sábado, 18 de marzo de 2017

e-book 16. Vivir en el exilio. Los rojos de ultramar, Jordi Soler


Alfaguara, 2004

I.

          Tiempo atrás, U-topía me lo había señalado como uno de los textos más representativos sobre qué aconteció con muchos de los republicanos una vez finalizada la Guerra Civil española. Más que agotado en las librerías, no hubo posibilidades de hallar un ejemplar en papel. Por fortuna, pude conseguir esta versión digital y leerlo.

II.

          El libro, primera parte de una trilogía que se titula La guerra perdida, resume la historia de Arcadi, abuelo del narrador –el propio Soler- desde el momento en que se enroló en la milicia republicana catalana el 11 de enero de 1937, hasta su muerte. Al repasar los hechos sobresalientes de la vida de su protagonista, Soler historia la vida familiar de quienes tuvieron que tomar la vía del exilio después de ser sometidos a todo tipo de vejámenes en la costa francesa, donde fueron confinados una vez que, en su huida de las tropas franquistas, cruzaron los Pirineos. Nunca se les ocurrió que los franceses habrían de colaborar con Franco, como tampoco sospecharon que la ocasión de sobrevivir vendría de la mano de la embajada mexicana.

La versión digital, gentileza de Epublibre

III.

            Arcadi pasó algo más de año y medio en la playa de Argelès-sur-Mer junto a otras decenas de miles de refugiados, enfrentado a la intemperie del mistral y dos crudos inviernos en condiciones infrahumanas, viendo morir a muchos de sus camaradas y sin mayores esperanzas de liberación. Fue un golpe de suerte el que le permitió escapar de semejante situación, cuando era trasladado nuevamente a la frontera para ser prisionero de Falange. La invalorable ayuda de Luis Rodríguez, el embajador mexicano en París, y de su secretario Leduc, ambos a las órdenes del general Cárdenas, quienes no sólo le facilitaron el asilo dentro de la propia embajada –aún cuando ésta debía trasladarse de lugar, debido a la invasión nazi- sino que le proveyeron la salida hacia México, ocupa gran parte del relato. El resto, narra la vida en Galatea, una aldea mexicana en Veracruz, donde Arcadi y algunos de sus ex camaradas, una vez reencontrados, decidieron sentar sus reales y hacerse empresarios en el negocio del café.

IV.

            En estilo coloquial, Soler compone una obra intermedia entre la ficción y el testimonio con aquellos que hicieron del exilio su forma de vida tras la derrota frente al franquismo. En este sentido, cubre un vacío de información a la vez que desafía el silencio impuesto por los vencedores sobre los vencidos. Muchos de éstos murieron sin poder regresar a su tierra; otros, se desencantaron al volver después de la muerte del caudillo, pues ya nada quedaba de lo que habían conocido cuarenta años antes. Con buen ritmo narrativo, golpes de efecto y tensión hasta el final, el libro fluye amena y rápidamente. De lectura obligada para la memoria colectiva.

8 comentarios:

  1. Aquí no puedo. Demasiado para mí, además acabo de salir de uno de la guerra y ni media intención tengo de volver por un tiempo.
    Besitos primaverales

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, déjalo pasar. Pero de los que he leído sobre la Guerra Civil española, está entre lo mejor.
      Un beso, Maja.

      Eliminar
  2. Hola Marcelo
    ME interesa el tema y el escritor así que lo apunto y lo busco, pero, ya sabes que soy un pesado jaj, subo la apuesta y te presento un extraorddinario libro de parecido tema, que se titula "el diario de Hamlet García" de Paulino Masip, para mí la mejor novela española que he leído del siglo XX

    Cuídate

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Wine
      No se cómo serán las otras novelas que componen la trilogía; ésta me ha parecido más que buena.
      Me lo pones difícil con Masip, pero veré qué chances reales hay de conseguirlo.
      Un abrazo grande.

      Eliminar
  3. Me alegra mucho que te guste la novela de Jordi Soler, como bien dices es una obra a medio camino entre la ficción y la realidad que el autor acostumbra a dominar. Una parte de mi familia estuvo también eso dos inviernos en Argelès-sur-Mer y recordaban especialmente el aire. Cuando visité esa playa hacia mucho viento, era febrero, la visión de esa enorme playa me estremeció de arriba a abajo.

    Un fuerte abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Debe ser sobrecogedor visitar un lugar tan cargado de historia familiar.
      Soler describe con acierto la secuencia de hechos ocurridos a quienes decidieron cruzar los Pirineos; la mayoría de los mortales -entre los que me incluyo- teníamos poca o ninguna idea. Parece que también a ellos les alcanzó el silencio del franquismo.
      Gracias por la recomendación.
      Un gran abrazo para ti, U-to!

      Eliminar
  4. Hola Marcelo.
    Una buena parte de los republicanos, sus intelectuales, etc, encontraron en México una última oportunidad de seguir adelante, y la mayoría la aprovecharon muy bien. Pienso, tras la excelente propuesta que nos presentas, en tantas valiosísimas historias personales que ha enterrado el olvido, por eso me interesan estos libros.
    Gracias Marcelo!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Paco!
      Creo que si no hubieran hecho esa opción, los republicanos sobrevivientes habrían muerto en la playa francesa o a manos de Falange en la frontera.
      Me alegra saber que despierta tu interés un libro que habla de algo que no debiera volver a suceder. Ni allí, ni en ningún lugar del mundo.
      Cuídate, amigo!

      Eliminar