miércoles, 11 de junio de 2014

Darse cuenta. El corazón helado, Almudena Grandes


Tusquets, 2009

        El título había surgido una noche de verano de fines del 2009 en medio de una celebración entre amigos cuando, después de tragos y tapas, comenzamos a hablar de libros. Al poco, decidí hacerme de un ejemplar; mas al ver el volumen de más de mil páginas mis convicciones acerca de su lectura comenzaron a flaquear y quedó arrumbado en medio de muchos otros. El viaje por unos pocos días hacia la cordillera de los Andes propició el inicio de su lectura, como único acompañamiento.

            Este libro es muchos libros. Por una parte, es una historia de amor de principios de este siglo entre descendientes de quienes se enfrentaron durante la Guerra Civil española. Por otra, es la historia de dos familias que vivieron esa circunstancia de manera distinta; una, republicana, exiliada en Francia en condiciones misérrimas y la otra, dentro de las fronteras del franquismo vencedor. En medio de ello, está la historia de un despojo infligido a los derrotados por quien fue capaz de aprovechar la ocasión para cambiar de bando.

      La muerte del octogenario Julio Carrión González, empresario madrileño de la construcción, dispara el encuentro entre los protagonistas, su hijo Álvaro Carrión Otero y Raquel Fernández Perea. Lo que se inicia como una pasión sin fronteras conduce al descubrimiento de la verdad de lo ocurrido al finalizar el enfrentamiento civil. El contraste entre el exitoso y excelente padre amante de sus hijos, y el impostor, usurpador, que ha construido su propia fortuna con el expolio de los bienes ajenos merced a un vínculo del que ha renegado, es la esencia de la narración. Álvaro se debate justamente entre ambos extremos. Es ese ‘darse cuenta’ el que destruye la figura paterna e inficiona de sospechas y suspicacias la imagen familiar, que salpican de desdoro a su madre y a sus hermanos. Es lo que impide que su amor por Raquel goce de un futuro venturoso, siendo ella la nieta –y vocera- de la víctima de su padre.

            Ambientado en Madrid en el año 2005, Grandes compone su relato en un ir y venir temporal, intercalando acertadamente lo que acontece con sus personajes principales y los sucesos que han tenido lugar en ese ayer tan dramático y doloroso. A través de sus páginas apreciamos qué les ha deparado la vida a quienes se encontraron en veredas opuestas. ¿Puede haber ignorado toda una familia tamaño perjuicio, o es que ha habido cómplices que decidieron callar? ¿De qué sirve descubrir la verdad después de más de medio siglo de injusticia? ¿Acaso puede hacerse algo al respecto? Hay un debate ético implícito respecto de los abusos cometidos con la excusa de que ‘en aquel tiempo no había leyes’. También es cierto que hay quienes prefieren ignorar lo ocurrido y seguir viviendo de la misma manera.

           Escrita en estilo coloquial, la narración es fluida y dinámica, si bien abunda en pequeños detalles que disminuyen el ritmo de lectura y ocupan más páginas que las necesarias. El tamaño dificulta el traslado del ejemplar a nuestras actividades cotidianas, por más que la historia nos resulte atractiva. Por lo demás, un excelente testimonio de la vida de los exiliados y su regreso a la muerte de Franco. Valioso libro.

8 comentarios:

  1. Leí la novela cuando salió en 2007. Una de las pocas que hablan del tema de la memoria histórica en España. La autora ha perseverado en el tema y ha publicado dede entonces toda una trilogía acerca de los sufrimientos infringidos por el franquismo a sus adversarios. Pero pocos siguen su ejemplo, desafortunadamente. A mí personalmente no me gusta su estilo, hay algo demasiado naturalista en su escritura para mi gusto. Pero es una novela que deberían leer todos los españoles. A ver si alguien más se atreve tocar/se interesa por el tema...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta novela ha tenido mucho éxito en el mundo hispano; no tengo una opinión homogénea sobre la trilogía que citas. Es un libro bien escrito, con un perfil de denuncia muy acentuado, Agnieszka, por más que no te convenza su estilo. Hay otros autores que han situado la Guerra Civil española como epicentro de sus novelas -Girondella, Pinilla, entre otros- que reflejan aquellos tiempos con otra mirada y, por lo mismo, también valen la pena encarar. Ojalá uno pudiera leer todo lo que está disponible!
      Un beso para ti, y gracias por pasar.

