miércoles, 31 de enero de 2024

e-book 146. El letargo de los ignorantes. Tango satánico, László Krasznahorkai

 

Acantilado, 2017

I.

               Lo apunté ni bien concluí un magnífico trabajo, reseñado con antelación, con la fortuna de haber compartido su puesta cinematográfica, a cargo del talentoso Bela Tarr. Apenas estuvo disponible su versión digital me hice de ella, pues el título de marras jamás hasta hoy conoció estas tierras. Si bien el egregio director húngaro también llevó a la pantalla grande su mirada sobre esta obra, desistí de buscarla debido a su extensión (su duración sobrepasa las 7 hs.).

II.

                Tres astrosos vecinos de una aldea han trasegado durante todo un año con el ganado y llega la hora de recibir su paga. Pero los dos que han ido al cobro se quieren quedar con la parte del tercero –que se ha quedado en la casa de uno de ellos, en la cama con la mujer de éste-. Así comienza la historia de quienes vivían de una ‘explotación’ y que al cerrar, sólo dejó a estas pobres gentes, al médico, al director de escuela y una madre de cuatro hijos, en un medio fangoso, hediondo y sin mayores perspectivas.

III.

               Estructurada en dos partes de seis capítulos cada una, el lector asiste a una sórdida historia de recelos y vigilancia recíprocas y un deseo enorme de marcharse del lugar para asentarse en otro con posibilidades de trabajo y bienestar, pero el conjunto es incapaz de abandonarlo y, para colmo, dicen que el bribón de Irimiás y su secuaz Petrina –dos soplones de la policía, a quienes se daban por muertos- están volviendo a la aldea. El centro de reunión social es la fonda, donde tendrá lugar un baile de tango y el descubrimiento de una tragedia.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                La falta de trabajo, la soledad, la lujuria y la pobreza de este puñado de familias que desean escapar de su entorno sin saber cómo y casi sin recursos, son el nervio conductor de esta ópera prima señera, que se extiende como una burla socarrona –no exenta de humor- sobre una sociedad dominada por el costumbrismo, los bajos instintos y el letargo soporífero que conlleva la ignorancia más supina. Al final, el más ingenioso y locuaz se quedará con los réditos.

V.

               Con párrafos kilométricos, sin descanso, la lectura se vuelve ardua. No es fácil mantener la concentración. Además, Krasznahorkai alterna la trama central con las historias de cada familia, de las que va goteando información con el correr de las páginas. Pero la narración no elude temas políticos, religiosos ni filosóficos. En gran medida, hay una mirada existencialista que recorre todo el texto. Con escenas dramáticas y algunas desopilantes, es un libro de largo aliento; quizás no para cualquier lector, pero más que interesante. Por si fuera de utilidad, está entre los cinco mejores títulos de mi 2023.

viernes, 26 de enero de 2024

Pelibro 29. The Hot Spot

                Fue un librero amigo quien me lo recomendó. Me sentí inseguro, porque no destino tiempo a thrillers pero, ante su insistencia, lo llevé. Poco después recordé haber visto en la pantalla grande el film, por lo que ideé esta combinación que presento.

Libro

ZONA CALIENTE

Charles Williams (La Bestia Equilátera, 2016)

             Harry Madox lleva una vida errática. En la medianía de los treinta, desembarca en un pueblo de mala muerte y, a poco de andar, demuestra ser buen vendedor de autos usados. Pero el incendio de una hamburguesería cercana le permite tomar conciencia de cuán fácil sería perpetrar el robo del banco local.

Su presente se desgrana entre coquetear con Gloria Harper, la curvilínea e irresistible jovencita que lleva los libros del jefe Harshaw –en un negocio de préstamos en una oficina paralela-, o enfrentar los embates de Dolores Harshaw, esposa de éste y mucho menor que él, que halla en Harry un material de entretenimiento personal. Así, todo está dado para que se cometa el robo y salgan a flote algunos tópicos que anclan en el pasado.

Harper es víctima de un lugareño, Sutton, quien ha tomado fotos suyas en situación comprometida y la chantajea. La Sra. Harshaw solo espera lograr un nuevo y último ataque al corazón de su cónyuge para librarse de él y heredar. Mientras tanto, tiende trampas para asegurarse a Harry, cuando él y Gloria han decidido retirarse y vivir juntos en el Caribe –tras el atraco, claro-.

