lunes, 30 de septiembre de 2019

Trilogía Hermanas. e-book 48. 2. Las hermanas Bunner, Edith Wharton


Contraseña, 2018

I.

            El libro fue ampliamente comentado en la Red. Tras la excelente experiencia de la lectura de Ethan Frome, de la misma autora, y la buena recepción del presente entre el público lector, no pude menos que incorporarlo en mi Trilogía que aborda el vínculo fraterno. Además, narra sobre un par de hermanas de más humilde condición respecto de lo que han sido sus novelas posteriores, más acordes al estrato social al que Wharton pertenecía.

II.

            Ann Eliza y Evelina Bunner sobreviven en un suburbio del Nueva York de fines de siglo XIX, gracias a una tienda en la que venden objetos de mercería en general. No pasan estrecheces pero tampoco huelgan los ingresos. Llevan una vida monótona y rutinaria, sin aspiraciones, hasta que la mayor decide regalarle un reloj a Evelina, por su cumpleaños, de manera de no tener que visitar la plaza para saber la hora del día. Para ello, acude al polvoriento negocio de Herman Ramy quien, con motivo de reparar alguna falla, comienza a frecuentar la vivienda y las vidas de las hermanas, lo que alimenta las ilusiones de ambas.

III.

             Wharton refiere la historia a través de Ann Eliza, a quien su edad resigna de una opción matrimonial en aras de ver feliz a su aún casadera hermana menor. En pos de ello, renuncia a su propia felicidad abnegadamente cuando la ocasión se le presenta, despejando el camino para que Evelina pueda concretar su boda; sólo que la soledad golpeará a su puerta una vez que las hermanas se separen. La falta de noticias y la inquietud acerca del paradero de Evelina harán el resto.

La versión digital, gentileza de Epublibre
IV.

             Destaco la magnífica descripción del entorno geográfico como elemento constitutivo que hace a la psicología de los roles principales; como si hubiera una relación unívoca entre vivienda y personajes. Además, hay un trabajo meticuloso en la elaboración de los rasgos personales de cada uno de éstos. Ellos, junto al arte de la concisión, hacen de esta breve novela un típico ejemplo de literatura clásica.

V.

            ¿Tiene sentido vivir una vida despojada de alegrías en el plano personal, para que aquellos a quienes amamos alcancen la felicidad? Las renuncias y los sacrificios que ello conlleva, ¿garantizan que esas alegrías se trasladen de manera automática? Ese parece ser el núcleo existencial de esta brillante narración. Con estilo fluido y coloquial, Wharton construye una joya literaria. Sin desperdicio.

10 comentarios:

  1. Ay qué alegría me acabo de llevar. Yo también disfruté muchísimo de esta lectura por los mismos motivos. Es admirable la capacidad de crear un universo íntimo tan complejo y bien detallado en pocas páginas y sin aburrir. Transmitir sentimientos y además invitar a la reflexión. Novela que no admite tacha alguna.
    Besitos felices

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    1. La casa editora ha rescatado un título valioso. Creo que la edición anterior fue bajo el sello de Alba.
      Particularmente, me ha gustado que, aunque Wharton se ha ocupado mayormente del estrato social al que pertenecía en sus novelas, haya incursionado en otro con semejante grado de detalle.
      Confieso que esa reciprocidad entre geografía, vivienda y personajes -como si los primeros modelaran a los últimos- me recordó a 'La casa de los siete tejados', de Hawthorne, novela que siempre sugiero leer.
      Felicidades compartidas, entonces!
      Besitos alegres.

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  2. Maravillosa novela de la que yo saqué reflexiones similares. Wharton es una maestra en la creación de personajes y en la descripción de los ambientes en que los ubica. No he leído "Ethan Frome", pero no tardará en caer. Todo lo que he leído de la autora me ha fascinado.
    Un beso.

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    1. Coincido con tu apreciación, Rosa. El microcosmos que nos entrega Wharton es más importante que sus novelas más afamadas.
      El estilo sucinto, unido a una perfecta descripción de lugares y sentires hacen la diferencia.
      Un beso para ti.

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  3. ¡Hola Marcelo! Descubrí esta novela en la reseña de Norah y ya me pareció que me estaba presentando una pequeña joyita literaria y veo que habéis coincidido en todo.
    Así que queda reafirmada mi decisión de leerla
    Un beso

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    1. Hola, Marian! Yo la vi en varios lugares y todos hablaban maravillas. Qué bueno es que la rescataran del olvido.
      No la dejes pasar!
      Un beso para ti.

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  4. REspondiendo a tus últimas preguntas,te diré que sucede que estoy releyendo las poesías completas de EMily DIckinson (autora que no pensaba que me gustaría, pero resulta que me fascina), y casi lo que exponías en el comentario de Wharton y la vida de EMily, casi casi encajan, o al menos en parte lo hacen: EMily despareció del mundo,lo despreció, no se movió de su casa(la razón es poco clara) pero abandonó el mundo y se refugió en la soledad de unos pocos amigos (casi siempre epistolares) y en su poesía, Y desde ahí pienso que el abandono, el harakiri vital que ambas , Ann ELiza y la señorita Dickinson, solo se entiende como, conscientemente o no, generadoras de una vida más agradable a otra persona (a su hermana y, sorprendente e inconscientemente, a sus lectores de poesía respectivamente). Y al final, si miramos bien, es algo que es recurrente en la actividad de casi todos nosotros, perder para que otros ganen (hijos, padres, hermanos, amigos) eso es la vida...
    gracias Marcelo
    cuídese

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    1. Tú te sumas al grupo de aquellos que me vienen recomendando leer a Dickinson. Será cuestión de hacerlo, no más.
      Lo que expone Wharton en el libro es que, por más que ejerzamos acciones en pos de mejorar la calidad de vida de los demás, no siempre eso ocurre. Ann Eliza asume como propia la responsabilidad de las desventuras sufridas por su hermana menor. Es decir, esa pérdida que señalas no siempre hace que amigos, padres, hijos, hermanos ganen algo. Y, a veces, hasta hubiera sido mejor no haber hecho nada; ése es el planteo de la autora.
      Hazle un lugar en tu lectura; lo vale. Además, es breve.
      Un gran abrazo, Maestro.

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  5. Me acabas de recordar esta novela, en la que me fijé gracias a la reseña de Rosa. Es una seria candidata para que continúe conociendo a Edith Wharton. Yo también leí de ella Ethan Frome e, inexplicable e injustamente, no la he vuelto a retomar. El tiempo, ya se sabe, que no nos alcanza para leer todo lo que quisiéramos.
    Un abrazo

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    1. Yo había leído varias reseñas del libro; todas ellas auspiciosas. Te diría que basado en 'Ethan Frome', decidí incluirla en esta Trilogía personal. Y ha sido una grata sorpresa.
      Los devotos lectores de literatura debiéramos pedir -a quien correspondiera- una extensión del plazo que se nos ha asignado en esta vida. Pero sospecho que su aceptación nos volvería inmortales...
      Un gran abrazo para ti.

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