La Nación, 2005
I.
Si bien abunda material de su
autoría en los anaqueles de mi biblioteca, las letras de Borges son como un
buen vino añejo: requieren servirse con delicadeza, en ocasiones apropiadas y espaciadamente,
so pena de ahitarse. Hacía varios años que no posaba mis manos sobre obra suya
alguna y los avatares del verano hemisférico me resultaron propicios. La
elección del volumen no recayó sobre éste inocentemente; es uno de sus libros
de relatos más logrados y más reconocidos, escritos en la década de 1940. Al
haber leído con antelación sus trabajos poéticos, quise echarle una mirada a
un género que no suelo visitar con frecuencia.
II.
El libro está constituido por dos
trabajos independientes, El jardín de
senderos que se bifurcan y Artificios.
Ambos incluyen una serie de relatos breves acompañados de un prólogo
explicativo –o iniciador- sobre qué material ha de hallar el lector. Esta
edición, además, anexa tres relatos posteriores, junto a una Posdata de 1956,
que obra como aclaración.
III.
Todo el universo borgeano se da cita
entre sus relatos. Allí están su pasión por la magia, la cábala judía, los
cuchilleros, la fantasía de origen onírico, y también sus elementos fetiches:
el laberinto, la simetría, el círculo como representación de lo eterno, el
misterio de lo secreto. El texto abunda en símbolos y referencias a otras
lecturas. Como habitualmente, muchas de las citas son ficticias y los autores nombrados
a menudo sólo han existido en la febril imaginación de Borges.
IV.
Con escasos elementos y una prosa raramente
fluida, Borges aborda la soledad, el rol del hombre en el cosmos, el carácter
cíclico de la vida, con cierto enfoque por momentos, nostálgico y en otros,
profético. En ese sentido, sus líneas despliegan mundos, personajes y
construcciones inexistentes, propios de lo que él mismo dio en llamar literatura fantástica.
V.
Haciendo gala de su erudición y
utilizando acertados golpes de efecto, Borges desgrana gran parte de sus
ilusiones, miedos, esperanzas, de manera coloquial y llevadera. Por lo demás,
un libro señero y breve, para adentrarse en su literatura.