viernes, 16 de junio de 2017

Luz y sueños. El músico ciego, Vladímir Korolenko


Alianza, 2011

Præludium

            Lo apunté de otro lector hace algunos años. Desestimé su comentario sobre el tono moralizante de origen cristiano que tanto le molestaba –aunque apreciaba el estilo literario- debido a que, siendo el cristianismo el credo religioso abrazado por la mayoría de la población rusa, supuse que Korolenko brindaría una mirada precisa de la sociedad de su tiempo sobre los aspectos filosóficos y éticos abordados por la obra.

Allemande

            Piotr Popielski es único hijo de un matrimonio de hacendados ucranianos. Por desgracia, ha nacido privado de la visión, ante la consternación familiar. No obstante, su madre le brinda todo el amor y el apoyo necesario para que crezca normalmente. Con el correr del tiempo, el niño comienza a suplir su limitación desarrollando una extremada capacidad auditiva que lo vuelca hacia la música. Seducido por las notas que un sirviente arranca de un caramillo, Piotr toma contacto con las melodías que componen el folklore local. Su madre, antigua pianista, siente celos del sirviente y decide adquirir un piano para competir por la atención de Piotr.

Sarabande

             Acompañan a Piotr y su madre, la hija de una familia vecina, Evelina, de edad semejante, a quien descubre por azar; el tío materno, Maxim Yatsenko, luchador mutilado en la guerra garibaldina, y un par de personajes secundarios con los cuales Korolenko compone un relato ambientado en el entorno rural ruso de mediados de siglo XIX. Maxim se hará cargo del aprendizaje de ambos niños hasta la adolescencia y fomentará el vínculo con los jóvenes de una familia conocida suya.

Scherzo

            El planteo del autor queda plasmado en su propia nota a la sexta edición, incluida al principio: sostiene que el hombre es atraído instintivamente hacia la luz y que a un ciego de nacimiento le genera una crisis espiritual. De hecho, indica la notoria diferencia entre alguien que es ciego nato de aquel que se ha quedado ciego con posterioridad: un cierto resentimiento del primero con la vida, al no poder guardar recuerdos, ni sueños de éstos.

Gigue

          La atmósfera bucólica de la explotación latifundista rusa unida a las limitaciones que imponen la distancia a centros urbanos, convergen en un clima de soledad que acompaña exteriormente a quien ya de por sí se encuentra interiormente aislado. La necesidad de ver, junto al nacimiento del amor entre los dos jóvenes rurales son los temas abordados por Korolenko. Con una prosa exquisita, personajes bien construidos psicológicamente y cierto tono de moralina, el libro se lee rápidamente. Armoniza perfectamente con alguna obra para pianoforte de J. S. Bach.

10 comentarios:

  1. La mayoría de los rusos son ortodoxos, no católicos. La novela que ha leído trata de Ucrania, en aquella época bajo el dominio ruso, pero que siempre ha sido distinta culturalmente.

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    1. Me disculpo; he confundido cristianos con católicos. Acabo de hacer la modificación.
      Lamentablemente, para el lector hispano -y este argentino en particular- no existen significativas diferencias en cuanto a tierras tan distantes; uno tiende a solaparlas, si bien reconoce la soberanía de cada una de ellas.
      La confusión estriba en la última crisis, en 2014, donde muchos ucranianos de Crimea habían decidido pertenecer a Rusia. Debo haber tomado la parte por el todo. Y la biografía de Korolenko contribuyó aún más: nació bajo el Imperio Ruso y murió en la Unión Soviética.
      Siendo mi patria un crisol de razas, agradezco a la gente de Ucrania el ser parte -también- de nuestro acervo cultural.

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  2. No he leído nada de Vladímir Korolenko, pero tanto la trama y todo lo que concierne a Piotr Popielski, como el saber que la prosa es exquisita y la atmósfera que se respira, me llama mucho la atención.

    Un beso.

