jueves, 7 de febrero de 2019

e-book 38. Confrontaciones. Muerte súbita, Álvaro Enrigue


Anagrama, 2013

I.

            A poco que el autor recibiera el Premio Herralde de Novela de ese año, y a sabiendas de qué iba, quise contarlo en mi haber. Pero los tiempos en que los libros viajan desde España hasta aquí muchas veces no son los de la ansiedad lectora; por eso lo solicité a quien pude para que me lo allegara en versión digital. Mi inicial falta de ejercicio en este soporte lo postergó hasta ahora, mucho después que su edición en papel arribara. Vaya mi agradecimiento, entonces, a Ana Blasfuemia por su generosidad.

II.

            Parece hasta descabellado que Enrigue nos narre un supuesto duelo de pallacorda –deporte renacentista que sirvió de protomodelo al tenis actual-. Según dice, tuvo lugar en Piazza Navona un mediodía de otoño de 1599, entre el pintor milanés Michelangelo Merisi –conocido como Caravaggio- y un jovenzuelo, acompañante del duque de Osuna, cuyo nombre era Francisco de Quevedo. En realidad, el match es una excusa para que el autor repase parte de la Historia tanto de México como de Europa en tiempos de la Conquista y lo que ella nos ha legado.

III.

             Desde las trenzas de Ana Bolena -que se utilizaron para fabricar bolas para este juego- y Francisco I de Francia que las recibió, pasando por diversos Papas, la Contrarreforma y la Inquisición, en medio de un puñado de prostitutas, rufianes y mercenarios oficiosos, Enrigue se detiene en las figuras de Hernán Cortés, Moctezuma y Cuauhtémoc desde la llegada de aquél hasta su deceso en Sevilla, sin eludir la caída de Tenochtitlán y la muerte del último Emperador.

La versión digital del libro, gentileza de Ana B.
IV.

            Todo el derrotero histórico, unido a las apreciaciones personales y estéticas efectuadas por el autor, se intercalan en medio del partido que sostienen el poeta español y el maestro lombardo, de manera que el conjunto resulta fluido y muy ameno. Destaco el clima de confrontación que se nos propone, donde no sólo luchan ambos artistas por el triunfo; también están presentes los avatares de la Iglesia Católica en su cruzada religiosa –y política- contra el Protestantismo y fundamentalmente la oposición entre la vida azteca frente a la avaricia de los conquistadores españoles.

V.

            Con una prosa ágil y por momentos poética, Enrigue nos atrapa desde el principio con cada una de las historias que va integrando en un trabajo tan documentado como ficcional. Es que el Renacimiento fue un período de efervescencia y cambios en las artes y las ciencias, cuyas consecuencias rigen hasta nuestros días. El dejo amargo de sus comentarios sobre la Conquista de México no opaca este gran trabajo, digno del galardón obtenido. Un muy buen libro.

6 comentarios:

  1. El Premio Herralde siempre suele ser bueno. Este no lo conocía y la verdad es que la época en que se mueve la historia no es de mis favoritas. Creo que, de momento, no me voy a a animar.
    Un beso.

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    1. No estoy muy seguro que todos los premios Herralde sean siempre buenos; éste parece serlo. El supuesto match es una excusa; el trasfondo religioso y el tema de la Conquista de México a manos de Cortés es el núcleo central.
      Igual, hay mucho para leer, Rosa.
      Un beso para ti.

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  2. Qué curiosa combinación o más bien modo de hacer una incursión en esa época. Me parece un planteamiento muy original aunque no sé si me tienta lo suficiente como para hacerle un hueco en mi interminable lista de pendientes.
    Un abrazo

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    1. Uff, la lista de pendientes... ya estoy guardando algunos para la próxima vida.
      Es un libro original e interesante, merecedor del galardón sin duda. La época y el tema central no engañan: la crítica a la Iglesia y a la avaricia sin medida de los conquistadores son lo principal.
      Un abrazo para ti, Lorena.

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  3. Hay algo que no me atrae de tu lectura, quizá tenga que ver con el premio, -que últimamente sirve como método únicamente con valor como vendedor siguiendo la senda marcada por el "premio" planeta (con minúsculas) -, o quizá sea porque es una novela histórica, y pasado el tiempo uno-yo- se piensa que cuando no se sabe de qué escribir se escribe una de esas. Pero, sí, son manías mías. Y cuando se van cumpliendo años uno se vuelve más cascarrabias. Sí quizás sea eso.
    gracias
    cuídate

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    1. Creo que el mismo motivo opuse de reparo; por eso lo leí casi seis años después de su publicación y cuatro después de haberlo recibido. Pero vale la pena.
      El mismo Enrigue se pregunta de qué va este libro en alguna página, aunque no pierde el objetivo narrativo.
      Lo suyo (nuestro, diría) no es una cuestión de edad, sino de demasiadas lecturas anteriores que nos van quitando parte del asombro que un lector debiera conservar al encarar un nuevo libro.
      Enrigue se queja de la dominación española de SUS tierras y SUS ancestros, y del Papado, más proclives a 'financiarse los bienes temporales que tramitar la salvación eterna', para fraseando al Nano Serrat.
      Un gran abrazo.

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