Planeta, 1980
I.
Esta lectura me había sido propuesta
por Selva, una compatriota del autor uruguayo de marras, merced a un comentario
compartido en otro espacio. Atento a la sugerencia, días después me hice de una
versión digital y quedó en espera. Fue una visita a una librería de usados en
el mes de Julio del año pasado donde esta primera edición en papel me
aguardaba. Recordé mi deuda y, a la vez que me lo llevaba, formulé mi
compromiso de leerlo en el año en curso.
II.
Habiendo recibido el Premio Planeta
de 1980, debe ser una de las obras pioneras en lo que hoy se conoce como novela histórica. Un personaje anónimo
recibe en legado un manuscrito de Manuel Godoy, valido y Ministro del rey Carlos
IV de España, el hombre fuerte de su gobierno quien, a modo de Memoria, narra
los hechos sobre la muerte de Cayetana, la famosa Duquesa de Alba, un día de
julio de 1802 -cuando contaba con cuarenta años de edad- tras una celebración
en su palacio de Buenavista.
III.
Los pormenores de su deceso despiertan
sospechas en las autoridades, por lo que el Rey en persona encarga una investigación
para desactivar los corrillos y templar las suspicacias. Los médicos se
inclinan a creer que unas fiebres contraídas en su viaje a Andalucía días antes
serían la causa de su muerte. Veinte años después, Manuel Godoy, ya anciano y exiliado
en Italia, recibe una carta de Francisco de Goya, el afamado pintor, quien adjunta
una copia del Capricho que lleva el título del libro, dando lugar a otra
posible explicación.
IV.
Orillando el género policial, la
novela abunda en personajes perfectamente delineados, con una construcción psicológica
encomiable, donde la perspectiva de cada uno de ellos aporta una mirada
distinta, tantas como desenlaces posibles. Destaco la composición del texto,
cuyas acertadas descripciones junto al auxilio que brindan un grupo de notas
logran que el conjunto de escenas alcancen una dimensión visual.
V.
Las tórridas pasiones que despierta
la Duquesa con sus modos libertinos están a la altura de las envidias que
generan en el resto de la Corte, las intrigas palaciegas que existen en torno
al poder y las implicancias políticas de la Europa de su tiempo, con Napoleón
Bonaparte en ciernes. En estilo ameno y coloquial, Larreta nos ofrece un thriller histórico magníficamente
concebido. Existe un film homónimo de 1999, a cargo de Bigas Luna, con Aitana Sánchez-Gijón y Penélope Cruz en el elenco. Horas de lectura bien invertidas.