sábado, 30 de julio de 2022

Tierra arrasada. El poder cambia de manos, Czesław Miłosz

 

Círculo de Lectores, 1981

I.

            Los hechos más triviales pueden oficiar como disparadores de lecturas. Departíamos entre amigos lectores, con algo de nostalgia, sobre las escasas ediciones actuales en cartoné que otrora solían revestir libros de colección, cuando recordé la existencia de este título, que una lectora transatlántica había recomendado hace ya largo tiempo. Aprovechando que mis lecturas se debatían entre gráciles relatos y sesudas novelas, decidí intercalarlo como elemento disruptivo.

II.

             Este texto recoge un hecho histórico dramático, si bien no compone una novela histórica al uso. En agosto de 1944 tiene lugar una insurrección en Varsovia contra la ocupación alemana. El Ejército del País (Polonia) no cuenta con armamento suficiente y, al poco, los barrios son reducidos por la artillería nazi. El ejército soviético, agazapado del otro lado del Vístula, espera el desgaste de los contendientes para invadir sin oposición el territorio polaco y llegar hasta Berlín.

III.

            El libro se encuentra dividido en dos partes: Verano de 1944 y Hasta el Elba. En ambas, su protagonista es Piotr Kwinto, un polaco en la treintena que, habiendo sido capturado por los rusos y tras cinco años de prisión, regresa a su tierra con la milicia soviética y encuentra una Varsovia devastada. Por toda compañía se halla el profesor Gil, antiguo docente universitario, que subsiste gracias a traducciones de libros clásicos para el nuevo Estado, y un puñado de personajes secundarios que encarnan al militante, al traidor, al pensador, al hombre de acción, al comunista y al fascista, entre otros.

IV.

             Miłosz exhibe una Polonia arrasada –que cambia de manos, entre nazis y soviéticos-, cuyo poder legal se refugia en Londres, mientras que las fuerzas locales, divididas entre las de extrema derecha y las comunistas, se debaten ante la resignada aquiescencia de la población, que entiende que nada puede hacer; sólo someterse a los poderosos de turno. Para colmo, un fuerte sentimiento antisemita impregna los debates que tienen lugar en sus páginas.

V.

            Con una prosa directa y coloquial, descripciones precisas, sin escenas cruentas ni golpes de efecto, el autor construye una ficción en la que a sus protagonistas, ante las circunstancias fatales del momento, solo les resta tomar el camino del exilio o encerrarse en sí mismos y refugiarse en las letras. Una novela que condensa un friso de época. Interesante para quien desee indagar en la Polonia del período y, a la vez, disfrutar de buena literatura.

lunes, 25 de julio de 2022

Tomar riesgos. Cosas pequeñas como esas, Claire Keegan

Eterna Cadencia, 2021

I.

            Accedí a la propuesta cuando me la ofrecieron, en razón de una buena experiencia previa en las letras de la autora y, sin más motivo que rescatarla del olvido, me pareció oportuno volver a ella después de algún tiempo. Lo cierto es que la puesta en común de la lectura conjunta nunca fraguó; sólo pude intercambiar pareceres con quien, por haberlo visto en mis manos, no tuvo mejor idea que adquirir el libro y leerlo. Lo que sigue es la historia tanto de su indignación –entendible, en virtud del contenido- como de mi entusiasmo lector.

II.

             Bill Furlong vive junto a cinco hijas y una esposa en un pueblo de la Irlanda rural. Es el encargado de proveer el carbón y la madera necesarios para calentar las casas de su gente, en un invierno de 1985 que se presenta particularmente crudo y donde la falta de recursos hace más difícil la supervivencia de todos. Un día, al efectuar la entrega de un pedido al convento local, una de las internas le ruega que la saque de allí y que la lleve hacia el río, donde está decidida a terminar con su vida.

III.

