jueves, 15 de mayo de 2025

Puritanismo victoriano. Unos ojos azules, Thomas Hardy

Mondadori, 2009
 I.

               Lo postergué más de una docena de años al enterarme que al autor se le reconoce más como poeta que como novelista. Tras su última novela –que, al parecer, la crítica demolió-, abandonó el género y se dedicó a la poesía, justo con el cambio de siglo. Fue una mención, aparecida en un libro sobre recursos de la ficción, quien lo devolvió a la vida y aseguró su lectura.

II.

                Hacia fines del siglo XIX, en la costa de Cornualles, Christopher Swancourt, el rector y párroco de Endelstow, solicita a un arquitecto londinense la reparación de su rectoría, en especial de su torre, que amenaza con derrumbarse. Por ese motivo, envían a Stephen Smith, un auxiliar, a que tome medidas edilicias. Es su hija Elfride quien lo recibe una noche ventosa. Cerca de alcanzar la veintena y con escaso roce social, Elfride y Stephen se enamoran. Él regresa al poco como invitado y se prometen. Cuando pide la mano de Elfride, su padre le rechaza porque Stephen no pertenece a su clase. En principio, ambos deciden fugarse y casarse clandestinamente, pero Elfride se arrepiente y se separan, hasta que Stephen logre dinero y renombre.

III.

               Al poco, el señor Swancourt contrae matrimonio –por conveniencia- con su vecina, capaz de introducir a Elfride en el ámbito social de la clase acomodada. Así un pariente lejano, Henry Knight –un escritor quien fuera el mentor de Stephen, y algo mayor que éste- es invitado a pasar unos días en la rectoría, donde conoce a Elfride –quien aun espera el regreso de Stephen-. Un accidente une a la pareja, que decide prometerse y casarse. Pero, el pasado de la joven y el regreso de su prometido genera un clima de desasosiego poco propicio para una boda.

IV.

               En esta novela, Hardy plasma una serie de características del puritanismo victoriano: una mujer no solo tendrá que mantener su honradez y pureza, sino que también deberá aparentarlas; es imposible contraer matrimonio entre miembros que pertenezcan a distinto estrato social, salvo que la nobleza de la mujer pueda verse igualada por la riqueza del pretendiente; la palabra empeñada tiene valor de promesa, etc. El triángulo compuesto por una bella, aunque inexperta y algo voluble heroína, tironeada entre un aprendiz sin recursos y un galán cuyo conocimiento de la naturaleza femenina pertenece solo a la cultura libresca hacen la delicia del lector, por más que remate en un desenlace previsible.

V.

               En estilo ameno y directo, con una prosa elegante, personajes bien construidos psicológicamente, escenas oportunas y diálogos que confieren solidez a la obra, Hardy entrega una novela costumbrista donde exhibe los problemas que surgen de la naturaleza del amor, la esencia del deseo y las imposiciones que regían las conductas sociales de su tiempo. Una lectura amable y entretenida.

2 comentarios:

  1. ¡Hola!

    No conocía esta novela, pero toca temas que me interesan, así que no descarto leerla. ¡Muchas gracias por tu reseña!

    Nos vemos entre páginas
    La vida de mi silencio

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    1. Gracias a ti, por darte una vuelta por aquí! Espero que sea de tu agrado. Saludos!

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