I.
Un hecho fortuito -la Feria de Editores local, realizada virtualmente- brindó la ocasión para hacerme de las obras en español de esta escritora alemana, años después de su visita a nuestra Feria de Literatura y su presentación del libro de marras. La curiosidad sobre la actualidad literaria teutona hizo el resto.
II.
Schoch es el narrador y protagonista de esta historia; un hombre que promedia la cuarentena, vive solo en un espacioso apartamento alquilado y posee un puesto de trabajo como operario. Desde el inicio, saca a relucir ciertos tics e iteraciones propios de una psiquis inestable. Al poco, hace su aparición Zielinski, un supuesto ser normal, atildado y pulcro en extremo, que construye -con ayuda de obreros- una caja de madera de amplias proporciones dentro de la habitación mayor de Schoch, y se instala en ella, con la sola compañía de una silla bajo la araña de iluminación, y un bastón con empuñadura.
III.
A continuación, Schoch narra su propio deterioro mental y su dependencia cada vez mayor de Zielinski, como si su figura se convirtiera en el último bastión de realidad que le queda, después de abandonar su trabajo, atrasarse con el pago del alquiler, perder el control con la vecina y que le corten los servicios esenciales, sin eludir el estado de abandono y sordidez en que se halla. Pero, ¿existe realmente Zielinski, o es una construcción de quien ha iniciado un viaje hacia la locura?
IV.
Jäckle elabora un personaje cuyas obsesiones y condiciones compulsivas lo van conduciendo hacia un estado de enajenación mental, con paulatina pérdida de los parámetros de realidad y memoria. Así, la novela discurre como un thriller psicológico con tintes policiales, que mantiene la tensión narrativa hasta su desenlace. Con una prosa de frases cortas y reiteraciones propias de un enfermo, la autora describe con maestría actitudes patológicas producto del caos mental del protagonista.
V.
¿Pueden la soledad y la falta de comunicación hacer deslizar hacia la locura a un ser humano psíquicamente inestable? El mundo en el que vivimos, ¿es tan amplio como creemos, o es que también residimos -como Zielinski- dentro de nuestras cajas de madera? ¿Hasta qué punto -o bajo qué circunstancias- no nos convertimos en 'pequeños engendros de la estupidez', como señala el protagonista? En suma, una interesante novela que indaga en nuestras inseguridades y miedos.