viernes, 25 de abril de 2025

e-book 178. La vida como interpretación. Abel, Alessandro Baricco

Anagrama, 2024
 

I.

               El título fue propuesto como lectura inicial del año en curso en un taller. Cuando indagamos sobre el texto, nos preguntamos a qué trasnochado se le ocurrió sugerir un western. Andando las páginas, notamos que este rótulo es tan equívoco como el del libro La vegetariana de Han Kang. Si bien está ambientado en el tiempo de la Conquista del Oeste, lo cierto es que Baricco lo utiliza para hablarnos del carácter provisional de nuestra vida, entre otros tópicos.

II.

                Esta historia tiene un protagonista de exclusión: se llama Abel Crow, un joven que ha aprendido a valerse de las armas –un pistolero-. Es el hermano mayor de David, el pastor; de Joshua, el alocado; de Samuel, el inversor; de Isaac, que solo estuvo con ellos poco tiempo y de Lilith, la sagaz hermana menor. Narrada en primera persona en su mayoría, relata la vida de Abel y sus hermanos, desde que su madre los abandonara a su suerte, aun pequeños –por quien no guardan simpatía, como es de esperar- y la noticia que ésta será ahorcada en un pueblo vecino, razón por la cual Lilith tiene un plan de rescate.

III.

               Acompañan a los hermanos un puñado de personajes secundarios que robustecen la trama. Allí está el Maestro, quien le ha enseñado a disparar –y algunas cosas más- a Abel; el juez Macaulay, que intenta poner entre rejas a los malos y liberar a los buenos; Hallelujah Wood, amante díscola y displicente del pistolero, quien estuvo cautiva de los indios Dakota, y su supuesto padre, algo enfermo ya.

La versión digital, gentileza de una amiga lectora

IV.

                La novela no es lineal; abunda en analepsis y prolepsis, en una alternancia frecuente, de manera que mantiene las expectativas acerca de la suerte de su personaje principal –y el de su madre-. Yendo a la trama, Baricco plantea la dificultad de adquirir una identidad definitiva, lo que se logra con el paso de los años y las experiencias de vida que van jalonando nuestro acontecer. Por otra parte, las ideas de bien y mal, las creencias, búsquedas y revelaciones se desdibujan en un entorno donde la continuidad de una vida responde solo a una cuestión de interpretación.

V.

               El estilo literario obedece a las letras del autor: un protagonista con claroscuros; una prosa poética con cierto lirismo; la construcción de imágenes y atmósferas en base a escenas memorables y diálogos cortos, en clara oposición a las descripciones. La nota opaca es la excesiva presencia de reflexiones filosóficas que no están a tono con el escenario elegido. Así y todo, el libro se disfruta merced a la contundencia de los hechos y a la brevedad del mismo. Para tener en cuenta.

domingo, 20 de abril de 2025

Verdes valles, colinas rojas. 1. La tierra convulsa, Ramiro Pinilla

Tusquets, 2004
 I.

               Adquirí la obra completa porque tuve la fortuna de hallar los tres volúmenes que la componen y sabía que, a lo largo de sus más de 2500 páginas, el autor vasco brindaba a sus lectores una epopeya sobre un pueblo y una aldea –Getxo- de los que yo no sabía nada. Así, la obra hubo de esperar una docena de años hasta que me sacudiera el reparo de su extensión y la encarase de a poco, tratando de paladear con tiempo buena literatura. Las líneas sobre los demás ejemplares irán apareciendo a lo largo del año.

II.

                Esta historia se sitúa en Getxo, entre 1889 y 1942. La edición advierte inmediatamente la problemática de su construcción: no sólo brinda un plano del lugar donde tiene lugar la épica, sino que la edición se ha tomado la molestia de presentar un cuadro genealógico al inicio del libro, donde evidencia la complejidad de la narración que habrá de exhibir, dada la multitud de personajes que se habrán de dar cita durante el desarrollo de la misma.

III.

                En esta ocasión, Pinilla abre un debate importante: ¿cuánto esfuerzo implica mantener el statu quo y qué probabilidad de éxito tiene, ante un mundo en cambio constante? Cristina Oiaindia, verdadera matrona, casada con Camilo Baskardo, un rico industrial, intenta inculcar en sus hijos el respeto a la tradición y a los valores de los vascos fundadores, de quienes desciende. Pero una arribista joven, que responde al nombre de Ella, descalabra la paz social cuando anuncia su embarazo, fruto de su unión con Camilo. La puja por la herencia se desata.

IV.

