I.
El título fue propuesto como
lectura inicial del año en curso en un taller. Cuando indagamos sobre el texto,
nos preguntamos a qué trasnochado se
le ocurrió sugerir un western.
Andando las páginas, notamos que este rótulo es tan equívoco como el del libro La vegetariana de Han Kang. Si bien está
ambientado en el tiempo de la Conquista del Oeste, lo cierto es que Baricco lo
utiliza para hablarnos del carácter provisional de nuestra vida, entre otros
tópicos.
II.
Esta historia tiene un protagonista de
exclusión: se llama Abel Crow, un joven que ha aprendido a valerse de las armas
–un pistolero-. Es el hermano mayor de David, el pastor; de Joshua, el alocado;
de Samuel, el inversor; de Isaac, que solo estuvo con ellos poco tiempo y de Lilith,
la sagaz hermana menor. Narrada en primera persona en su mayoría, relata la
vida de Abel y sus hermanos, desde que su madre los abandonara a su suerte, aun
pequeños –por quien no guardan simpatía, como es de esperar- y la noticia que
ésta será ahorcada en un pueblo vecino, razón por la cual Lilith tiene un plan
de rescate.
III.
Acompañan a los hermanos un
puñado de personajes secundarios que robustecen la trama. Allí está el Maestro,
quien le ha enseñado a disparar –y algunas cosas más- a Abel; el juez Macaulay,
que intenta poner entre rejas a los malos y liberar a los buenos; Hallelujah
Wood, amante díscola y displicente del pistolero, quien estuvo cautiva de los
indios Dakota, y su supuesto padre, algo enfermo ya.
La versión digital, gentileza de una amiga lectora
IV.
La novela no es lineal; abunda en analepsis y
prolepsis, en una alternancia frecuente, de manera que mantiene las
expectativas acerca de la suerte de su personaje principal –y el de su madre-. Yendo
a la trama, Baricco plantea la dificultad de adquirir una identidad definitiva,
lo que se logra con el paso de los años y las experiencias de vida que van
jalonando nuestro acontecer. Por otra parte, las ideas de bien y mal, las
creencias, búsquedas y revelaciones se desdibujan en un entorno donde la
continuidad de una vida responde solo a una cuestión de interpretación.
V.
El estilo literario obedece a las letras del autor: un protagonista con claroscuros; una prosa poética con cierto lirismo; la construcción de imágenes y atmósferas en base a escenas memorables y diálogos cortos, en clara oposición a las descripciones. La nota opaca es la excesiva presencia de reflexiones filosóficas que no están a tono con el escenario elegido. Así y todo, el libro se disfruta merced a la contundencia de los hechos y a la brevedad del mismo. Para tener en cuenta.