lunes, 26 de junio de 2017

Confesión de mujer. Y eso fue lo que pasó, Natalia Ginzburg


Acantilado, 2016

I.
‘[…] Me había dicho que preparara el termo para el viaje así que fui a la cocina, preparé el té, le puse leche y azúcar y lo eché en el termo. Metí también el vasito y luego regresé al estudio. Fue entonces cuando me enseñó el dibujo y yo cogí el revólver que estaba en el cajón de su escritorio y le disparé. Le pegué un tiro entre los ojos.’
            
             Así de simple y eficaz es el inicio de esta historia de (des)amor. La narradora va relatando en primera persona cómo conoció a Alberto, un hombre quince años mayor que solía cortejarla cuando ella contaba con veintiséis años; qué fue lo que la enamoró –si es que estuvo enamorada- y cómo se desarrollaron los hechos que condujeron a ese disparo, en una suerte de regreso al origen.

II.

            Lo que desgrana este texto de Ginzburg es la pasividad del personaje femenino: una joven de provincias que debe establecerse en una ciudad para capacitarse; se pone de novia –aunque poco convencida- con ese hombre que guarda un amor imposible con Giovanna, una mujer casada a la que suele frecuentar cada tanto. Aún a sabiendas de ello, se casa con él y tienen una hija. Pero los viajes de Alberto -supuestamente por razones de trabajo- no ocultan la infidelidad.

III.

             Ambientada en la Italia de mediados de los años ’40 del siglo pasado, Ginzburg teje un retrato del rol femenino de entonces: la mujer esperaba que alguien las amara, se casara con ella, la convirtiera en madre y luego la abandonara. Lo destacable de este relato largo es que su protagonista lo pierde todo: hija, amiga, marido, esperanzas, sueños… excepto la lucidez. El lector es testigo así de la decepción y el hastío que provoca el dolor continuo de saberse no querido.

IV.

                Con una protagonista sumisa y pasiva, un marido casi ausente y un puñado de personajes secundarios que consolidan la historia, Ginzburg nos introduce en el mundo de una mujer pequeñoburguesa que por ir a la caza de un marido sólo consigue la desilusión de un matrimonio infeliz, que ya estaba condenado antes de consumarse.

V.

            De estilo directo, con frases largas y pocos diálogos, asistimos a la confesión de una mujer dolida, frustrada y desesperada, a quien la vida no le ha ofrecido resquicio alguno de felicidad. El presente volumen se acompaña de un prólogo a cargo de Ítalo Calvino y una nota explicativa del porqué de esta narración, a mano de la autora. Un libro breve, que se lee de un sentón y sirve de aproximación al universo literario de Ginzburg.

miércoles, 21 de junio de 2017

Drama pasional. Una lady Macbeth de Mtsensk, Nikolái S. Leskov


Akal, 2008

I.

            Dicen que fue Gorki quien rescató del anonimato a Leskov y lo puso entre los grandes: Tolstoi, Gógol, Turguéniev y Goncharov. De todas maneras, parece que la edición presente recoge dos puestas en escena de sendas obras del gran bardo inglés, en versión actual. En mi caso, primero fue la novela de Barnes sobre Shostakovich, que evocó el título homónimo de su ópera. Luego, la inclusión de este título con otro de Turguéniev –uno de mis escritores rusos preferidos-. Finalmente, la posibilidad de comparar ambas obras de arte: las literarias y la musical.

II.

          Ésta narra las peripecias de Katerina Lvovna Izmailova, de veinticuatro años, casada con un comerciante de la región de Kursk que la dobla en edad y quien convive en una suerte de bunker, junto a su marido y a su suegro. El tedio a que se ve sometida, inmersa en una vida acomodada pero sin mayores aspiraciones, se sacude con la llegada de Serguéi, un joven y apuesto servidor quien, en ausencia del marido –que intenta reparar un molino de su propiedad- corteja y quiebra la voluntad de la señora. Adulterio, sexo desenfrenado y asesinatos son las derivaciones lógicas de este drama pasional, antes del presidio y la condena.