            Esta situación extrema impacta en el propio Bill, hijo de una madre que nunca ha revelado quién ha sido su padre. Madre que se ha puesto al servicio de una señora con recursos y que, gracias a ella, Bill ha podido lograr, con muchos esfuerzos, conformar una familia que lleva una vida sin mayores sobresaltos. Ahora, el azar le ha despertado la curiosidad de saber si su madre no habrá sido también una de esas internas que…

IV.

           Con escasez de elementos y páginas –que no llegan a la centena-, Keegan interpela al lector sobre una cuestión de carácter moral. Está claro que su protagonista puede hacer caso omiso y seguir negando una situación con la que ha tomado contacto fortuito –como tantos otros que, aun conociéndola, han decidido callar-, o bien asumir los riesgos que suponen cosas pequeñas como esas, con las consecuencias lógicas que deparará tanto en el ambiente familiar como en la sociedad aledaña el tomar partido por aquello que considera un acto de justicia.

V.

         En un estilo frontal y directo, sin golpes de efecto ni escenas que convoquen la empatía, Keegan compone una nouvelle basada en hechos reales –como bien lo explicita hacia el final de la misma- en la que se denuncia una situación de abuso –perpetrada por una comunidad religiosa- que ha tenido lugar hasta los umbrales del siglo XXI, con aquellas madres solteras que han buscado cobijo y protección de las habladurías y la condena social en conventos que, finalmente, las han explotado en condiciones ignominiosas. Un alegato rotundo, que merece ser incluido en la agenda de todo buen lector.

 

miércoles, 20 de julio de 2022

e-book 104. Historia de un desamor. Los enamorados, Alfred Hayes

La Bestia Equilátera, 2010
 

I.

            Novela propuesta por votación grupal, le di lugar más por respeto a los demás miembros que por convicciones propias. Es que no creo en los reader influencers que sugieren textos al común de los lectores, como era el caso. Debe ser que un afamado escritor me definió como lector nómade y, al fin y al cabo, después de meditarlo seriamente, decidí asumirme como tal.

II.

            Un hombre casi en la cuarentena se encuentra una tarde tomando una copa en el bar del hotel donde se hospeda, con la única compañía de una joven que también se halla en la barra. Él decide abordarla y aprovechar la ocasión para contarle en detalle su historia de amor. No sabremos ni su nombre ni el de la mujer de su relato; sólo, que ha pasado algún tiempo y le ha costado admitir su fracaso.

III.

            El protagonista –escritor, sin mayores señas- narra en primera persona –aunque, a veces, haga uso de la tercera- la historia de un desamor. Ha conocido a una joven, madre de una pequeña de cinco años, a quien no sólo ha cortejado y compartido su sexualidad, sino que ahora sospecha haber amado en cierta medida. Pero la aparición de un tercero, dueño de una solvencia económica atractiva para el futuro de aquella, termina por desbaratar la relación, dejándolo sin nada.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

            Lo interesante del texto es que su protagonista aborda un nutrido puñado de alternativas que podrían presentarse en una pareja. En ese aspecto, es un cúmulo de experiencias posibles, amén de las decisiones que sus personajes pudieran afrontar en ellas. Así, Hayes construye una suerte de decálogo de situaciones que ofrece una relación amorosa. Él, poco propenso a participar en un vínculo sentimental en el que, en el fondo, no cree o desestima. Ella, intentando vivirlo lo mejor posible, sin perder de vista la necesidad de asegurarse algunos recursos económicos –para sí y para su hija-.

V.

            Billetera mata galán, diría mi abuela, como síntesis de la historia. Pero Hayes le da una vuelta más, al depositar una mirada honesta en su narrador, quien intenta no sólo evaluar crudamente lo sucedido sino utilizar el dolor del fracaso como medio de seducción para iniciar una nueva conquista. Con reflexiones interesantes y escenas que cualquier lector compartiría, el texto adquiere verosimilitud y profundidad a medida que transcurren las páginas y los hechos. En estilo ameno y coloquial, el autor expone un universo de razones por las cuales amar, o dejar de hacerlo. Lectura ágil y fluida, con un sabor agridulce final.

viernes, 15 de julio de 2022

Mujeres inquietantes. Cacería de niños, Taeko Kōno

La Bestia Equilátera, 2022

I.

