sábado, 28 de octubre de 2023

Al acecho. Plenilunio, Antonio Muñoz Molina

Alfaguara, 1997

I.

               Fue mi debut con las letras del escritor andaluz, de las varias que aun esperaban su momento. Me incliné por ella debido a que era la primera en ser incorporada al tótem de pendientes y, además, en edición en papel. Parece que la novela ha sido exitosa, puesto que la primera edición data de marzo de 1997 y el ejemplar en mis manos, de tan solo un mes después. Por otra parte, al no frecuentar más que esporádicamente el género policial, supuso un aire de renuevo en mis lecturas.

II.

                Un maduro inspector de policía acaba de volver tras muchos años de ausencia a su ciudad –probablemente, la Úbeda natal del autor-, trasladado desde el País Vasco (Bilbao), para esclarecer el salvaje crimen de una niña. Como única compañía, cuenta con los consejos de quien fuera su mentor cuando adolescente -un padre confesor partidario de la República- y unos pocos indicios que brinda la maestra de la niña.

III.

               Ambientada durante la transición española, el traslado no ha sido solo una cuestión profesional: su esposa ha debido ingresar en una institución psiquiátrica después de ser acosada por llamados telefónicos con amenazas de una muerte inmediata. Mientras el protagonista comienza a indagar y a atar cabos, su decadente entorno de soledad, noches en vela y alcohol, se ve modificado por la cercanía de la docente, con quien logra intimar. Así, al acecho y a la espera de un nuevo intento, la trepidante trama alcanzará su clímax hacia el desenlace.

IV.

                En esta novela magistral, en la que no falta ningún elemento propio de un policial negro al uso, Muñoz Molina anuda diversos planos. Por un lado, está el terrorismo que persigue las huellas del policía; por otro, la psicología de un pedófilo maníaco, incapaz de concretar su deseo y luego está la dicotomía en que se debate el inspector entre mantener su matrimonio o darle cauce a un nuevo amor. Todo ello, envuelto con plenas referencias al sangriento pasado de la Guerra Civil. Un cóctel explosivo, imposible de abandonar.

V.

               De estilo frontal y directo, con lenguaje coloquial y algunos modismos regionales, escenas crudas –que pueden herir la susceptibilidad de los lectores-, una adecuada construcción psicológica de los personajes y ciertos tonos románticos que no amenguan la tensión principal sino que la consolidan, el autor ofrece una obra que contiene todos los arquetipos que la convierten en un friso de época. Muy recomendable.

lunes, 23 de octubre de 2023

Escrituras sobre el río. e-book 139. Litoral bárbaro. No es un río, Selva Almada

Random House, 2020


 

I.

               Imaginé que el contrapunto podía ser interesante. Por un lado, estaba la polvareda de tierra adentro que proponía Travacio; por el otro, la silente presencia del río, elemento infaltable en la prosa de Almada. Además, dos escritoras cuyas letras se hallan en plena vigencia, de edades cercanas entre sí y oriundas de provincias vecinas, eran demasiada tentación como para no incluir ambos trabajos como lecturas para un mismo mes.

II.

                Enero Rey y el Negro deciden irse de pesca con motivo de inaugurar el nuevo bote de este último. Para ello han dispuesto tomarse unos días y visitar un lugar de la costa en la que habitan rayas de río, de buen porte. Como siempre, incluyen en la excursión a Tilo, el hijo adolescente del fallecido amigo Eusebio. El pez suele ocupar el lecho del río, lo que hace necesario mover el agua. Cuando se eleva desde el fondo, Enero dispara tres balas sobre él y lo suben a bordo. El ruido llama la atención de los chiquillos de la zona y, tras estos, a los adultos locales.

III.