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    1. Dicen los que saben mucho más que yo, que ésta es la obra cumbre del autor; la que no habría que dejar pasar.
      La prosa es culta y la ambientación es magnífica. Una obra con cierto carácter romántico y algo de melancolía. Propio de ... ¿Brahms?, ¿Schumann, tal vez? En cualquier caso, acorde a ese perfil.
      Si puedes y quieres, ya sabes.
      Un beso a mi pimienta preferida.

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  3. Lo que más me ha atraído, Marcelo, es la referencia a Bach, Podría decirte que lo buscaré, pero no esperes eso de mí, si yo te hago un comentario te diré la verdad siempre, y es que la literatura rusa, de esa época no es de mi agrado, sé que soy minoría, incluso puedo tomar fama de tonto, pero yo contesto a los que me dicen que por qué no me gusta por ejemplo Tolstoi, o Dostoyesky, solo , elijo un nombre, solo uno (podrían ser muchísimos, pero elijo uno): Miodrag Bulatovic, un tipo que no conoce nadie, que nadie lee, que nadie aprecia, pero que, al menos el librito que leí, no envidia nada a nadie....¿Quién lo conoce? ¿¿Vale para algo la historia de la literatura? Sé que me contradigo, y Korolenko, podría ser un genio mayor que Bulatovic, pero ¿qué rayos! siempre estoy cerca de los raros, nos atraemos como escoria de hierro y rayo, así que quiero a Bulatovic...POr encima de todo un siglo literario ruso jajaj, Perdona por la disertación, pero hay días... que con este calor se te va la cabeza...
    cuídate y perdona

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    1. Creo que entiendo tu punto de vista. Es más, aprecio sobremanera tu costado marginal, ése que nos aporta autores que no tienen prensa; pero me parece que a veces exageras.
      Considero que cada autor tiene algo que aportar a la comprensión de un momento de la Historia. De hecho, puedo no compartir nada con aquellos que medraron al calor del poder. Sin embargo, hasta ellos mismos han intentado brindar una mirada personal sobre la realidad social -pongo, por ejemplo, la Eneida de Virgilio- y a los que ofrecieron una mirada política, más de una vez les ha costado hasta la vida. Debe ser por eso que no descarto mirada alguna.
      Sé que eres sincero; y no me molesta en absoluto que no comulgues con la Gran Literatura Rusa, la que a veces viene acompañada de cierto tufillo a oficialista en el sentido político. Pero sería enriquecedor para todos los que compartimos tus líneas que pudieras abandonar pruritos a la hora de valorar a estos autores rusos, amén de ser o no de tu agrado, en aras de rescatar aquello que, a tu criterio, tuvieran de rescatable.
      Puede que a ambos, a ti y a mi, se nos escape la cabeza de a ratos, por el frío, el calor o qué se yo.
      Un fuerte abrazo, Wine.
      Ah! Y gracias por compartir Bach!