               La historia es rica en anécdotas, y está a cargo de dos narradores: don Manuel -quien, a la sazón, era un jovenzuelo de catorce años-, y de Asier Altube, discípulo de aquél cuando mayor, que interpela a su maestro con opiniones propias e impide su salvaguarda en la nostalgia y la melancolía. Los dos, junto a la maestra del pueblo, compondrán un triángulo amoroso, con su carga de frustración e irrealización.

V.

               De estilo coloquial y ameno, con sinnúmero de escenas rayanas en lo bizarro y otras que dan cuenta de la naturaleza vascuence –que tiende a realizar apuestas por la más mínima razón-, Pinilla construye un universo literario que tiene como objeto reflejar la idiosincrasia y el pensamiento vasco, que se nutre en un pasado no siempre cristalino pero evocado como valioso. La muerte de la primera generación en 1942 sólo dispara la codicia de los sobrevivientes. Narrada en los alrededores de 1968, la novela recoge distintas miradas acerca de lo sucedido. Una obra para seguir de cerca y no abandonar. Recomendable para quienes desearan iniciarse en las letras del autor.

martes, 15 de abril de 2025

La gran familia americana. Las correcciones, Jonathan Franzen

Salamandra, 2012

I.

               Venía recomendado por diversas fuentes y parecía un boom editorial tras alzarse con el National Book Award en 2001; por eso lo adquirí apenas se lanzó en español. Pero el ejemplar, voluminoso, siempre quedaba relegado. Para colmo, el paso del tiempo acumuló otros títulos del autor –aun pendientes-. Entonces, tras una docena de años, decidí poner fin a tamaña espera.

II.

                Los Lambert componen una típica familia de clase media americana. Oriundos del Medio Oeste, solo Alfred y Enid, los progenitores, se han quedado en St. Jude; sus tres hijos han migrado hacia el Este y las escasas visitas que se prodigan solo ocurren por el movimiento de los padres. Alfred –un ingeniero ferroviario jubilado- comienza a lidiar seriamente con un Parkinson avanzado, mientras Enid se ha propuesto firmemente que en las próximas Navidades se reúnan en su casa, esperando ansiosamente la llegada de hijos y nietos.

III.

               Mientras, sus hijos –entre la treintena y cuarentena- afrontan otros problemas. Gary, el mayor, es vicepresidente de un banco y, acaso, el más exitoso de los tres, pero debe lidiar con un cuadro depresivo crónico y la presión que ejercen sobre él su esposa y sus tres vástagos. Chip, profesor universitario, se ha quedado sin empleo tras una denuncia de abuso y ahora se ve enredado en un proyecto turbio que lo lleva a Lituania. Y Denise, afamada chef, padece cierta inestabilidad emocional que la conduce a amoríos bisexuales e indefiniciones. Así, están dadas las condiciones para que todos los jóvenes opongan reparos para concretar el sueño de su madre.

IV.

                Existen varios puntos sobresalientes en esta novela. Primero, la composición de los personajes, cada cual con su propio carácter y manera de ser. Luego, la mirada del autor sobre la sociedad norteamericana que, a medida que se súper tecnologiza más se vacía de afectos. Los protagonistas intentan realizar las correcciones necesarias para que las obligaciones y el grado de frustración no los sometan definitivamente y puedan mantener una fachada si no de felicidad, al menos de equilibrio. Al fin, todos los tópicos que la sociedad actual debate están presentes: la falta de atención hacia los mayores, el uso extendido de fármacos, la abulia de los más chicos, la indefinición sexual, la tentación del dinero fácil y una necesidad imperiosa de exhibir, ante propios y extraños, una imagen de éxito. En definitiva, un resumen de la gran familia americana.

V.

               Fluido y ameno, con profusos datos locales que anclan temporalmente el texto, muchas escenas conmovedoras y otras tantas graciosas, que vuelven ágil a toda la obra, Franzen nos entrega un libro para reflexionar, con algo de sorna e ironía, pero siempre entretenido. Sin la solidez de la novela de Philip Roth, me hizo recordar a Pastoral americana. Ambos, grandes títulos para disfrutar y no dejar pasar.

 

jueves, 10 de abril de 2025

e-book 177. Desde La Gran Manzana. La trilogía de Nueva York, Paul Auster

Anagrama, 2016
 I.

               Alguien había propuesto este título para compartir lectura a mediados del pasado año, pero no alcanzó el quorum necesario. Descartado, volvió a cobrar relevancia tras la muerte de su autor, aunque tampoco concitó interés. Se me ocurrió proponérselo a una amiga lectora quien tampoco lo había leído y aceptó el desafío. En suma, lo elegí porque se cumplen los cuarenta años de la aparición del primero de los libros que componen esta trilogía. Una suerte de homenaje.

II.