                Lo que en principio se inicia como una aventura entre amigos, se complica con la llegada de Aguirre, un lugareño que, viendo el tamaño de la pieza cobrada al río –su río- por parte de tres desconocidos, se incomoda. Pero lo que realmente termina irritándolo es saber que, en vez de ofrecer el pez a su gente, Enero no tuvo mejor idea que devolverlo al agua cuando ya empezaba a pudrirse. Con ello se avecina la tragedia.


La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                Almada utiliza frases breves, con mucho diálogo entrecortado y algunos silencios elocuentes. Así, mientras teje la trama de esta salida de pesca, va deslizando las historias de los protagonistas desde que se conocieron cuando chicos; la visión de un Ahogado que persigue a Enero, la muerte de Eusebio y la ‘adopción’ de Tilo, todo mediado con historias de pueblo, en la que no faltan ni el curandero ni las habladurías de la gente.

V.

               De estilo directo, con ritmo lento y cadencioso –como quien narra una historia alrededor de un fogón-, Almada construye una novela breve donde se dan cita la amistad, el amor, la fraternidad, en medio de agua, fauna y flora vernácula, que incluye la reyerta típica de un litoral bárbaro. En suma, un relato bien hilvanado y trepidante hasta su desenlace. Otra bocanada de aire renovado en las letras argentinas, que sugiero tomar en cuenta.

miércoles, 18 de octubre de 2023

La prisión rusa. Un día en la vida de Iván Denísovich, Alexandr Solzhenitsyn

Tusquets, 2009


 I.

               Fue una grata sorpresa el haberlo encontrado en el estante de una librería que no suelo visitar. Sin dudarlo, me hice del ejemplar porque ya era un título faltante –corría mayo de 2014- y suponía que la situación iba a ir para peor. Habiendo tomado nota del tiempo transcurrido, y que sólo había visitado el célebre Archipiélago Gulag del autor, me pareció oportuno incluir el título como lectura del año en curso.

II.

                La historia que narra es un día completo en la vida de Iván D. Shújov durante su paso por la prisión, un amigo del autor a quien le endilgaron 10 años de trabajos forzados en Siberia por haberse dejado capturar por los alemanes y, por ello, ser sospechado y acusado de traidor y colaborador. No solo detalla cómo cada recluso ordena su día en pos de cumplir la tarea diaria que se le asigna al grupo al que pertenece, sino de los problemas que acarrea caer enfermo, o no alcanzar la meta propuesta para ese día que, en todos los casos, siempre conduce a una disminución de la ración de alimento diaria, ya de por sí escasísima –cuando no se acompaña de aislamiento, pero con trabajo-.

III.

               El libro asume carácter testimonial al describir la rotación de los condenados en el sistema penal; las condiciones infrahumanas a que son sometidos ya por los guardianes, ya por los propios capataces de grupo; los problemas que genera la hostilidad de un clima tan riguroso gran parte del año; en suma, la vida cotidiana en una prisión rusa. Todo configura una denuncia del Gulag carcelario de Stalin, donde uno debería sentirse feliz de poder contar la historia si llegara a alcanzar la libertad. Las condenas pueden alargarse por cualquier tontería.

IV.

                La novela resulta hipnótica. Describe con lujo de detalles el quehacer del protagonista, desde que amanece hasta que vuelve a su descanso, no sólo narrando su comportamiento sino también haciendo conocer a los lectores aquello que piensa y el porqué de ese pensamiento, siempre en aras de no ser castigado, de conseguir algunos elementos en el mercado negro -tabaco, por ejemplo-, en una palabra… de sobrevivir, en un entorno de competencia y camaradería entre reclusos, no exento de la presencia de soplones.

V.

               Con una prosa descarnada pero fluida, escenas de crudo realismo y diálogos bien provocados, Solzhenitsyn construye una novela que refleja el acontecer diario en un campo de trabajo donde el único alivio es que el termómetro marque 42° (bajo cero) para no tener que salir a trabajar. Un libro breve que contiene una obra testimonial más que valiosa. Para no dejar pasar.

viernes, 13 de octubre de 2023

e-book 138. El desquite. Como si existiese el perdón, Mariana Travacio

 

Las afueras, 2020

I.

