domingo, 7 de julio de 2013

Un alegato contra la explotación. Los vagabundos de la cosecha, John Steinbeck


Libros del Asteroide, 2007

           Nada había leído de Steinbeck hasta el presente; ni siquiera su famosa novela ‘Las uvas de la ira’, que hasta John Ford la ha llevado a la pantalla en 1940. Me pareció oportuno empezar por este libro, el cual reúne una serie de siete artículos que el autor publicó en 1936 en el periódico The San Francisco News, y que dieron origen a lo que sería aquella.
            El breve libro repasa la vida de los granjeros del Medio Oeste norteamericano quienes, a principios de la década del ’30, debieron abandonar sus tierras debido a la extensa sequía que convirtió sus terrenos otrora fértiles en áridos depósitos de polvo; de allí la denominación acuñada para definirlos: hombres del Dust Bowl. Estos granjeros que solían cultivar sus propias tierras fueron forzados a malvender sus pertenencias y, en condiciones de escasez, arribar al estado de California en busca de trabajo para sobrevivir. Muy pocos de ellos lo han logrado sin altísimos costos, como la pérdida de la dignidad, el hambre, la muerte de sus hijos, la falta de salud y de atención médica, etc.
            El autor se detiene en las dificultades que les acarrea la emigración. El inmigrante es muy mal visto por el habitante local –que los cree fuente de enfermedad y de incrementos de gastos estatales-; además, sólo quienes son residentes pueden tener acceso a créditos, beneficios sociales y educación. Ellos no saben a quienes acudir en busca de ayuda. De esta manera, el emigrante se convierte en un paria al que ni siquiera auxilia el gobierno estatal, enfocado más en custodiarlo y expulsarlo que en integrarlo a la comunidad.
            Particularmente crudo resulta el análisis de los niveles de degradación que van sufriendo estas familias desde su llegada, con descripciones que no por reales son menos severas y crueles. El libro incluye una galería de fotos tomadas por Dorothea Lange que reafirman con elocuencia visual las líneas que se acompañan.
            Finalmente, Steinbeck no solo expone los descarnados hechos a que son sometidos los trabajadores estacionales sino que asume su defensa, proponiendo una serie de medidas que tiendan a incorporar al ‘emigrante’ en la sociedad local, a mantener su dignidad de ser humano con el derecho a una vivienda digna, una educación para sus hijos, la indispensable higiene contra las enfermedades evitables y, por qué no, a la propiedad de la tierra cuando esto fuera posible. Por otra parte, si los fondos destinados a la seguridad y el armamento –que son utilizados en acciones de matonismo- fueran puestos al servicio de la comunidad temporal, seguramente habría muchos menos hechos delictivos. Rotundo y dinámico, el texto se transforma en un documento histórico de denuncia social.
            Salvando las distancias, por momentos me recordó al estudio realizado por Juan Bialet Massé en nuestro país, en 1904, que fuera publicado bajo el título ‘Informe sobre el estado de la clase obrera’, en el que se ponían de manifiesto cada una de las maniobras y atropellos de los que eran pasibles los trabajadores ‘golondrina’ en los yerbatales, ingenios, quebrachales y tabacales del norte de nuestro país al comenzar el siglo XX. Éste trabajo también resulta una denuncia contra los abusos y la esclavización de los mismos a manos de las empresas que los contrataron.

Marcelo Z

14 comentarios:

  1. Para mí es un autor clave, es de mis favoritos, sin embargo este no lo he leído, me falta también alguna novelilla corta, por supuesto aue me lo apunto y a ver si termino con toda la bibliografía este año. un abrazo Marcelo.

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    1. Aun tengo que leer 'Las uvas...' y 'Tortilla flat', pero es que todo junto no se puede. Gracias por darte una vuelta, Yossi. Un abrazo grande.

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    1. Es una joya en miniatura, Esther. Gracias por darte una vuelta! Besos.

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  3. Suena duro.. pero me apetece ponerme con algo de Steinbeck alguna vez (que aún no tengo el placer.. no tengo perdón.. jeje)
    Besos!

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    1. Es un buen comienzo, Sara. Al menos, compartiremos la senda pues yo tampoco he leído nada más de Steinbeck. Gracias por pasar. Besos para ti.

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  4. Lo leí, y dentro de su tonalidad y extensión, propias de obras menores, me pareció magnífico: un pedazo de literatura con coartada y mensaje que calan.

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    1. No es solo un alegato, Francesc, sino un trabajo que recoge en forma de testimonio las voces de aquellos que no tenían voz. Un excelente ejemplo de concisión y buena literatura. Un abrazo.

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  5. Hola, Marcelo. Bueno, yo lo he comprado hace tiempo a raíz de una muy buena reseña que leí en otro blog y, pasado algún tiempo, lo llevé conmigo en un corto vuelo a Lisboa. Me quedé más o menos por la mitad, y no lo volví a retomar. Hay algo que me impide conectar con la pluma del autor. Dicho esto, estoy de acuerdo contigo en que es un libro rotundo e importante como instrumento de denucia; sin embargo, respecto al hecho de que es un libro dinámico, tengo mis dudas. Un fuerte abrazo,

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  6. Hola, Offus! Es posible que no te parezca dinámico por la densidad de su contenido, pero se lee relativamente rápido debido a su brevedad. Eso sí, cuando apagas la luz de la lámpara al cerrarlo sientes la necesidad de quedarte un rato a oscuras junto a un whisky meditando aquello que denuncia. Seguro que acuden a tu mente imágenes actuales que bien podrían ser parte del relato. Un beso grandote.

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    1. Palabras inspiradoras, Marcelo. Casi me obligas a darle una segunda oportunidad; además tengo una fuerte debilidad por la literatura que retrata problemáticas sociales contemporáneas. Me iré de aquí dándole vueltas al tema (es decir, al título). Un beso,

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    2. Para eso estamos los buenos lectores, para descubrir libros que nos dejan pensando; 'dándole vueltas al tema', en tus palabras. Quizá 'Las uvas de la ira' sea mejor, pero no puedo aun decirlo porque no lo he leído, aunque está basado en parte de estos artículos. Un beso grande!

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  7. Steinbeck, uno de mis autores favoritos y culpable de mi pasión por la literatura, ya que con La perla una profesora de Literatura me empezó a enseñar libros fuera del programa que merecían la pena ser leídos.
    Como novela tal vez me haya gustado mas Las uvas de la ira, no te diré que no, pero en este libro se siente el polvo, es un libro real en el que las voces suenan alto y claro.
    Resumiendo, me encanta este hombre, sigue con él
    Besos

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    1. Eso haré, S. Lo cierto es que me ha gustado mucho y pienso que tantos lectores que me alientan a continuar con su obra no pueden estar equivocados. Gracias por tus líneas. Besos para ti.

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