


Seix Barral, 2012


            Había tenido noticias de él hacía mucho tiempo, pero recién lo vi en las góndolas de novedades el pasado mes de agosto. Recordé el argumento principal y, incentivado por su escasez de páginas, lo llevé inmediatamente.
            ¿A qué edad se alcanzan los conceptos de amor, equidad y justicia?, ¿cuál es la fecha exacta en la que abandonamos ese período prístino y mágico llamado infancia? Esto se trata en el libro cuyo contenido se vuelve sentimental y empático.
            Ambientado en Nápoles de los ‘60, cuando el protagonista –ahora sexagenario- tenía 10 años de edad, narra la historia de un chico que en un verano al cual solía ir de vacaciones, en medio de lances de pesca y paseos con los otros chicos, descubre la importancia del género femenino y hace su primer acercamiento. Con un padre buscando trabajo en Nueva York y una madre que, al ser participada de emigrar, decide quedarse en Nápoles, el protagonista nos sumerge en un mundo perimido, un verano de playa vivido intensamente.
            Las primeras fantasías, las excursiones de pesca, las trifulcas infantiles, el repaso de la historia familiar en la inmediata posguerra, son el condimento que el autor utiliza para conducirnos al descubrimiento del amor y del sentido de justicia. Autobiográfica, la novela intercala reflexiones del autor con hechos sucedidos a posteriori de la narración principal, siendo ya un muchacho trabajador, estudiante y militante político. Su manera de asumir la historia italiana a través del cine resalta la imagen del chico que se convertirá en hombre.
            En todas las páginas hay una continua evocación de aquel pasado, con algo de nostalgia pero sin lamentaciones. Emotivo, el relato nos descubre el misterio de crecer, de ‘hacernos grandes’, de ‘romper el cascarón’ y tomar la propia vida en nuestras manos, a partir de la aceptación del propio esquema corporal, intentando darle el adecuado uso a la palabra y comenzando a ser consecuente con lo que se piensa. El deslumbramiento del primer beso es, entonces, el colofón de esta serie de cambios que implica ingresar en la pubertad y adolescencia.
            De Luca ha sabido entretejer en un conciso volumen parte de su historia personal, su mirada aguda de la sociedad que lo ha rodeado y exponerlo magistralmente con dulzura y cariño no exento de sensualidad y melancolía. Tan fluido como breve, es un libro para regalarle al corazón.

Marcelo Zuccotti

8 comentarios:

  1. Debo confesar que mis conocimientos sobre la literatura italiana no son muy amplios. De todos modos, tu última frase me deja sin opciones; me lo apunto. Su brevedad constituye, para mí, otro punto a su favor. Buen fin de semana,

    ResponderEliminar
  2. Espero que te guste, Offus. Si de algo sirve, a mi madre le encantó. Tal vez porque se ha sentido identificada. Gracias por pasar. Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Pues este es de los que compartimos aunque yo aún no lo haya leído jajaa pero lo sé, así que a la libreta. Esa nostalgia inytimista me gusta siempre que no caiga en devaneos innecesarios y no nos dices nada de eso. Un abrazo Marcelo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que es bastante conciso como para devaneos innecesarios. Es una historia bien narrada, con mcho de cariño y sin golpes de efecto. Te gustará, estoy seguro. Un abrazo, Yossi!

      Eliminar
  4. Éste me lo apunto. Creo que me puede gustar.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Cuándo dejamos la infancia y nos volvimos 'grandes', Norah? De eso se trata, y de un par de cosas más. Espero que lo disfrutes. Besos para ti.

      Eliminar
  5. Los libros de "Coming on age" y de pérdida de inocencia, así como las películas sobre el mismo tema, jamás me cansan. Tomo nota, me encantó. Saludos

    ResponderEliminar
  6. Tanto éste como 'Tu y yo' de Ammaniti tienen que ver un poco con eso, Vale. Y ambos están buenos. Besos para vos.

    ResponderEliminar