               Me había propuesto encarar algo más voluminoso, en la creencia que sería más divertido –y no lo era-. Por eso, al poco decidí dejar aquél para momentos más oportunos y, en su lugar, incluir este título, que venía sugerido por amigos lectores, junto a otro material posterior de la misma autora. Para colmo, días después se lanzaba al ruedo un nuevo trabajo de ella, bajo otro sello editor. Solo cabía decidirse y llevar a cabo la experiencia.

II.

                Tenía un año Manoel, el narrador, cuando se quedó huérfano, haciéndose cargo de él su abuela, hasta que falleció. A partir de ahí, fue el Tano quien lo crio y acompañó a crecer. Una tarde aparece uno de los hermanos Loprete buscando a Pepa, su mujer. Tras una confusión y malos entendidos, Loprete termina acuchillado y sepultado. Al día siguiente, los hermanos del anterior vienen indagando acerca de su paradero. Alguien dice algo de más y se desata la tragedia.

III.

               Una tragedia que lleva larga data, pues en la huida hacia la casa de la hermana del Tano en otro pueblo, Manoel se entera que el padre de los Loprete ha sido el responsable de la muerte de sus progenitores, al querer abusar de su madre. Para colmo, de los nueve hermanos Loprete, la mayoría están locos. Pero los cuerdos cuentan con los recursos que brinda la tenencia de campos de agua, en esa tierra tan desértica como llana. Lo que sigue es una historia de venganza y desquite.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                Ambientada en medio de una aldea polvorienta, sin refugio de árboles, con un sol de justicia que aguijonea la vida cotidiana, sin lluvias y con el viento como único aliado para paliar en algo tanto calor, Travacio narra a través de una prosa directa y escasez de palabras, algunos silencios elocuentes y escenas crudas y violentas, el desarrollo de una obsesión llevada hasta sus últimas consecuencias, donde también existe lugar para los gestos fraternales, de amistad y lealtad, sin eludir el peso de la responsabilidad que se asume.

V.

               En suma, una novela breve, contundente y bien llevada, donde la tensión se mantiene de manera trepidante hasta su desenlace. Por momentos, me recordó a Borges, Saer, Tizón y a los mejores ejemplares de la literatura gauchesca nacional, sin descartar elementos de la poética de Juan Rulfo. Algo totalmente distinto que tuve el placer de disfrutar y, por ello, recomendar abiertamente.

domingo, 8 de octubre de 2023

Cordones. La vida está en otra parte, Milan Kundera

Sudamericana, 1986


 I.

               Esta relectura ha formado parte de una opción grupal. Sospecho que el puñado de lectores que nos hemos dado cita albergábamos nuestros recelos acerca de la vigencia de este material, otrora tan visitado. Es que a fines de los ’80, Kundera era un must literario; sobre él convergían las letras provenientes del otro lado de la Cortina de Hierro. Para colmo, el auge de la psicología del personaje abonaba sus trabajos. Motivados por su reciente deceso, nos propusimos volver a ellas.

II.

                Desde sus orígenes, Jaromil encarna el destino de un ser -¿poeta?, ¿soplón policial?, ¿un alienado?- que se debate entre su apego inconmensurable a su patria y una devoción absoluta a su madre. Son estos cordones los que habrán de unir toda la novela. Porque no es solo el ombligo al que hacemos frente desde el nacimiento, sino también a un régimen que se adueña de nuestras vidas porque creemos en él y porque no conocemos otro.

III.