III.

         Leskov se las ingenia para que su heroína no se detenga ante ningún obstáculo. Frente a ella, gigante en su talla, opone a un timorato y ladino Serguéi quien se sabe dominador de la situación, capaz de renunciar a su amor por conquistar otro corazón. Cuando ocurra, y Katerina se sienta desplazada, emprenderá acciones tendientes al trágico final que persigue a todo héroe.

IV.

        Con escasos elementos, pero con personajes psicológicamente bien delineados, Leskov construye una historia que no irá a la zaga de Shakespeare. Lo sustancioso del relato es el contrapunto entre el aburrimiento supino a que se ve sometida una joven en un ámbito rural, sin contacto con el mundo exterior, y su verdadera esencia de mujer, despertada por un servidor arribista, a quien el compromiso le sienta mal. Lo demás, son condimentos de la historia: celos, despecho, ira. Con estilo coloquial, resulta una buena historia.

V.

          Párrafo aparte merece la poco difundida obra de Shostakovich basada en esta historia. Su heroína es más ambiciosa, sensual y erótica que la de Leskov, aunque destaca el medio cruel en el que se mueve su personaje principal. Hay una clara intención del compositor de que el público sienta empatía por Katerina, de manera que sus actos criminales puedan considerarse la única salida que tenía disponible. No soy entendido en el área, pero merece la pena escucharse al menos una vez. La versión en mi poder no es descollante, pero sirve a los fines. Una buena combinación artística.


Leskov junto a la versión de Myung-Whun Chung de la ópera de Shostakovich

viernes, 16 de junio de 2017

Luz y sueños. El músico ciego, Vladímir Korolenko


Alianza, 2011

Præludium

            Lo apunté de otro lector hace algunos años. Desestimé su comentario sobre el tono moralizante de origen cristiano que tanto le molestaba –aunque apreciaba el estilo literario- debido a que, siendo el cristianismo el credo religioso abrazado por la mayoría de la población rusa, supuse que Korolenko brindaría una mirada precisa de la sociedad de su tiempo sobre los aspectos filosóficos y éticos abordados por la obra.

Allemande

            Piotr Popielski es único hijo de un matrimonio de hacendados ucranianos. Por desgracia, ha nacido privado de la visión, ante la consternación familiar. No obstante, su madre le brinda todo el amor y el apoyo necesario para que crezca normalmente. Con el correr del tiempo, el niño comienza a suplir su limitación desarrollando una extremada capacidad auditiva que lo vuelca hacia la música. Seducido por las notas que un sirviente arranca de un caramillo, Piotr toma contacto con las melodías que componen el folklore local. Su madre, antigua pianista, siente celos del sirviente y decide adquirir un piano para competir por la atención de Piotr.

Sarabande

             Acompañan a Piotr y su madre, la hija de una familia vecina, Evelina, de edad semejante, a quien descubre por azar; el tío materno, Maxim Yatsenko, luchador mutilado en la guerra garibaldina, y un par de personajes secundarios con los cuales Korolenko compone un relato ambientado en el entorno rural ruso de mediados de siglo XIX. Maxim se hará cargo del aprendizaje de ambos niños hasta la adolescencia y fomentará el vínculo con los jóvenes de una familia conocida suya.

Scherzo

            El planteo del autor queda plasmado en su propia nota a la sexta edición, incluida al principio: sostiene que el hombre es atraído instintivamente hacia la luz y que a un ciego de nacimiento le genera una crisis espiritual. De hecho, indica la notoria diferencia entre alguien que es ciego nato de aquel que se ha quedado ciego con posterioridad: un cierto resentimiento del primero con la vida, al no poder guardar recuerdos, ni sueños de éstos.

