domingo, 17 de marzo de 2013

Fantasmas a la hora del te. Mil grullas, Yasunari Kawabata



Emecé, 2010

            Ya son varios los títulos de este autor japonés que he visitado y debo reconocer que nunca deja de sorprenderme su talento descriptivo a la hora de crear atmósferas. Seleccioné este libro porque se lo signa particularmente entre lo más representativo de su estilo literario y coincide con una nueva reedición que la casa editora brinda a sus ansiosos seguidores, después de años de ausencia en las librerías.
            En esta ocasión, Kawabata desarrolla el clásico triángulo amoroso utilizando la tradicional ceremonia del té y toda la simbología de sus célebres tazones. Kikuji Mitani, hijo de un acaudalado señor, es invitado a una de estas ceremonias con motivo de cumplirse el cuarto aniversario de su defunción. Con poco más de veinte años, Kikuji es persuadido por una antigua amante de su padre, Chikako, a fin de presentarle a la joven Inamura, una muchacha de belleza sensual a quien considera adecuada para ser desposada por el casadero Kikuji, sobre quien pretende influir. Mas aparece un contratiempo; la viuda señora Ota, acompañada de su hija Fumiko, se hacen presentes –sin ser invitadas- en la reunión y amenazan con desbaratar el plan urdido por Chikako.
            Así, se nos hace saber que el difunto señor Mitani, muy amigo del señor Ota, desplazó de sus atenciones a Chikako en beneficio de la señora Ota, al haber enviudado ésta –puesto que ella y su pequeña hija no tenían cómo enfrentar la vida-. Por despecho, Chikako ha maltratado y despreciado a la señora Ota, alertando a la esposa del señor Mitani.
            Kikuji –un joven voluble e inexperto-, al concluir la ceremonia es abordado por la señora Ota quien, dado el parecido físico con su padre, confunde el ayer con el hoy, y la evocación de esa relación con el ausente los conduce al sexo. A partir de allí, las mentiras, los celos y un brutal sentimiento de culpa en cada uno de los protagonistas, se alternan con el carácter hereditario de los cuencos, capaces de hablar por sí mismos como testigos silentes del pasado inmediato, todo ello dispuesto en un brumoso escenario de posguerra, propicio para que los fantasmas de los muertos sobrevuelen continuamente el relato.
            Como siempre, la novela de Kawabata se resuelve trágicamente hacia las páginas finales. La desesperanza, los remordimientos, la codicia y el sacrilegio de deshonrar la memoria de los que ya no están, no pueden alcanzar otra conclusión.
            Con un estilo minimalista, enfocado en el desarrollo de la psicología de sus personajes, y una trama sólida, Kawabata se las ingenia para hacernos partícipes de su desencanto, su desazón por la pérdida de un glorioso y ancestral pasado histórico y su rechazo a la modernidad japonesa en la que discurrió sus últimos años. Recomendable.
            Marcelo Zuccotti

5 comentarios:

  1. Solo he leído País de nieve y me encantó, especialmente ese estilo lírico, esa forma de crear imágenes en el ojo de una mujr, en una ventana de un tren. Aprendí también mucho sobre la cultura de Japón en una novela no bastardizada por el estiloadaptatico de Occidente. Mi próximo será Mil grullas. Un abrazo Marcelo :)

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    1. 'País de nieve' fue mi primer libro de Kawabata. 'Lo bello y lo triste' y 'La casa de las bellas durmientes' le siguieron, antes de éste. Comparto contigo el placer de leer algo que no está escrito 'para agradar', Yossi, como es el caso de otros autores orientales, sino para narrarnos una visión más lírica -usando tus palabras-, de conflictos del corazón, que nos llega más al alma, a la esencia humana. Espero que lo disfrutes tanto como yo. Un gran abrazo.

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  2. Me ha encantado la reseña de un libro que, como me ha sucedido con todos los del autor al igual que a ti, me entusiasmó. estoy deseando poder ir leyendo poco a poco toda la obra de Kawabata porque no hay ni un solo libro suyo que no me haya parecido especial y único. bsos

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    1. Espero que Emma y las tareas que implica ser madre te permitan algún tiempo disponible como para que puedas abordar la obra de Kawabata, aunque sea lentamente. Comparto contigo el placer de su lectura, de sus 'tempos' y atmósferas. Besos para ti, Carol.

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    2. Aunque Emma da mucho trabajo por supuesto que me queda tiempo para leer :D así que sí seguiremos profundizando en la obra de Kawabata, un autor que cada vez me gusta más. Bsos

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