               El libro narra en siete partes la vida de Jaromil, un niño con ciertas habilidades intelectuales para la poética, a quien su madre alentó hasta el cansancio. Ya adolescente, se enamora de una empleada de supermercado, a quien corteja y espera. Cuando un día ella se retrasa, ante su insistencia, le confiesa que su hermano habrá de dejar Checoslovaquia de forma clandestina. Jaromil se ve en la obligación de denunciar tal hecho, por lo que ella y su hermano habrán de afrontar el devenir. Al avanzar la historia, ella vuelve después de largo tiempo de prisión y se revela la verdad. De él poco más se sabe; su muerte temprana ha tenido lugar en el ínterin.

IV.

                En el texto sobresalen dos capítulos. El primero, la historia de Javier, un alter ego con el que el protagonista se evade de la ominosa realidad; una suerte de encarnación onírica. El otro, el destinado al Cuarentón: un aspecto de la mentira –y su consecuencia nefasta- en un estado totalitario. Destaco la minuciosa y acertada construcción psicológica de los personajes, tanto como su ambientación en aquella Checoslovaquia soviética, donde la delación estaba considerada un acto de patriotismo.

V.

               Con prólogo de Carlos Fuentes y alternando una narrativa por momentos tradicional, a veces onírica –con reminiscencias de Breton, Verlaine y Baudelaire, entre otros- y polifónica casi siempre, Kundera rinde homenaje a Rimbaud desnudando la fuerza que subyace en los vínculos más primitivos –hacia la madre, hacia el lugar de origen, etc.- que hacen al sentido de pertenencia de cada ser humano. Algo ardua -aunque nada compleja- y de fluidez amable, la obra mantiene el brillo que supo conocer. Letras para no dejar caer en el olvido.

martes, 3 de octubre de 2023

Escrituras sobre el río. e-book 137. El noble (di)vagar de un enfermo. 4. Sobre los ríos que van, António Lobo Antunes

 

Random House, 2014

I.

               Apenas se tradujo esta obra, los comentarios –escasos, aunque auspiciosos- renovaron mis preferencias por el autor luso. Pero hube de esperar significativamente su llegada en versión digital, pues su edición en papel nunca circuló por estos lares. La idea de establecer la presencia del río como elemento convocante hizo que lo incluyera bajo este marbete, y la larga ausencia de sus textos entre mis lecturas aportó el resto.

II.

                Este libro, al que no podría definirse como novela ni como ensayo –más bien, una suerte de memorias sui generis- compila reflexiones que el propio autor recoge entre el 21 de marzo y el 4 de abril de 2007, a través de capítulos diarios, mientras convalece de una cirugía de colon que se le practicara oportunamente en Lisboa.

III.

                Con el dolor que acecha e incapacitado para cualquier otra cosa que no sea la espera que mejore su salud en el posoperatorio, Lobo Antunes se remite a evocar algunos momentos de su infancia en el pueblo, particularmente cuando acompañaba a su padre a las excursiones en el río Mondego, en esa época ya tan lejana. Es que, cuando el malestar arrecia, parece natural que tendamos a consolarnos recordando un período donde todo era candor e inocencia.

La versión digital, gentileza de Biblioteca Secreta

IV.

                Destaco la prosa poética elegida por el autor y su estilo narrativo. Por momentos, el texto resulta ecléctico: intercala aquellas escenas infantiles con la realidad de su internación actual. Como si el efecto de los analgésicos definiera raptos de lucidez, seguidos de dolores agudos y el fantasma de la muerte que ronda, que hacen necesaria la fuga a esos tiempos donde todo era descubrimiento y aventura. No es casual que el libro comience con la presencia (fantasmal) de su abuelo leyendo el diario y su abuela, ambos muertos largo tiempo atrás.

V.

               Con escenas emotivas, reflexiones interesantes sobre la vida que fluye –al igual que ese río Mondego- evocando una niñez feliz, este texto ambulatorio entre el pasado más remoto y el incómodo presente, no encarna otra cosa que el noble (di)vagar de un enfermo. Original tanto en su estructura como en la forma de ensamblar recuerdos, es un libro que despierta la empatía del lector y deja poso para meditar.