Salamandra, 2016
I.
No había leído nada del (exitoso)
autor, aunque cuento en mi haber con varias de sus obras. Cerrando el año, tampoco
es época de encarar sagas ni lecturas extensas o profundas. Por eso me incliné
por este título; saciaba mi curiosidad respecto de él sin requerir mayores
esfuerzos ni insumos del escaso tiempo reinante.
II.
Antoine Courtin tiene doce años de
edad. Vive junto a su madre, Blanche, en una aldea llamada Beauval. Su padre
los ha abandonado seis años atrás aunque sigue girando regularmente la pensión
por manutención. Solitario, Antoine no cuenta más que con la esporádica
admiración de Rémi Desmedt y la compañía continua de Ulises, hijo menor y perro -respectivamente- del vecino. Días antes
de la Navidad de 1999, la mascota es atropellada. A partir de allí, una serie
de hechos desafortunados conduce a la desaparición de Rémi, el niño de seis
años. Se da parte a los gendarmes y se inicia la exhaustiva búsqueda, pero no
hay suerte. Para colmo, un huracán viene a azotar la aldea; derriba árboles y
chimeneas, inunda casas, vuela tejados, sumiendo a la población en el mayor
desamparo de su historia, dejándolos sin luz ni comunicaciones durante días. Al
restablecerse parcialmente la vida cotidiana es tanto lo que hay que realizar
que Rémi comienza a quedar en el olvido.
La versión digital, por gentileza de Epublibre
III.
Lemaitre construye en algo más de doscientas
páginas una ficción alrededor de la vida de Antoine y su rol en aquel misterio.
Divide esa vida en tres partes. La más extensa es la primera, en 1999, donde
detalla las escenas y sentires de los personajes, sin resquicios. Las otras
dos, en 2011 y 2015, son más breves y permiten al lector completar lo que falta
con lo que ya conoce y lo que su imaginación provee.
IV.
Toda la historia está teñida de una
suerte de desgracia accidental, que
dispara la angustia que apareja el miedo de saberse culpable de algo y no tener
la valentía de enfrentarlo, o simplemente no poder hacerlo y tener que convivir
con ello el resto de los días, siempre con un silencio opresivo como toda
respuesta.
V.
Escrito en lenguaje ameno y
coloquial, el libro atrapa desde el comienzo merced a las fuertes escenas de su
secuencia principal y las historias que se derivan de ellas. El sorpresivo
final es también un acierto y cierra bien toda la trama. No abundo en más
detalles porque revelaría gran parte de los hechos; prefiero que sean los
lectores los que se encuentren con ellos. En suma, un libro muy bien llevado,
con algo de thriller y mucho de culpa
y remordimiento.