martes, 12 de enero de 2016

Sentido de pertenencia. El último cortejo, Laurent Gaudé


Salamandra, 2013

             Fue leer la escueta reseña de Katiya en Deborahlibros y apuntarlo; verlo en los anaqueles de una librería, y llevarlo; prestarlo durante unas semanas, y tolerar un suplicio chino. Finalmente, la devolución permitió encararlo con avidez. Cómo no hacerlo cuando le preceden las lecturas de El sol de los Scorta y Eldorado… Para más fortuna, breve y conciso.

            Gaudé reconstruye en su ya clásico estilo de pocas pero acertadas palabras los momentos finales de Alejandro III de Macedonia, el Grande, el mayor emperador que ha tenido la historia de Occidente. Para ello, se vale de tres voces distintas: un narrador que se ocupa del protagonista y de sus restos mortales; el testimonio de Dripetis -hija de Darío y hermana de Estatira, una de sus esposas- que da cuenta de lo que ocurre en el círculo íntimo, y una suerte de voz de ultratumba en la persona de Ericleops, el mensajero enviado por Alejandro a anunciar su inminente llegada a los confines de Oriente.

             En este texto, cada voz cumple un rol perfectamente establecido. Por un lado, se narran desde los primeros espasmos sufridos por Alejandro y la búsqueda de calmar sus afecciones, hasta la división de su ejército, de sus amigos y del territorio conquistado una vez ocurrido su deceso. Por otro, Dripetis, refugiada del Imperio por propia voluntad en un templo en Aria con un hijo espurio, debe abandonar a ambos y presentarse en Babilonia en los últimos instantes del emperador, para llegar a convertirse en la depositaria de su cuerpo sin vida. Y un puñado de íntimos, que renuncia a las luchas intestinas de la herencia para trasladar el último aliento del ídolo hasta la batalla final en tierras de Oriente, con la sola compañía de fantasmas y muertos, nos participan de una de las épicas más maravillosamente escritas en prosa, con una resolución sin par y una carga afectiva colosal, que hacen de las últimas hojas un poema, con poco que envidiar a Virgilio y a Homero.

               Viejos rencores, egoísmos, temores y sospechas enarbolan una historia de intrigas, ardides y despojos que, aun estando presentes desde el primer instante, se muestran al desnudo ni bien se establece el cortejo que ha de retornar los restos de Alejandro a su tierra; un intento, por lo demás, fallido.

                Con frases breves y escasez de elementos, Gaudé vuelve a entrelazar en una trama sólida retazos de historia junto a una elaborada construcción psicológica de los personajes, para dar cuerpo a una novela con mucho de epopeya y sueños de grandeza. Es ese sentido de pertenencia a una idea, a una quimera que nació como aventura la que cabalga en medio de todas las escenas hasta su heroico desenlace. Por sí solo, el final de un libro que apenas supera las ciento cincuenta páginas, devuelve con creces su costo. Para no perder.

7 comentarios:

  1. Marcelo, autor y libro desconocidos para mí, y sin embargo hay amor a primera vista. Soy un apasionado de La Antigüedad Clásica, en especial de todo lo que tiene que ver con Grecia, de hecho mi blog lo inauguré con la Iliada de Homero porque quería que el gran clásico de la literatura griega fuese el primero, en definitiva me entusiasma la cultura de todo el periodo greco-romano. La figura de Alegrando Magno para mí es un reclamo irresistible, y aunque ya he leído alguna biografía, artículos, reportajes, etc, lo que cuentas del autor y del libro me ha dejado impactado. Gracias amigo por descubrirme estos "caramelos" :)
    Salud y un abrazo.

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    1. Jajaja... ¿Te das cuenta cómo he llamado a Alejandro? Sí... "Alegrando", estoy fatal...
      Salud.

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    2. Gaudé reconstruye el final de la vida de Alejandro, y lo hace con mucho estilo y gran poética. Creo que te gustará.
      Y ahora que nombras la Ilíada, me recuerdas que aún no la he visitado; una gran obra que tengo pendiente.
      Salud y un abrazo para ti, amigo!

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  2. No me atrae la novela histórica, prefiero como bien sabes, la historia directamente. Esto no quiere decir que no haya leído y que no vuelva a leer, pero siempre ando entre reparos. Tu reseña es muy positiva y eso me conduce a tenerla en cuenta.

    Abrazos!!

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    1. Sabes bien que comparto contigo el placer de leer libros de historia y no novelas históricas, puesto que opongo los mismos reparos. Pero ésta tiene algo magnífico, a mi humilde entender: está narrada en un estilo brillante, y el final... el final... inenarrable!
      Un gran abrazo para ti, U-to!

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  3. ¡Hola!
    Creo que de momento lo dejo pasar,pues tengo muchos pendientes y muy poco tiempo.
    Gracias por compartir tus impresiones.
    ¡Nos leemos! :-)

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  4. Es un libro breve en el que se cumple mi máxima: si tienes un buen final, es posible elaborar una gran novela.
    Gracias por pasar.
    Saludos!

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