viernes, 10 de mayo de 2013

Por amor a los libros. 84, Charing Cross Road, Helene Hanff


Anagrama, 2010

            Fueron varias las personas que me recomendaban este librito singular; la mayoría de ellas, excelentes lectoras/es. Al principio, no lo tomé muy en cuenta, pero ‘tanto va el cántaro a la fuente…’ que al final terminé por buscarlo.
            Este texto es una selección de cartas intercambiadas entre la autora, habitante de la ciudad de Nueva York, y un empleado de la firma Marks & Co. Libreros, ubicada en Londres, especializada en libros agotados, a partir de la respuesta a un anuncio efectuado a fines de 1949, y por espacio de casi veinte años. En el transcurso de ese lapso de tiempo, Hanff se vio imposibilitada –por falta de fondos- de viajar a la capital inglesa para conocer personalmente a su proveedor de libros raros y, cuando pudo hacerlo en 1971, éste ya había fallecido.
            Esta interacción epistolar pone de manifiesto un sinnúmero de amables gestos de una y otra parte que acabaron convirtiendo a cliente y vendedor en sólidos amigos. El envío por correo, por parte de Hanff, de alimentos y artículos imposibles de adquirir en la Inglaterra de posguerra - debido al racionamiento impuesto por tal motivo- es retribuido por Frank Doel a través de la búsqueda y remito de los libros usados que aquella confiesa de su súbito interés, tarea ímproba para un país que se está rehaciendo.
            Ese intercambio deriva también en saludos y agradecimientos de parte del resto del personal que se ve beneficiado junto a Doel y su familia por la generosa acción de Hanff en tiempos difíciles y austeros.
            Lo paradójico del caso es que Hanff se ganó la vida escribiendo guiones para TV y obras de teatro –que jamás tuvieron repercusión-, y el éxito le llegó justamente al publicar estas cartas guardadas tan celosamente, algunos años después.
            Si bien ya no existen ni los protagonistas ni la tienda de libros que da nombre a esta obra, al concluir la lectura el texto despierta la enorme curiosidad de visitar las inmediaciones de lo que otrora ha sido un bastión de abastecimiento intelectual, que a lo largo de décadas brindó servicios para ávidos y empedernidos lectores como quien esto escribe.
            El libro es, entonces, en sí mismo, un testimonio de lo que la pasión por la literatura puede realizar aun entre desconocidos, geográficamente distantes, en condiciones sociales diferentes, pero unidos por el amor a los libros. E implícitamente, un agradecimiento a todos aquellos que con sus sugerencias, rastreos y consejos nutren nuestro placer cotidiano: la lectura.
 Marcelo Zuccotti

8 comentarios:

  1. Hola Marcelo. Hoy nos traes una de esas lecturas que uno tiende a recordar con cariño a medida que pasan los meses, los años. Me parece un libro más que recomendable para lectores apasionados. Un abrazo,

    ResponderEliminar
  2. Debe ser, Marisa, que nos sentimos identificados, pues cada uno de nosotros, amantes de la lectura, probablemente habríamos hecho lo mismo en esas circunstancias. Es un libro que combina el amor por los libros y una gran cuota de humanidad. Gracias por darte una vuelta. Besos.

    ResponderEliminar
  3. Ningún lector se resiste al encanto de este libro, supongo que como dice Yossi nos identificamos con él. Sí que dan ganas de buscar el lugar y hasta se puede sentir nostalgia de algo que no hemos conocido.
    Besitos transatlánticos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Porque habla sobre nosotros, los lectores voraces y ávidos de dar con algo que, al menos, nos aliente y alivie la existencia, Norah; que nos permita disfrutar el placer de meditar, viajar, ampliar nuestros horizontes, reelaborarnos a nosotros mismos, a la vez que enriquezca nuestra capacidad de expresión y de análisis. Por eso nos resulta significativo. Besos para ti.

      Eliminar
  4. No lo he leído, imperdonable y extrañísimo porque lo ha leído todo el mundo jeje. No espero demasiado de esta lectura aunque sé que me va a gustar por esa identificación con la historia. un abrazo Marcelo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que el texto se conectará con el costado emotivo que todos tenemos, Yossi. Como dices, no esperes grandes cosas; sólo es un placentero masaje al corazón lector. Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  5. Preciosa y entrañable lectura, de esas que seguro releeré.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Imagino que cuando uno anda 'de bajón', éste es 'el' libro de obligada relectura para darse ánimos. Gracias por pasar, Marian. Besos para ti.

      Eliminar