            Me llegó por propuesta de libreros amigos que habrían de abordar el título de marras; la autora me era totalmente ignota. La curiosidad se fortaleció al saber que tenía en mis manos una reimpresión, no un ejemplar de la primera edición de 2021; algo llamativo por aquí, donde el consumo de libros en papel ha bajado sustancialmente, no solo debido a la emergencia sanitaria de los últimos años, sino a la explosión que las ediciones en formato digital han tenido desde entonces.

II.

             Los nueve relatos que componen el volumen –escritos durante la pasada década de los ’60- están protagonizados por mujeres, la mayoría de ellas en su juventud, bajo diversas circunstancias. Quizás el nervio conductor de los mismos se encuentre en cierta inquietud que viven sus personajes que, tarde o temprano, deriva en tragedia o en perversión.

III.

            La seducción que produce un hombre con joroba en el teatro; una enferma de tuberculosis que cree más en una cura de reposo en la costa que en su medicación; una mujer que sospecha un embarazo no querido; otra, que detesta a las niñas, mientras compra ropa para niños; una joven adoptada que siente culpa por un trauma infantil, son parte de la extraña narrativa que la autora propone, en medio de atmósferas donde fantasía y realidad se entremezclan.

IV.

             Haciendo uso de un puñado de escenas violentas -donde el sexo se asocia al dolor físico, de neto corte masoquista- y otras desopilantes –como la que una supuesta moribunda comienza a dejar mensajes para la próxima pareja de su marido-, Kōno urde historias que desnudan el sometimiento femenino tras la hipocresía de un patriarcado, que se esconde bajo una supuesta igualdad de derechos que no es tal.

V.

            Con un estilo directo, algo mordaz y carente de sutilezas, Kōno se permite exponer claramente el rechazo a la maternidad así como el gozo pleno de la sexualidad femenina en alguna de sus protagonistas -algo que debe haber sido avanzado (y revulsivo) para la época en que fueron escritos los relatos-. Si además se les añade pensamientos salvajes en medio de la apacible vida cotidiana y finales que, por momentos, dejan perplejo al lector, el conjunto podrá ser del agrado o no de éste, pero nunca pasará inadvertido. Algo totalmente distinto, que brinda interesante material literario para el debate en grupo.

 

domingo, 10 de julio de 2022

Grandes novelas argentinas. 3. El limonero real, Juan José Saer

Seix Barral, 2021
 

I.

            Abordar la narrativa del autor suele ser un ejercicio poco frecuente. No se debe a una exposición intrincada como tampoco a una dialéctica abstrusa -cuyo destino último sería un cenáculo de iniciados-; para nada. Pero de ahí a entender que el preciosismo lingüístico de su prosa dista una enormidad de lo que se ofrece habitualmente como novela, aun siendo original, le hace flaco favor a sus escritos. Cuando me propusieron su lectura, simplemente no quise excluirme.

II.

             Wenceslao vive en una isla junto a su mujer. La pesca en el río que los rodea es su mayor fuente de ingresos, aunque también se acompaña de una economía de subsistencia. Es 31 de diciembre y sus cuñadas -y concuñados- se han de reunir para festejar el fin de año al otro lado del río. Pero una vez más, su esposa estará ausente. Ya han pasado seis años de la muerte del hijo de ambos –en la flor de su juventud- y ella aún guarda luto por él, cosiendo en las camisas de Wenceslao un festón negro. Nadie se explica por qué no deja atrás la página e intenta superarlo.

III.

            A partir de una frase –‘Amanece, y ya está con los ojos abiertos’- el lector accede a un universo descripto por pinceladas con las que, en cada ciclo –son varios- se van agregando detalles a la situación tanto como a la historia. La negativa de su mujer a participar en la fiesta; un desacuerdo con el dueño del bar; la presencia de las llamativas sobrinas que vienen desde los centros urbanos, son parte de una historia cargada de dolor, frustración, culpa, sexo y ausencia.