Todo este policial –de los mejores- sostiene la tensión hasta el final. Imposible despegarse del texto antes de su conclusión. El desparpajo y la sensualidad de la Sra. Harshaw, la obsesión objetiva del robo en Madox y el enamoramiento de Harper -de quien pudiera llevarla fuera y lejos de ese lugar aburrido-, son las piedras basales de este thriller con notorios matices sexuales, que tan bien desarrolla Charles Williams.

De prosa fluida y coloquial, ritmo trepidante y con la construcción de una atmósfera que responde propiamente a los libros de suspense, el conjunto de elementos hace de la novela un modelo en el género. Si a ello le añadimos un desenlace magistral, imprevisible y sin fallas, todo indica que estamos ante una obra sui generis. Sigo creyendo que si existe un buen final, un cierre redondo, la novela no puede menos que ser buena.

Para disfrutar tanto a quienes aman el género policial, como a los lectores en general. El libro fluye rápidamente y deja un buen sabor final. Para no dejar pasar. Apropiado para un entorno de descanso y relajación. 

Film

LABIOS ARDIENTES

Dennis Hopper (Orion, 1990)

            Había visto el film en el tiempo de estreno. Las potencias de los artistas en los roles principales ameritaban que así fuese. En el apogeo de sus carreras y de su belleza física, tanto Don Johnson como Virginia Madsen y la juvenil Jennifer Connely, prometían buenos momentos.

               Yendo a la realización, el film se apega bastante bien a la historia, aunque mejor al espíritu con que fue concebida la obra de Charles Williams. Realmente, es un thriller de alto voltaje, con un Harry Madox (Johnson) en su tinta, sacando jugo a su erotismo tanto como a su parquedad y una Gloria Harper (Connelly) que se debate entre su angelical adolescencia y su sexualidad a flor de piel. Pero los aplausos y el reconocimiento se lo lleva Dolores Harshaw (Madsen), componiendo a una femme fatale clásica, quien no deja cabo suelto para llevarse el premio mayor. De cabo a rabo, la versión de Hopper rinde sus dividendos.

               La banda de sonido se adapta bien al entorno cansino y moroso del pueblo donde se desarrolla la trama. El elenco secundario –un puñado de actores- consolidan el trabajo de las figuras estelares y el conjunto se disfruta mucho. La fotografía y la cámara tienen el tino de saber repartir el contraluz cuando es debido –sobre todo en las escenas de desnudos- y la iluminación plena en el resto del film –que incluyen un semidesnudo de Connelly-.

               En suma, una buena combinación de suspense, intriga policial y sexo que mantiene la tensión hasta el final, al igual que el libro original. Para pasar un buen rato en familia o con amigos.

Testimonio del Pelibro 29


domingo, 21 de enero de 2024

Lo que existe está en nuestra cabeza. La amante de Wittgenstein, David Markson

Sexto Piso, 2022

I.

               Había visitado una más que entusiasta reseña de un amigo lector transatlántico, quien pudo hacerse de un ejemplar en una edición antigua. Por aquí no hallé signos de existencia alguna –llegué a creer que el título no llegó nunca-. Cuando a fines de 2022 una librería amiga me anunció el arribo de esta nueva edición, salí disparado cual poseso en su busca y un año después propuse el mismo a mi círculo íntimo de compañía lectora. Éxito total.

II.

               Kate es la protagonista de esta ficción literaria –decididamente, no encaja como novela-. Parece ser la única sobreviviente de la raza humana, puesto que no hay nadie a su alrededor. Ha estado en varios museos del mundo y ha arrancado los marcos de ciertos cuadros para poder calentarse durante el crudo invierno. Ahora vive en una playa, tras haber quemado casas. El lector asiste así a un legado que en forma de un diario de escritura –con intermitencias temporales- da cuenta de las reflexiones y recuerdos de una mente fragmentada.

III.

               El texto es tan ecléctico como cautivante. Kate va desbrozando en primera persona no solo los detalles de su vida –roza el medio siglo, tuvo un hijo que murió, fue displicente con el amor y con el sexo, etc.- sino que va repasando sus ideas acerca del arte en la cultura occidental de manera sináptica; conectando una cosa con otra sin un recorrido fijo ni lineal. En ese aspecto, por sus páginas transitan desde la Odisea hasta Picasso, pasando por Beethoven, James Joyce, Brahms, Roger van der Weyden o Artemisia Gentileschi, por citar algunos.

IV.