Gigue

          La atmósfera bucólica de la explotación latifundista rusa unida a las limitaciones que imponen la distancia a centros urbanos, convergen en un clima de soledad que acompaña exteriormente a quien ya de por sí se encuentra interiormente aislado. La necesidad de ver, junto al nacimiento del amor entre los dos jóvenes rurales son los temas abordados por Korolenko. Con una prosa exquisita, personajes bien construidos psicológicamente y cierto tono de moralina, el libro se lee rápidamente. Armoniza perfectamente con alguna obra para pianoforte de J. S. Bach.

domingo, 11 de junio de 2017

Sombras azules. La frontera, Pascal Quignard


Funambulista, 2016

I.

            Había leído una reseña entusiasta de este libro hace poco y lo apunté. Una vez en mis manos, me sorprendió la brevedad de su contenido que lo convertía en un relato algo largo. No obstante, lo incorporé. Tuvo su hora y media de lectura sobre un tren de cercanías, al tener que retirar en una zona suburbana un ejemplar de algo más difícil de encontrar.

II.

            Es una breve historia ambientada en el Portugal de 1640, donde Luisa de Alcobaça, una bella joven de alcurnia, rechaza como pretendiente al señor de Jaume, un francés mucho mayor y de vida disipada, en beneficio del hijo del señor de Oeiras, guapo y de edad semejante a ella mas sin gran fortuna. El sórdido rencor de Jaume hacia éste lo lleva a hacerse su amigo y compañero, en espera de la ocasión propicia para desembarazarse de él. Ejecutada la venganza y enamorando a la viuda con ardides, la tragedia se presentará con final truculento y cierto resarcimiento posterior.

III.

            Todo el relato está cargado de una atmósfera en la que domina el deseo, la pasión, el sexo y la crueldad, equilibrado por fantasías, sueños, amor y ternura. Para ello, Quignard se vale de una suerte de leyenda medieval, de cantar de gesta o de poesía francesa para transformarlo en un relato que habla de amor pero también de sometimiento y transgresión.

IV.

            Es que esas sombras azules, que compondrán los azulejos del palacio de Fronteira donde quedará plasmada esta historia, trasuntan una realidad que ha debido ser silenciada. El arte, entonces, se vuelve el único vehículo de una venganza, en recuerdo de los hechos que el poder soberano ha deseado relegar al olvido en aras de cierta pacificación y decoro.

V.

            El estilo poético de Quignard, unido a su maestría a la hora de narrar y sostener la tensión de un relato distante en el tiempo, pero que mantiene su vigencia por encerrar pasiones humanas, hacen de este libro un formidable deleite. Acompaña la presente edición un posfacio de la traductora. Para disfrutar de un viaje corto o de un par de horas de vuelo.

martes, 6 de junio de 2017

e-book 18. Cana al aire. La uruguaya, Pedro Mairal


Emecé, 2016

I.

             No había leído nada de Mairal pero una vasca me sacó del letargo. Propuso que éste fuera mi acercamiento a sus letras y acepté. Saldaría, de alguna manera, mi ignorancia sobre él y mi apatía por la literatura argentina contemporánea. No fue el caso, pero al menos rescató una mueca parecida a una sonrisa en el curso de cuarenta y ocho horas.

II.

            El escritor Lucas Pereyra viaja a Montevideo, Uruguay, invitado para un festival literario en Valizas. Ahí conoce a Magalí Guerra Zabala y queda prendado, como un bobo, de su silueta, su juventud, su… En medio de una crisis matrimonial que se avecina con sesgos de tormenta final, con un crío de pocos años y tratando de sostener su perfil de escritor, Pereyra -¿un heterónimo del propio Mairal?- dará curso a una relación paralela que parece no consumarse nunca. Una típica cana al aire.

III.

          La acción transcurre en medio de los argentinos que retiran dólares depositados en bancos uruguayos para eludir las restricciones impositivas que el mercado cambiario local impuso a sus tenedores en el pasado gobierno. Mientras Pereyra va en busca de dólares y de un nuevo encuentro, repasa su vida con Cata, su esposa. Así, Mairal construye una fantasía de sexo y lujuria con esa uruguaya más joven y sexy, que solo acarreará problemas y la necesidad de un sinceramiento. Una suerte de toma de conciencia.


