jueves, 27 de junio de 2013

Flashes. Agua, perro, caballo, cabeza, Gonçalo M. Tavares


Letranómada, 2008

           Decir que Tavares se ha puesto de moda, después del fuerte espaldarazo que recibió de su compatriota Saramago, resulta una simplificación absurda. Al menos, si un escritor está en boca de un número importante de lectores, estimo que la razón obedece más a la trascendencia de su obra que a un puñado de acciones realizadas por el marketing editorial. Aunque también hay de éstos… Lo cierto es que aparece muy recomendado en la blogosfera y, haciendo uso de la remanida frase ‘la experiencia es intransferible’, decidí abordarlo por mi mismo.
            Este libro reúne una serie de relatos –en verdad, microrrelatos- que tienen mucho de técnica fotográfica; como esas cámaras automáticas extendidas masivamente en los ’70 –las Polaroid- que tomaban la ‘instantánea’ y la entregaban revelada en algunos segundos –recuerdo una escena del film ‘No way out’, en la que Sean Young usa esa máquina para retratar a Kevin Costner en el dormitorio-.
            Porque estos relatos son flashes; una reflexión o una situación sórdida es disparada por un elemento que, en general, poco tiene que ver con lo que se narra. Una anciana que no puede sostener su cabeza, el dolor de dientes, alguien a quien le falta un dedo, la anécdota de un amigo, una moneda en medio de la calle –entre otros-, son elementos capaces de convertirse en una imagen acerca de la muerte, la enfermedad mental, la pobreza, la catástrofe y, en medio de todo ello, se entrelaza la vida cotidiana del autor, con sus dos pequeñas hijas y demás detalles, en los que alternan ficción con realidad.
            En ningún caso el relato se extiende más de cinco páginas –lo hay de una sola- y en cada uno de ellos se incluye una circunstancia no grata: una tragedia con miles de muertos, el cadáver de un hombre en la basura, un accidente de tránsito, un suicidio. La muerte sobrevuela por sus líneas y entronca con los miedos, la desesperación, el sinsentido.
            Destaco en la prosa de Tavares la crudeza de las imágenes que propone, sin caer en lo sangriento ni truculento, y su mirada descarnada de aquello en lo que más nos disgusta pensar. Puesto que de eso se trata: pensar; asumir. Si te gusta el estilo del microrrelato, sugiero consultar las obras de Kjell Askildsen. Buena lectura, no apta para enfermos depresivos.
Marcelo Z

6 comentarios:

  1. Uy no, este no es para mí, tanta realidad y crueldad no me va. Sigo pensando en la lista, no me he olvidado. Besitos de verano

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    1. Disfruta de lecturas más ágiles, entonces, Norah. Tavares no deja lugar para la fuga. Besos desde el Cono Sur.

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  2. Coincidimos del todo Marcelo. Lo tengo reseñado y también me pareció ver flashes. Es uno de los autores contemporáneos que más admiro junto a la magnífica Herta Müller. Tavares es hererogéneo. Si te ha gustado este libro te gustará la tetralogía El Reino. Yo he leído los dos últimos libros y son magníficos. Un abrazo :)

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  3. No se si me gusta; me resulta original, pero salta bastante de una cosa a otra y por momentos me pierdo. Los libros de la tetralogía son más que difíciles de conseguir por aquí, Yossi, aunque haré el esfuerzo. Por lo pronto, 'Los señores' está disponible. A Herta también la tengo seleccionada. Un fuerte abrazo.

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  4. Hola, Marcelo. Leí este pequeño libro después de haber disfrutado de algunos de sus novelas, como las que te menciona José y sobre todo "Matteo perdeu o emprego" (que no ha sido traducida a ningún idioma extranjero, creo). Estoy totalmente de acuerdo contigo sobre esa técnica fotográfica. Quizá por ello, no me atreví a reseñarlo. No obstante, lo que no tengo nada claro es que exista marketing editorial respecto a las obras de Tavares. Por lo menos, por mi experiencia a este lado del océano, yo diría que es, más bien, un autor de culto. No aparece casi en público, y sus obras ni siempre son fáciles de conseguir. En España, incluso Mandadori parece haberlo abandonado. Sus obras más recientes no se traducen al castellano.
    Bueno, me extiendo demasiado. Un beso y buen fin de semana,

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    1. Gracias, Marisa, por tus líneas. Comparto en que es un autor de culto, con obras casi inconseguibles en Argentina. Lo del marketing editorial no lo decía por él sino por otros varios, mucho más mentados, que no aportan más que un pasatiempo... Si Mondadori lo abandona, es porque no les deja 'contante' por caja. Sí creo que es para un público selecto, con inquietudes literarias que van más allá de lo que los grandes grupos pretenden vendernos; lectores ávidos de buena lectura cuyo apego por la novedad reside en la forma de narrar -innovaciones literarias, renovación de técnicas y enfoques, etc.-, tanto como el objeto mismo de la narración. Por eso sólo, Tavares es para mi muy bienvenido. Recibe un fuerte beso desde estas latitudes.

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