IV.

             Lo que ha vuelto memorable a esta novela no está en la trama de lo que sucede sino en la manera en que Saer construye el relato a través de una narrativa en círculos, con descripciones tan minuciosas como cinematográficas, de forma que el lector asiste a las escenas que el autor le propone. Además, toda la historia de Wenceslao -desde que arriba junto a su padre a esa isla siendo niño- se halla en su interior, logrando que la mezcla de pasado y futuro se vuelva un eterno presente, al igual que el limonero real al que alude el título, en el que coexisten los frutos con las flores, que se dispersan a su alrededor en una suerte de espiral excéntrica.

V.

            En un estilo puntilloso, a través de una filigrana de frases largas donde cada palabra cumple estrictamente su función y significado, Saer elabora cual orfebre una novela -que transcurre en un solo día-, donde lo temporal carece de su sentido normal y ofrece, a su vez, un drama familiar con cierto dejo de tristeza. Una lectura maravillosa, imposible de ser soslayada por todo amante lector.

martes, 5 de julio de 2022

e-book 103. El exilio del patrón. El farmer, Andrés Rivera

Alfaguara, 1996
 

I.

            Un ida y vuelta. Para oponer a la generación del ‘37, me solicitaron allegar algún título contemporáneo y afín al gobierno de Juan Manuel de Rosas –no los hay; la mayoría de intelectuales (opositores) se habían refugiado oportunamente en la Banda Oriental- y sólo se me ocurrió éste, escrito por un autor local algo más de un siglo después del deceso de aquél. El debate entrañaba riesgos varios. No obstante, ante la propuesta de una lectura conjunta, mi amor por la historia nacional hizo que no pudiera negarme.

II.

            Figura polémica la de Rosas en estas tierras, Rivera se vale del final de su vida -exiliado en una granja en Southampton, Inglaterra- para hacer un balance repartido entre reflexiones y sentires, que bien pudieron haber sido los del personaje evocado. El hombre que supo concentrar en sus manos la suma del poder público (no solo asumir el Poder Ejecutivo sino también funciones legislativas y judiciales) mediante un plebiscito en la ciudadanía, es ahora un pobre viejo enfermo, solo, despojado de todos sus recursos económicos, que sobrevive en tierra extraña en gran medida gracias a la caridad ajena.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

III.

            Si a la fama de sanguinario frío que le precede (“hace el mal sin pasión”, diría el Sarmiento del texto) se le añade el mote de primer tirano que sus adversarios liberales le han propinado (por eso, al gobierno de Perón se le llamó la segunda tiranía), está asegurada la pirotecnia ahora que el protagonista repasa su vida lejos de sus posesiones y, con mucho de nostalgia y una pizca de rencor hacia quienes fueron beneficiarios de su política y ahora le dan la espalda, se prodiga en meditaciones acerca del ejercicio del poder, como la siguiente

            ‘Demoré una vida en reconocer la más pura y simple de las verdades patrióticas: quien gobierne podrá contar, siempre, con la cobardía incondicional de los argentinos.’

IV.

            Párrafo aparte merece la carga sexual que Rivera acentúa en su personaje, como si fuera incapaz de domeñar la pulsión del instinto y le debiera dar rienda suelta toda vez que aflorase. La asociación entre el fin del acto sexual y la actividad de ordeñe de las vacas resulta un acierto del autor. Una sexualidad que se extiende aún después de la muerte de su esposa que, al decir de Rosas, sabía ser buena ordeñadora.

V.

            En estilo campechano –tal como lo requiere un hacendado rústico pero no iletrado-, Rivera compone un texto rico en contrapuntos, medias expresiones y silencios propios de un patrón de estancia en un prolongado exilio final. Una adecuada lectura para iniciarse en la historia del país.