Siruela, 2016
Como
en el caso homónimo femenino, varias obras que hacen alusión al vínculo fraterno
esperaban su ocasión. Por ello decidí reunirlas bajo una misma etiqueta y así
exhibir distintos enfoques sobre él. Nuevamente, coadyuvaron en esta selección
el aliento librero sobre los títulos que han de formar parte, recomendaciones
de origen disímil –amigos lectores, reseñas de otros blogs afines, colegas del
área literaria- y el acceso a los mismos en ambos soportes: el electrónico y la
edición en papel.
I.
La historia se centra en Simon
Tanner, un jovenzuelo de veinte años, de palabra tan fácil y aplomada como
inconstante y voluble en cuanto a sus compromisos laborales. De hecho, no pasa
mucho tiempo en cada actividad donde se gana el sustento sin abandonarla al
poco, merced a las expectativas que pone en el inicio y la desilusión
posterior, al tratarse de colocaciones que mucho tienen de rutinario. Su
espíritu versátil, su esencia poética y romántica junto a la necesidad de
sobrevivir lo conducen a desempeñar distintos roles, de los que nunca se siente
satisfecho.
II.
Acompañan su derrotero el hermano
mayor, el doctor Klaus, quien resulta casi una figura paterna para Simon, con
su devoción hacia el deber y la estabilidad económica y afectiva. También se
halla la dulce hermana Hedwig –maestra- y Kaspar, artista, que oficia de
camarero en París, ambos menores que él. Por último, se hace una fugaz mención
al hermano encerrado en un manicomio, Emil, después de dilapidar todo su
talento natural.
La versión digital, gentileza de Epublibre
III.
El conjunto de los personajes combinan un
vacío existencial con el deambular bohemio en busca de trascendencia, todo ambientado
en una atmósfera de ensueño, que permite al protagonista formular un cierto
elogio de la desdicha -en la que se ve sumido varias veces-, como elemento
disparador para ser mejor persona. Así, Simon encarna al hombre que se propone disfrutar
la vida sin intención de obtener rédito alguno, intentando pasar desapercibido,
sin dejar de estar atento a las necesidades ajenas que le permitan poner de
manifiesto su capacidad de amar y de estar al servicio de los demás. En ese
aspecto, Simon es un espíritu libre.
IV.
Escrito en estilo coloquial aunque algo meloso, Walser interpela al lector
acerca de cuán necesario es transitar un único camino, cuando las puertas que se
nos pueden abrir son múltiples a cada paso y todas ellas derivarán en sendos
destinos válidos. Una novela distinta, de iniciación y de buceo personal; de
aprendizaje y de reflexión.