viernes, 29 de noviembre de 2019

Concierto literario. Nocturnos, Kazuo Ishiguro


Anagrama, 2010

I.

            Hace varios años –antes que al autor le otorgaran el Premio Nobel de Literatura- había leído una crítica con algo de sorna respecto de este libro, poco habitual por tratarse de una serie de relatos para quien fuera mundialmente conocido por sus novelas. La curiosidad y mi pasión por la combinación entre música y letras decidieron la suerte de este ejemplar que esperó hasta hoy, albergando la intención de equilibrar mis lecturas.

II.

            Cinco historias transitan estas páginas, donde se dan cita guitarristas, saxofonistas, violoncelistas y compositores como vehículos de sendas tramas, pero que en definitiva, a la hora de hacer balance, hablan del paso del tiempo en las relaciones de pareja, el abandono o el fracaso de sueños juveniles, la necesidad de adaptarse a las exigencias del mercado, combinado con la falta de inspiración o de talento y la bohemia natural de aquellos que se ganan la vida como virtuosos o simples sesionistas.

III.

            La estructura es propia del ámbito musical. La esposa del protagonista del primer relato es la protagonista –años después- del cuarto; la atmósfera veneciana irrumpe en el inicio como en el final. De esa manera, las historias narradas independientemente unas de otras –que se pueden leer por separado- mantienen un hilo conductor común, al igual que en una obra musical, dividida en movimientos. El conjunto, resulta un concierto literario.

IV.

            Casi todos los relatos tienen un final abierto, por más que el lector pueda suponer o entrever el curso de acción principal a posteriori; pero éste no está marcado en firme. En todos, existe una cierta contención de las emociones de sus personajes; una necesidad de llevar la tensión hasta un clímax, pero sin resolverlo. La sólida pluma de Ishiguro, amena y coloquial, unida a su arte de describir sentires de toda naturaleza, hacen del presente un trabajo propicio para iniciarse en el universo del autor.

10 comentarios:

  1. Me gusta mucho Ishiguro y he leído casi todas sus novelas. Con los relatos soy más perezosa, pero eso de que todos tengan un hilo conductor y que algunos personajes pasen de uno a otro siempre me anima.
    Sea como sea, es un autor muy versátil capaz de abordar cualquier género y de hacerlo siempre bien.
    Un beso.

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    1. Por el contrario, creo haber leído sólo 'Los restos del día' de sus novelas, aunque hay algunas más esperando.
      La estructura guarda relación con la composición musical y los relatos son muy llevaderos.
      Un beso para ti, Rosa.

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  2. La tengo en pendientes. No conocía tu blog. Me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece a través de mi perfil.
    Muchas gracias y un abrazo.

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    1. Bienvenida, Rocío. Este libro de Ishiguro es algo fuera de lo común o, por lo menos, distinto a lo que nos tiene habituados. Eso sí, mantiene ese estilo minucioso, detallista, donde los silencios son tan importantes como los diálogos.
      He echado un rápido vistazo a tu blog; apenas tenga tiempo me detengo en los escritos. Pero, ¡menuda mujer la que escribe! Hay que estar bien plantado para que el espacio lleve el propio nombre -son muy pocos, y en general, solo hablan de su obra-.
      Gracias por darte una vuelta por aquí. Un gran abrazo para ti.

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  3. Solo he leído del autor El gigante enterrado, una novela muy interesante por la reflexión que esconde. Tras recibir el Nobel, y por tanto con tantos comentarios a mi disposición tanto sobre este como sobre otros libros de Ishiguro, me quedé sin embargo con la impresión de que el que leí no es el mejor de sus libros. Tengo ganas por tanto de leer algo más suyo y tengo en concreto otras dos novelas en mente. Como me gusta también lo que cuentas de este libro y me atraen los relatos que, aunque independientes, tienen un hilo conductor y personajes comunes, sumo este título a mi ya interminable lista de pendientes.
    Un abrazo

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  4. Lamento contribuir a tu 'tótem' de pendientes. Es un buen libro, aunque quizás no a la altura de sus novelas más reconocidas. Sugiero 'Los restos del día' como algo a destacar. Y la peli 'Lo que queda del día', para el recuerdo.
    Ah!, aprovecho. Ya conseguí 'Reunión...'. Gracias por dar parte de su existencia.
    Un abrazo para ti, Lorena.

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  5. Leí “Lo que queda del día” por un amigo al que respetaba mucho en sus ideas literarias. que amaba dicha novela, -y la película-, fue una bonita experiencia, si hubiera sido por decisión mía, sin influencias no lo hubiera leído, d primeras no leo novelas con ese tema. Pero aprecié el sentido de sus escritos tanto como como el estilo. Supongo que es un novelista que debo descubrir, solo tengo esa novela de él, y es extraño, con mi manía acumulativa.
    Gracias Marcelo
    Cuídate

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    1. Sus novelas tienen un lado sensible, de las que imagino que Ud., más propenso al universo poético que yo, puede dar buena acogida. Como todo escritor, tiene altibajos, pero si le place la música -como se que así es-, en su lugar le daría una oportunidad.
      Eso sí, espero no acrecentar su lista de pendientes.
      Un abrazo, Maestro.

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  6. De Ishiguro tengo hace años, Pálida luz en las colinas, y siendo breve aún no sé porqué lo tengo sin leer. También me ha resultado atractivo éste que nos presentas, Marcelo, como bien dices, esa combinación de música y literatura en formato relato puede ser interesante.

    Salvando las distancias me recuerda a algo que comentaba Cortázar al escribir sus cuentos; más o menos que el ritmo tenía que ser "musical" para disfrutarlos plenamente, incluso buscaba la musicalidad de las frases, obviando determinadas reglas ortográficas, comas, puntos, etc.
    Un abrazo pibe!

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    1. Tengo varias novelas de Ishiguro esperando, pero quise probar con relatos. Y no están nada mal.
      Creo que los cuentos pueden darse el lujo de tener una cadencia propia, así como la música; no, en cambio, la novela o el ensayo.
      Indudablemente, quien puede opinar mejor de esto es el amigo Wine, cuya notoria inclinación hacia la poesía hace que nos aventaje.
      Un fuerte abrazo, campeón!

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