                Los tres libros tienen como nervio conductor historias que pertenecen al género policial, sólo que el azar se halla omnipresente en ellos modificando la trama. Así, no son policiales al uso sino reelaboraciones que revisten mucha originalidad. En Ciudad de cristal, un escritor de novelas de misterio –bajo seudónimo- padece un bloqueo literario hasta que una noche, muy tarde, un llamado por teléfono lo sacude: buscan a un detective. Después de aclarar la situación y repetirse a los días, decide hacerse pasar por la persona y ver qué depara el equívoco.

III.

               En Fantasmas, un investigador privado es contratado para seguir a alguien. Lo único que tiene que hacer es vigilarlo. Para ello, le han conseguido una habitación frente a la estancia de su vigilado. Solo tiene que elevar un informe semanal, y percibirá un cheque. Estamos en 1947 y el investigador abandona por un tiempo a su novia y todo lo que le rodea. Lo que no sabe es que pasarán varios meses y nada ocurrirá. Finalmente, en La habitación cerrada, el protagonista repasa toda la historia compartida con un amigo de la escuela a quien idolatraba, muchos años después, cuando la esposa le notifique no solo la desaparición de aquél, sino que le confiará todos los escritos inéditos, para ver si se pueden publicar.

La versión digital, gentileza de EpibLibre

IV.

                Los elementos literarios que aparecen en los distintos trabajos responden al género por antonomasia. Existen juegos de espejos, personajes ambiguos, golpes de efecto y guiños al lector –como el hecho de que el propio autor aparezca como personaje en uno de ellos-. Lo que los vuelve diferentes respecto del policial clásico es la aparición de aspectos metafísicos envueltos en medio de enigmas, sospechas, vínculos extraños y casos de locura o delirio.

V.

               En estilo ameno y coloquial, con diálogos bien provocados y escenas significativas, Auster exhibe una innovación literaria. En lo personal, me hubiera gustado haberlo leído cuando salió, pues recuerdo el éxito editorial de esa época; llegué tarde. Hoy, mis expectativas han estado por encima de lo que el material me ha ofrecido. No obstante, es recomendable lectura para quien disfruta del género policial.

sábado, 5 de abril de 2025

Sin sosiego. Mágico, sombrío, impenetrable, Joyce Carol Oates

Alfaguara, 2015
 I.

               Lo apunté apenas aparecieron las primeras reseñas. Hasta ese momento, no había leído nada de la autora; sólo contaba con su biografía novelizada de Marilyn –libro que leería medio año después-. Pasado el tiempo, sus obras fueron acumulándose entre las pendientes y, tras casi una década de espera, decidí aliviarme de aquél segundo ejemplar, toda vez que Oates ha seguido escribiendo con buen ritmo.

II.

                No parece haber mucho en común entre un nieto que acompaña a su abuela a una corta cirugía, una pareja mayor a quienes molesta los ruidos provenientes de los vecinos, un joven universitario que decide trabajar ad honorem en un zoo, o una mujer que se cuestiona si seguir con su novio mientras le teme a un mastín, entre otras circunstancias. Sin embargo, en esta colección de trece relatos, ninguno de sus personajes parece estar cómodo con su acontecer. Como si algo funesto estuviera a punto de ocurrir –o ya hubiera ocurrido- y ahora solo resta esperar el desenlace.

III.

               Ordenado en cuatro partes –en cuya última sólo hay un relato, que es más bien una novela corta-, Oates va desgranando miedos, angustias y una serie de pensamientos relacionados con la soledad, la vejez, la enfermedad, el abandono, la desaparición de objetos de nuestro entorno, que contribuyen a crear una atmosfera de incertidumbre quitándonos el sosiego que nos brinda una vida previsible. Hasta se da el lujo de contarnos qué piensa el fantasma del joven que acaba de morir en un accidente de tránsito.

IV.

             Los protagonistas de estos relatos viven momentos de zozobra o de cambios notorios, en sus vidas o en la perspectiva de su mirada –una joven que sale de un aborto, una mujer en tratamiento oncológico que cree que su marido busca sustituta, una joven adoptada que no encaja con su familia de adopción-. Destaco particularmente los dos últimos relatos: el que le da título al libro –con una entrevista al poeta Robert Frost sui generis- y el último –Parricidio- con un final epifánico. Entre ambos, pagan el ejemplar y compensan los altibajos que pudieran presentar el resto de los trabajos.

V.

            Con una prosa cuidada, descripciones de situaciones y sentires muy precisos, el uso adecuado de recursos literarios –como el monólogo interior- y en un estilo ameno y fluido, Oates repasa un sinnúmero de emociones, capaces de quitarnos la tranquilidad que ofrecen la rutina y la repetición. Un buen umbral literario para adentrarse en el universo ficcional de la escritora.