El libro de Mairal, gentileza de Epublibre

IV.

          Cuando la narración tomaba ritmo, asumí que los destinatarios de esta novela corta pertenecían a otra generación, no la mía. No soy cuarentón ni tengo descendencia, no participo en redes sociales ni sostengo intercambio con grupos en mi teléfono móvil. No obstante, reconozco que lo que plantea Mairal existe para muchos que pueden sentirse identificados y, en ese caso, la historia pueda resultar significativa.

V.

            Por momentos, divertido, y en tantos otros previsible, Mairal se encarga de darle una vuelta de tuerca a las fantasías sexuales cuando el matrimonio está a punto de derrumbarse. ¿Cómo rescatar lo que queda de bueno de ello? Tarea ímproba; todo un desafío para quien tiene que enfrentar semejante situación, a sabiendas de sus propias limitaciones. De prosa amena y coloquial, su lectura fluye rápidamente, dejando un cierto sabor agridulce. Nada mal para empezar en las letras de este autor. Existe una edición a cargo de Libros del Asteroide, más reciente.

jueves, 1 de junio de 2017

Encuentro con el diablo. El maestro y Margarita, Mijaíl Bulgákov


DeBolsillo, 2011

I.

           Este clásico de la literatura rusa no podía dejar de estar presente en mi Año Ruso; más, cuando ha esperado un tiempo suficientemente extenso para ser leído. El autor cayó en desgracia con el surgimiento de Stalin en la década de 1920 y no sólo se le negó la publicación de sus obras sino que tampoco se le permitió radicarse en el extranjero. ¿Por qué? Porque cuestionaba el ascendente poder de los soviets.

II.

           La obra se estructura en tres planos. El principal aborda la llegada a Moscú de un especialista en magia negra, Voland, quien rodeado de tres secuaces van poniendo a la ciudad patas arriba, generando confusión y, sobre todo, desenmascarando la hipocresía de burócratas relacionados con el arte. Voland encarna al diablo quien, en su visita a los mortales, se divierte con ellos usando su poder. No es un diablo maligno sino risueño; alguien quien pretende burlarse de la sociedad sin mayores intereses. Aquí Bulgákov se vale de la tradición: escobas voladoras, mujeres convertidas en brujas, disfraces, ilusionismo y un Gran Baile de Satanás –que parodia muy bien a la Noche de Walpurgis, de Goethe-. De la misma manera, desaparecen cuando las cosas pintan mal. Un típico encuentro con el Diablo.

III.

          El segundo plano corre por cuenta de la historia de Poncio Pilatos en tiempo de la Crucifixión de Cristo. Es un escrito que le narra Voland al poeta Desamparado, basado en lo que conoce sobre quien escribió esa interpretación –el llamado ‘Maestro’, un escritor compañero en el loquero donde habrán de destinar a ambos-. Pesa sobre él una suerte de reclusión aceptada, de manera que se aísla del medio circundante sin poder dejar de pensar en su amada, Margarita.

IV.

       El último plano lo compone el romance –espurio- entre el Maestro y Margarita. Ella siempre ha infundido confianza en su amado, mientras que él, mucho mayor que ella, se abate rápidamente sabiendo que no la merece. Margarita es casada y debe abandonar a su marido, a quien no ama. No encuentra mejor manera de liberar al Maestro de su claustro dejando que Satanás se haga cargo, en pago a su servicio como Reina del Gran Baile.

V.

          Sobresale la historia de Pilatos –un eufemismo de Stalin- quien no puede apartarse de la crucifixión de Joshua –Jesús-, a quien él hubiera salvado. La liberación de Pilatos para reunirse con Joshua hacia el final del libro es uno de los puntos más emotivos. En estilo coloquial y ameno, con un narrador externo y grandes cuotas de imaginación, el libro fluye rápidamente. Imperdible ejemplar de literatura universal. La edición se acompaña de un Prólogo interpretativo a cargo de José María Guelbenzu.