                ¿Cuál es la magia de este libro? En los devaneos y recorridos mentales de Kate, Markson utiliza en gran medida una idea que Ludwig Wittgenstein desarrolla en su Tractatus Logicus – Philosophicus, a saber: aquello que no puede ser contado, no existe. En el caso de Kate, ella se pregunta –e interpela a los lectores- si todo lo que existe está en nuestra cabeza, aun aquello que nunca se hará realidad –aunque potencialmente pudiera realizarse-. Como si el cerebro albergara el cúmulo de posibilidades futuras y no solo guardara aquello que ha sido, como una evocación.

V.

               El libro resulta original en su estructura y en el desarrollo. El estilo narrativo es un tanto arduo, pues a veces obliga al lector a concentrarse –y en otras, a volver atrás-, pero no es nostálgico ni tampoco carece de un humor sutil. El conjunto, entonces, es una larga meditación acerca de la importancia del lenguaje, del lugar que ocupan la memoria y la locura y la absoluta soledad que depara la incomunicación. En suma, una propuesta rara, densa, disruptiva; es decir una obra maestra. ¡No dejéis de leerlo! Mi agradecimiento a Yossi Barzilai por su recomendación.

 

martes, 16 de enero de 2024

e-book 145. Aprendizaje nómade. Butcher's Crossing, John Williams

 

Lumen, 2013

II.

                Will Andrews es un joven de veintitrés años; ha dejado atrás un futuro promisorio en Boston. Hijo de un pastor, se ha dirigido a Butcher’s Crossing, en el Oeste, para contactar a J. D. McDonald, un hombre a quien su padre admiraba, curtidor y vendedor de pieles. Éste le ofrece un empleo contable, pero Will esperaba ganar conocimiento de vida y dedicar sus pocos ahorros a la caza de bisontes. Para ello, se asociará con Miller, un cazador, y se hará cargo de los costos de la expedición. Con él, junto a un desollador profesional, un carretero y poco más que vituallas irán en busca de los animales que, hace una década atrás, Miller ha visto en un alta llanura lejana.

III.

               Aun con todas las prevenciones, las cosas no salen como eran de esperar. Es cierto que pueden cazar y hacerse de las pieles de innumerables bisontes pero, el afán de Miller de ir por más los retrasa y el invierno los toma desprevenidos. Deberán construir un lugar donde vivir, y adaptarse a las inclemencias de la naturaleza, en una convivencia cada vez más austera y aislados de todo contacto con la civilización.

La versión digital, gentileza de Ana Blasfuemia

IV.

                En una situación extrema, Williams narra en detalle las grandezas y miserias humanas que afloran desde lo profundo de los personajes, tratando de sobrevivir en condiciones paupérrimas, con la ilusión de una venta que los volverá ricos. Para el joven Andrews, lo que comienza como un aprendizaje nómade, madurará en él a un hombre adulto, sin tener claro aun su camino, pero confiado en sus pasos.

V.

               Con una prosa austera, ríspida y seca como el perfil de sus protagonistas, Williams construye un western de iniciación, donde no faltan los desafíos, los momentos de amor ni la tragedia. Al fin y al cabo, ese pueblo fantasma es tan parte de la historia de E.E.U.U. como la fiebre del oro o su guerra de secesión. Ameno y coloquial, el texto fluye dejando cierto sabor agridulce. Para quienes hayan disfrutado con la visión naturalista de Walden, de Thoreau, es buena opción.

I.

               Mención especial hago a mi entrañable Ana B., quien tuvo la generosidad sin límites de enviarme esta edición cuando yo aún balbuceaba acerca de los soportes digitales y trataba de aprender mediante ensayo y error. No descubrí este título gracias a ella, pero testimonio su proverbial entrega y paciencia con este lector periférico, que mucho le debe. He perdido contacto, pero valgan estas humildes palabras como reconocimiento a su espacio y a su desinteresada entrega.

jueves, 11 de enero de 2024

Estados de conciencia. El libro de los susurros, Varujan Vosganian

 

Pre-Textos, 2011

I.

               Lo apunté tras una entusiasta reseña aparecida hace una docena de años; mas la decisión de adquirirlo se debió a otros factores coadyuvantes. Primero, el haber tomado conciencia que antes del Holocausto judío fue el genocidio armenio –una militante, alumna de un colegio de la colectividad, solía pegar stickers recordatorios en el ómnibus en que viajábamos cuando se acercaba su conmemoración-. Finalmente, pensé en un tributo a la familia Kendikian, quienes dieron trabajo a mi madre en épocas difíciles y a quienes les he cobrado enorme cariño.