      Eliminar
    2. Yo no critico la novela de Grandes. Creo que es muy buena y, repito, todo los epañoles deberían leerla. Simplemente, su estilo tiene algo que a mí no me cuadra. Impresiones subjetivas.
      En cuanto al tema de la Guerra Civil, creo que se ha escrito muy poco, aunque, por falta de tiempo, no seamos capaces de leer todo lo que ya hay, jeje.. A lo mejor se ve de forma diferente desde el otro lado del charco donde aterrizaron muchos refugiados. En España sigue siendo un tema que pocos abordan. De vez en cuando alguien publique algo nuevo (vide Grandes) y aquí termina la cosa. Mira los blogs de reseñas que es donde de verdad se puede ver lo que la gente interesada en lectura lee- son muy pocos los que reseñan algo sobre este tema. No creo que sea por falta de calidad literaria de estas obras. De hecho, se reseña más sobre la IIGM que la Guerra Civil Española. Y eso sí que es raro.

      Eliminar
    3. Es que el Holocausto judío de la IIGM aportó un sinnúmero de obras basadas en testimonios, porque sus sobrevivientes se encargaron de divulgarlo. Si hay algo que le envidio a la colectividad judía es el tesón con que aun hoy sostienen la denuncia de estos hechos y su memoria. No digo con ello que el pueblo español no lo haga; pero sospecho que es mucho más fácil cuando el que infiere humillaciones y vejámenes de todo tipo es 'el otro' -los alemanes, para los judíos- que inculpar a la otra mitad de tu propia población... Imagino que el silencio que tu misma apuntas se debe a esa razón. De otra manera, sería difícil convivir con aquellos descendientes que te han despojado de familia y bienes. Con esto no quiero parecer laso. Para nada. Habrá que investigar y castigar a los culpables, si es que aun queda alguno vivo. Un beso.

      Eliminar
  2. Es la única que he leído de esta serie. Creo recordar que pretende hacer algo parecido a Galdós y sus Episodios nacionales.
    Me gustó esta obra pero me agota con el tema, así que, aunque tengo comprada Inés y la alegría, de momento ahí se queda.

    Sobre la VERDAD... suelen ser los victimarios los que no la quieren conocer, la verdad para las víctimas, pese a ser solo consuelo, es imprescindible para seguir adelante y reconocerse como víctima. Un familiar mío que estuvo en los campos de trabajo de Argelès recién acabada la guerra y que era un niño, vivió el franquismo con la impresión de que algo malo había hecho su familia para estar allí.

    ¿Recordamos el fragmento sobre la verdad de Roth? Es magnífico.

    La adulteración de la verdad se consigue en el periodo más corto de tiempo recurriendo a la exageración o a la simple negación de la realidad. (…)
    La verdad requiere propagación, pero no “propaganda”. 1938
    Sé que mientras nosotros nos esforzamos por decir la verdad, en un simple papel, el altavoz ya está allí preparado para el transmisor de mentiras (…). Aun así nosotros hablamos. Aun así, escribimos. Porque sabemos que las palabras veraces no mueren. Nuestra fe es sólida, porque no teme la duda. Al contrario, ésta la refuerza.
    1938.

    Roth se devanaba los sesos sobre cómo expresar lo inexpresable. El círculo de fascinación de la mentira, que los criminales levantan en torno a sus fechorías, paraliza la palabra y a los escritores, que están a su servicio.

    Muchos besos desde el viejo continente!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes toda la razón del mundo.
      Muy acertadas las palabras de Roth, como siempre.

      Eliminar
    2. Yo creo que los victimarios sí conocen la verdad; lo que no quieren es re-conocerla, porque dañaría tanto a sus intereses como a la imagen de triunfadores que ellos mismos se encargaron de difundir, de hacer 'propaganda' -justamente- en su beneficio. Pero a la larga o a la corta, los hechos se saben. Está en cada uno de nosotros, Luna, en exigir a la Justicia que haga lo único para lo que existe: impartir justicia. Sin excepciones ni prebendas.
      Roth sigue manteniendo vigencia en sus escritos, aun habiendo pasado casi un siglo. Un pionero.
      Un beso muy grande!

      Eliminar
    3. Sí, no la quieren re-conocer, bien matizado.

      Un beso y buen finde a ambos!!

      Eliminar