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    2. Hola Marcelo

      A tu comentario de la posibilidad de que leyera alguno de esos libros que “no aprecio del todo”, Te diré que hace muy poquito leí -a saber la razón-, “Los papeles póstumos del club Pickwick” De Dickens, que no tiene que ver con la literatura de la que ahora hablamos, pero digamos que se incluye en esa legión de lecturas del XIX que son destacadas allá por donde se lea un libro de crítica o de historia. ¿Mi impresión? Una novela en la que el humor ya es viejo, ya no encaja en este siglo, en el que la dignidad de su escritura del todo modélica, no se distingue de una legión de escritores pasados, presentes y futuros, los personajes- y sus caracteres a los que se apela para admirarlo- no son nada especial. Dickens -gran escritor sin duda- es parte de la legión de escritores en inglés que los libros de crítica universitaria importados y exportados ha llenado el mundo -no hay más que leer al peseudosuperespecialista, Bloom-
      Hablando de Bloom, del de Joyce, nunca he entendido los rendidos admiradores a este libro, con la salvedad que lo hayan leído en inglés, ahí me callo, porque la admiración por esta novela parte de bromas no entendibles fuera del inglés, del uso en diferentes capítulos de estilos de la historia de la literatura inglesa y ni siquiera el monologo interior es original, ya se había usado. ¿Qué admira un lector en español de el libro? A saber... Yendo a Los rusos, Dostoyevsky por ejemplo, cualquier crítico serio dirá de él que es un mediocre redactor y un enorme creador de personajes, un psicólogo afilado, todo es cuestión de qué perspectiva admirar. La preocupación que siempre he tenido por los escritores “diferentes” supongo que nació del puro snobismo (no creo que pueda negarlo) pero me llevó a personajes y autores que son desconocidos más allá de sus fronteras por un puro sentido de los críticos de seguir al anterior, la cobardía de no saber decir ¡este va a ser un clásico!!! para qué arriesgarte si tienes tus seguras y viejas y firmes posaderas asentadas en las sillas de siempre, que no se caen.(la prueba es el mismo Harold Bloom el más afamado crítico de esta e´poca, que osa llamar un libro canon de literatura occidental, a una asamblea de escritores en inglés y algunos en otros poquitos de puro relleno, faltan tantos, queda vergüenza, no sé quien habrá comprado el libro o habrá admirado a semejante pseudocritico, pero es lo que hay en la crítica literaria desde hace un par de siglos, seguidores de seguidores de..


      Un abrazo grande
      cuídate mucho

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    3. Hola, Wine
      Puedo estar de acuerdo contigo en que muchos de los textos han perdido vigencia, pero considero que la gran mayoría han respondido a una mirada sobre la época en que fueron escritos. En este aspecto, no debiéramos mirar con ojos de hoy lo que fuera escrito en otro contexto. Me resulta muy rico descubrir cómo se observaba la realidad de otro tiempo que, sólo por ello, me es valioso. Pero es sólo a carácter personal.
      Muchas veces, las traducciones adolecen de no poder poner en lengua de llegada la riqueza del significado de la lengua de origen. Es un arte que debe valorarse cuando eso resulta posible. Quizás muchos textos, el Ulises en particular -o Finnegans Wake, para peor- sólo puedan ser abordados por quien domina con soltura el idioma inglés -o irlandés-.
      Respecto de Bloom y su posición de crítico, me pregunto cuánto ha negociado con los medios para convertirse en alguien respetable. Que estamos hablando de prostitución, Wine...
      Mi intención en el comentario precedente es que, más allá de que no responda a tus expectativas ni mantenga vigencia, a veces es bueno rescatar ciertos autores, sin prensa y sin futuro. Como esos a los que citas, que no aparecen en ningún lugar pero tú nos los descubres y hacen que se vuelvan buscables.
      Estoy convencido que Dostoyevski puede no haber sido un gran redactor, pero la elaboración psicológica de sus personajes justifica con creces sus novelas.
      Un gran abrazo a ti. Y gracias por tus honestas líneas.

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  4. Este periplo ruso me está descubriendo nombres que no conocía. La historia me parece interesante, si está escrita con prosa exquisita tiene casi todos los componentes para interesarme. No sé si seré capaz de iniciar una lectura seguida de novelistas rusos, pero recordaré siempre que aquí tengo una buenísima guía de propuestas.

    Un fuerte abrazo!!

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    1. No intenta ser una guía de autores rusos, U-to; más bien es un collage de todo lo que anda dando vueltas en derredor de mi biblioteca. Ni siquiera creo que la selección sea buena; no tengo maestro que me lo indique. Pero siempre será honesta para con los demás posibles lectores. Si ello aporta algo al descubrimiento de autores y/o títulos para otros lectores, pues me sentiré feliz.
      Confieso que por momentos me pregunto si no debiera haber leído el Curso de Literatura Rusa de Nabokov... pero mi personalidad díscola me impediría seguir su propuesta.
      'Lector nómade' me definió Andrés Neuman, y lo he asumido como emblema personal; mi propia bandera.
      Ojalá que todas estas lecturas puedan aportar algo a las vuestras.
      Recibe un gran abrazo!

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