II.

                Es un libro magnífico, de cabo a rabo. El narrador –imagino que el propio escritor-, comienza a desgranar gran parte de su biografía personal, a partir de la historia de sus abuelos –materno y paterno-, intentando acumular toda la información que, entre reuniones familiares, sociales y políticas, le han legado a través de testimonios ad hoc. Es ese pequeño –hoy adulto- el que transmite los avatares del pueblo armenio, radicado en varios pueblos rumanos tras ser perseguidos, con sus esperanzas y flaquezas, en aras de recuperar aquella tierra prometida, después de pasar de mano en mano en la repartija de territorios tras el fin de la Segunda Guerra.

III.

               Pero Vosganian algo nos lega en su narración: es la conciencia de cuán importante es el recuerdo personal y colectivo, para que todos aquellos que fueron parte de nuestro acervo cultural, familiar y de representación étnica no caigan en el olvido. En ese aspecto, nos compromete a ser memoria de los que no están. En la medida en que los recordemos, no habrán sufrido el escarnio, muerto en vano ni ser olvidados. Cuando el poder nos domina y oprime, sólo nos queda expresarnos mediante susurros.

IV.

                Lo maravilloso del texto es que no intenta ser una diatriba ni denuncia alguna sobre ese genocidio que tuvo lugar entre 1915 y 1923, donde un millón de armenios perdieron la vida. No se regodea en ese horroroso pasado, sino que tiende a contarnos con equilibrio -¿y compasión?- sobre los hechos, al estilo de crónica; sin hacer juicio de valor. Particularmente, el capítulo 8 se vuelve tan crudo como esclarecedor.

V.

               Con un estilo ameno, cotidiano, coloquial en grado sumo e intención de confiarle al lector una historia que tiene mucho de confesión y memoria colectiva, Vosganian expresa una serie de estados de conciencia, que no son otra cosa que un esfuerzo magno de reunir en un solo texto gran parte de la historia del pueblo armenio durante el pasado siglo. Me ha agradado sobremanera, por lo que ha sido incluido entre mis diez mejores lecturas del año. Si no sabéis nada acerca del pueblo armenio, éste debiera ser el libro a visitar.

sábado, 6 de enero de 2024

Migrantes bengalíes. Tierra desacostumbrada, Jhumpa Lahiri

Salamandra, 2010
 

I.

               Me subí a un vuelo de cabotaje en abril de 2014. Era al alba y me costaba coordinar. Cuando me desmayé sobre la butaca de la cabina e intenté reclinar mi cabeza noté que mi vecina, al otro lado del pasillo, sacaba un libro y comenzaba a leer. La versión de este libro estaba en inglés y recordé otra imagen: la de una lectora transatlántica arrojando –literalmente- por la ventana un título previo de esta autora. Apenas regresé me hice de él y, tras nueve años de espera, aquí está.

II.

                Este libro cuenta con dos partes bien definidas. En la primera, se reúnen cinco relatos sin conexión entre sí; en la segunda, se narra en tres capítulos la historia de dos jóvenes que se conocen desde niños, la vida los separa y después de mucho se vuelven a encontrar ya adultos, en tierra extraña. En todos los textos, uno o varios personajes principales son de origen indio.

III.

               Así, la visita de un padre viudo a su hija nuevamente embarazada y sin ejercer su profesión; la presencia de un joven desgarbado y becario en la vida de una mujer casada; el pasado no expuesto que surge al asistir a la boda de una amiga; la bondad de una hermana que intenta rescatar del alcohol a su hermano y un compañero de habitación que recibe un llamado para su amiga india de parte de la otra pareja de su pretendiente, son los temas que aborda Lahiri en la primera mitad. En la segunda, pareciera algo habitual que bengalíes de vida acomodada se reúnan en el extranjero y una vez establecidos deseen armar una familia, con fortuna dispar.

IV.

                Los relatos, sin embargo, más allá de la trama, permiten entrever cómo se adaptan los migrantes bengalíes a sus lugares de recepción, cómo intentan sostener ciertas costumbres adquiridas en la infancia sin por ello perder independencia en sus decisiones y tratando siempre de mantener el delicado equilibrio que implica aprovechar las ventajas que se les ofrece en sus destinos, sin renunciar del todo a la aferrada identidad que los une a sus familias de origen. En ese aspecto, el texto exhibe las obligaciones que responden a mandatos tradicionales –la responsabilidad entre hermanos, los matrimonios acordados entre clanes, etc.- y las peripecias del diario vivir bajo otros hábitos.

