martes, 16 de octubre de 2018

China hoy. Muchacho de oro, muchacha esmeralda, Yiyun Li


Galaxia Gutenberg, 2013

I.

            Lo apunté de la blogosfera y pasó algún tiempo hasta que di con él. A simple vista sonaba interesante; un libro que habla sobre la vida en China, tan distante en la geografía como en su actualidad para quien escribe. Nunca creí que una autora de ese origen pudiera despertar tanta curiosidad en un texto relativamente acotado, con una serie de historias bien narradas. Éste ha sido el caso.

II.

            El libro contiene nueve relatos de naturaleza heterogénea, ambientados en este siglo. Una mujer en los cuarenta que recuerda su paso por la milicia; un maestro sesentón que empatiza con un hombre denostado por su hija; una mujer que se apiada de las congéneres que visitan a sus maridos en prisión; un anciano que cree ver en una muchacha que pasa a su mujer cuando joven; un par de solteros a los que se quiere unir para que se acompañen, entre otros, en principio, no parecen tener cosas en común. Pero si se mira algo más allá, la soledad, la sororidad, los mandatos familiares, las limitaciones que impone una sociedad reglada, la presión silente que ejerce la tradición en un mundo que se moderniza, la dominación masculina y otros tópicos afloran por los rincones de las narraciones.

III.

            En un estilo coloquial, con descripciones precisas y mucho material para reflexionar, Li nos allega un puñado de ficciones que abrevan en una mirada crítica sobre la regulación de la natalidad, la sociedad patriarcal dominante; las restricciones del comunismo, el rol marginal de la mujer, la necesidad de escapar al aburrimiento, la adaptabilidad a la sociedad de consumo y la abnegada aceptación de lo que nos depara el destino. En todas se halla presente el paso del tiempo, con una dosis de nostalgia y tristeza, algo de conformismo y acaso un resguardo de esperanza.

IV.

            Li ha escogido una forma descarnada y directa de presentar sus escenas, con algunas expresiones que dejan pensando al lector. Los matrimonios longevos colisionan con la realidad del individualismo y la cultura del yo; la necesidad de emancipación femenina se enfrenta a la sumisión machista. Así, todo el texto exhibe la realidad de la China de hoy, debatiéndose entre una modernidad capitalista que aísla al individuo y un lastre ancestral que por más que brinde amparo social no deja de resultar obsoleto. Destaco sobremanera el estilo sobrio y conciso unido a la precisión de las descripciones. No es un libro más. Recomendable para ávidos lectores.

12 comentarios:

  1. Creo que ya te he comentado en alguna ocasión mi casi siempre falta de feeling con la literatura oriental. Pero también es cierto que lo últimos libros de autores japoneses que he leído los he disfrutado mucho y me han hecho quitarme esa especie de rechazo surgido de mis experiencias anteriores. Así que por qué no darle una oportunidad también a la literatura china. Me gusta leer historias ambientadas en otras culturas porque abren la mente y muestran otras realidades. Y las temáticas comunes de estos relatos me atraen. Veremos si me animo con este libro.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Me resulta llamativo que a una mujer como tú, que escribe con tanta sensibilidad, le cueste afrontar la literatura oriental, cargada de emoción.
    Coincido que la literatura de otras latitudes amplían la mirada del lector y su percepción del mundo.
    Me animo a decir que éste puede ser de tu agrado.
    Un abrazo grande, Lorena.

    ResponderEliminar
  3. Pues lo apunto ávidamente. Me gusta mucho lo que cuenta y más, cómo lo cuentas tú. El tema me atrae y las diferencias superficiales porque en el fondo, los temas son los mismos para todos. La fórmula perfecta está cada vez más lejos.
    Besitos cuentistas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La inclusión de China al capitalismo voraz global ha prodigado no solo pingües beneficios a las corporaciones sino que aparejó cambios sustanciales en el modo de vida de los chinos. De eso habla Li. Imagino que puede ser de tu agrado, Norah.
      Besitos esperanzados.

      Eliminar
  4. Con lo chino, la literatura se entienda, me quedé en un intento de leer a Gao XIgian y su intimidante "Montaña del alma" y me he asentado en su poesía, desde un librito extraño y precioso de Romancero Chino, hasta la poesía clásica de Li PO y todos los demás que le acompañan, me tienen tan fascinado que dejé la prosa de lado, ¿este tuyo será el comienzo? no tiene mala pinta para ello.
    un abrazo Marcelo
    GRacias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues ha sido un auspicioso primer encuentro con las letras chinas, Wine. Combina un estilo narrativo sin golpes de efecto con una meditada construcción de personajes y escenas.
      Ojalá sea de tu interés. Apunto el libro de Gao Xingjian, de quien no he leído nada aún. Para el resto -la poesía-, nadie mejor que tú.
      Un abrazo, Maestro.

      Eliminar
  5. No soy demasiado aficionada al relato (si bien cada vez voy entrando más) y tampoco a la literatura oriental (con pocas excepciones), pero lo que cuentas de este libro, me resulta muy atractivo.
    Ese "estilo sobrio y conciso unido a la precisión de las descripciones" que mencionas, así como la mayoría de los temas, me son muy tentadores.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tampoco soy del relato, Rosa, pero este texto ameritaba ser leído. Es más, la estructura del relato le brinda un marco mucho mejor que el que le daría la novela. Realmente, es para no dejar pasar.
      Un beso para ti.

      Eliminar
  6. Me lo apunto. Gracias por compartirlo, un saludo

    ResponderEliminar
  7. La incursión que hice a las letras chinas con Lu Xun ("Diario de un loco"), fue muy gratificante. No me imagino a un novelista chino que no tenga tentación de criticar una sociedad tan hermética como en la que viven. Ya tengo uno por aquí para una próxima lectura, Ha Jin, "La espera". Y por supuesto me apunto éste que nos traes, viendo que te ha gustado.
    Cuídate, querido Marcelo ;)

    ResponderEliminar
  8. Fue mi primer acercamiento, Paco, a las letras chinas y reconozco que me gustó mucho la experiencia. Sobre todo, porque plantea una realidad vigente sin alharaca y con un tempo narrativo occidentalizado, lo que las vuelve más fluidas.
    Tengo un par de títulos más de ese origen, así que veré si repito en breve. Ah!, y me hice de la versión digital de Lu Xun que nos has recomendado.
    Un gran abrazo!

    ResponderEliminar