jueves, 3 de diciembre de 2015

El hombre desnudo. Donde dejé mi alma, Jérôme Ferrari


Demipage, 2013

           Mucho se ha escrito acerca de la novela por la que el autor obtuvo el premio Goncourt en 2012, catapultándolo a la fama. Pero mi naturaleza tozuda decidió indagar sobre su obra y hallé ésta, cuya traducción es posterior al galardón, aunque su aparición es anterior al mismo.

            Esta novela resume la vida del capitán André Degorce quien, habiendo sido parte de la Resistencia contra la ocupación alemana en 1944, ni bien concluyó la Segunda Guerra Mundial se enroló en el ejército; fue enviado a Indochina, donde participó en la derrota de Dien Bien Phu –y sobrevivió al martirio de sus captores-, y luego fue llamado a manejar la inteligencia en la lucha contra la guerrilla de liberación de Argelia.

            Son dos las voces que lo componen y tres protagonistas. En principio, está la historia del capitán Degorce en Argelia; sus métodos de obtención de información basados en la tortura de detenidos y delaciones surgidas mediante extorsiones varias, sin otra meta que eliminar cada célula terrorista, despojado de toda humanidad y ética para con el adversario. En ella, se incluyen los diálogos entre él y Tarik Hadj Nacer, alias Tahar, jefe del ejército rebelde a quien Degorce captura, no sin rendir culto a su rango. Por otra parte, está el testimonio –doloroso- del teniente Andreani, quien fue salvado y acompañado por Degorce en Vietnam, que constata la renuncia y traición de su ídolo ante un terrorista por el que no valía la pena rebajarse.

            Degorce encarna así al patriota francés que fue deportado al campo de concentración alemán, formó una familia y se hizo militar, para finalmente ser partícipe de la lenta agonía del imperio colonial francés, que lo ha hecho desistir de las ilusiones juveniles y de la dignidad de ser humano. En ese sentido, Degorce es el hombre desnudo: se ha quedado sin esperanzas, moral ni sentido de pertenencia. Tahar representa a los movimientos de emancipación que ya Francia no podrá detener; alberga la certeza del triunfo final y anticipa la independencia de esos pueblos. Andreani simboliza al militar francés, miembro de la OLAS, quien no puede comprender el desmantelamiento de las colonias de ultramar y critica la política de De Gaulle, y todo el cariño y el reconocimiento que guardaba por Degorce se transforma en un amargo desprecio.

         Ferrari compone con una magnífica construcción psicológica de los personajes, en menos de doscientas páginas, una novela densa, reflexiva, poliédrica, que si bien se ambienta durante tres días de 1957 en una población argelina, arrastra la historia muchos años más allá. Cada capítulo, a más de la trama, contiene reflexiones del propio Degorce y finaliza con un apéndice en el que Andreani se dirige retóricamente al capitán, narrándonos los cambios que se van suscitando en su personalidad. ¿Cómo recuperar el rol en la sociedad después de haber infligido tamaños horrores a sus semejantes?, ¿qué queda de la sana camaradería en condiciones misérrimas cuando se pacta con el poder?, ¿cómo sobrevivir al fracaso continuo?

       En suma, un libro sustancioso, que se pregunta por la culpa, la autocompasión, la debilidad y el desánimo de saber que al fin y al cabo nada tiene sentido. Más que apropiado para iniciarse en la obra de Ferrari.

10 comentarios:

  1. Me lo apunto. Los conflictos internos de los protagonistas me parecen sumamente interesantes. ¿Cómo puedes luchar por la independencia de tu país y luego denegarla a otros? Esta cuestión es obviamente extrapolable a otros temas. ¿Cómo puedes luego vivir en paz con tu propia consciencia que normalmente no aguanta este tipo de incoherencias (por llamarlo de alguna manera)?
    un abrazo

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    1. Tu comentario resume en gran medida el planteo de su protagonista. El libro combina la mirada desahuciada de quien lo perdió todo, incluido aquello que le daba sustento; la certeza de quien sabe que ha de ganar aún a costa de la propia vida y el desencanto de quien creyó en un líder que ahora abandona. Imagina tal cóctel, Agnieszka.
      Espero que lo consigas y disfrutes tanto como yo. Merece ser leído.
      Un abrazo grande.

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  2. Tomo nota también... Me parece que el descenso a los infiernos del protagonista está muy vinculado con la historia, tan atroz, del siglo XX.

    Un abrazo

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    1. No sólo, sino que refleja a una generación que se la pasó luchando, para perderlo casi todo. Y ni siquiera mantener un resguardo de dignidad. Buen libro.
      Otro abrazo.

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  3. La culpa, la culpa... vaya temita. Y es un "temita" que me interesa. Los Goncourt son de los premios con los que más simpatizo, suelo echarles un vistazo para buscar lecturas (como si no tuviera, ya ves).

    Un abrazo

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    1. No es sólo la culpa, Ana, sino la pérdida de sentido de lo que constituyó la vida de su protagonista. En esa mirada hay remordimientos y cargo de conciencia -vaya!, dos conceptos que han desaparecido de la oralidad cotidiana-, y una sensación de derrota y fracaso inconmensurable.
      Tal vez te convenza si le echas un vistazo.
      Los Goncourt tienen altibajos; pero, en general, son más sustanciosos que otros.
      Un abrazo grande.

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  4. La devastación psicológica de quienes intervienen en la guerra o padecen sus efectos es un mal que nunca se llega a curar, tienes que vivir con ello, condenado a recordarlo. Y al contrario, los hay quienes viven sin ningún sentimiento de culpa... Tal vez porque no tengan sentimientos de ningún tipo. Un Goncourt no es mal aval, hablas bien del autor, otro aval importante para mí, y aunque tenga altibajos (el Goncourt), como indicas, seguro que tiene muchos más "altos" que "bajos", lo contrario que los Planeta, que algún "alto" tendrá, pero casi todos son "bajitos". Un abrazo amigo Marcelo!

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  5. El desconsuelo y la desolación del protagonista no deja resquicio para evasión, ni la pretende. Se deberá adaptar a la sociedad una vez que regrese a ella. Mas el costo...
    Soy escéptico a los premios, aunque los otorgados por entidades que nuclean a escritores y a la industria suelen estar más de acuerdo con las obras escogidas para el galardón, que aquellos propuestos por las casas editoras, que muchas veces sólo buscan un buen motivo de incrementar sus ventas.
    Un gran abrazo, Paco.

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  6. Otro autor del que no he leído nada. Esa contradicción que plantea la novela del luchador por la libertad que en la guerra colonial no la defiende es muy interesante.

    Abrazos!!

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    1. Imagino que habrá de gustarte, U-to, porque el debate interior respecto de la ética y de la defensa de la patria está muy presente en todo el libro.
      Sobre todo, esa pérdida de sentido que sobreviene cuando te das cuenta de que la vida que has llevado adquiere una contradicción insoslayable.
      Y esa definición política, 'aunque yo muera, el resto gana', hace que ese sinsentido adquiera ribetes de monumental.
      Si puedes, no lo dejes pasar. Además, es breve.
      Un gran abrazo!

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