V.

               Con una prosa fluida y amena, Lahiri maneja con solvencia diálogos interesantes y numerosos silencios que ocultan hechos y pensamientos no expresados –para no generar polémicas-, en aras de guardar las formas. Las diferencias generacionales entre bengalíes, y sociales con el resto del mundo están bien retratadas en este libro que compila el acontecer de aquellos que viven fuera de la India –y pueden costearse un estudio superior-. En suma, una propuesta interesante, que parece reflejar la vida de los jóvenes indios en el exterior.

lunes, 1 de enero de 2024

Pelibro 28 y e-book 144. Bajo el volcán

             Tenía el texto en la versión digital, después de que fueran muchos los excelentes comentarios acerca de las virtudes de esta obra de Lowry. Alguien me sopló que existía un film dirigido nada menos que por John Huston. Tras idas y vueltas, pude hacerme de una copia del DVD, con la finalidad de evaluar ambos trabajos.


E- book 144


Malcolm Lowry (Tusquets, 1997)

              Es rara la literatura. Existen libros que tardaron muchos años en ser escritos y terminaron siendo bodrios lastimosos; y otros, que han conocido la fama y el renombre, fueron pergeñados en el transcurso de una noche. Diez años después de su concepción, Malcolm Lowry pudo ver editado éste, su título más reconocido.

               Geoffrey Firmin, ex cónsul británico en México, transita el Día de los Difuntos de 1938, una celebración festiva para la población local. Enfermo de alcoholismo, solo desea el regreso de Yvonne, su esposa, quien lo abandonara un año atrás, después de alguna infidelidad -que parece incluir a su medio hermano menor, Hugh, quien ahora convive con él-. Es ése fortuito y anhelado regreso de Yvonne justamente esa mañana la que dispara la serie de acontecimientos que concluyen en su ¿previsible? desenlace.

               ¿Qué elementos han llevado a que esta novela sea considerada una obra maestra? En mi humilde opinión, goza de la mejor descripción de una borrachera mayúscula. No la he vivido en carne propia, pero le creo a pie juntillas que debe ser así. Por otra parte, el protagonista mantiene la esperanza en que tanto su mujer como su hermano podrán redimirlo del alcohol y de su depresión crónica, pero es incapaz del esfuerzo que supone mirar al futuro con optimismo.

               La novela es poliédrica. Mientras asistimos a los pormenores del derrotero de Firmin en ese día, el texto comienza un año después, entre comentarios que se suscitan entre dos jugadores de tenis: el doctor Arturo Díaz Vigil, médico de aquél, y Jacques Laruelle, un francés que pudo conocer las mieles de la señora Firmin y guarda una infancia común con el Cónsul. Existen saltos temporales que enriquecen la trama. Además, todo el desarrollo se encuentra enmarcado por la sociedad de Cuernavaca –donde tiene lugar el relato-, que oscila entre dos volcanes eruptivos: Popocatépetl e Iztaccíhuatl.

               Mas no se agota en la trama del Cónsul. Lowry describe entre líneas la pobreza mexicana, la dominación por los acaudalados y la inquina con que toleran a los extranjeros –en 1937 el presidente Cárdenas había nacionalizado el petróleo, que estaba en manos foráneas-. El cóctel resulta explosivo y justifica en gran medida el final.

               De estilo coloquial, la extensa narración fluye lentamente. Con escenas logradas y diálogos jugosos, Lowry construye el acontecer de un alcohólico descreído, que ha perdido el sentido de su vida. No solo es recomendable: quedará entre los diez mejores libros leídos en 2023.


Film


John Huston (Regia Films, 1984)

               La realización a cargo del memorable John Huston se apega bastante bien al texto original de Lowry aunque, por razones que considero de estética o que hace a la tensión del desenlace, se ha permitido cambiar algunas escenas, de manera de afianzar la atmósfera trágica que sobrevuela todo el film.

               Tanto la ambientación como la fotografía capturan con solidez el entorno social en el que se desarrolla la historia y cuenta con un rotundo acierto, para mi apreciación, que es la presentación de los títulos, donde monigotes de calaveras y esqueletos se mueven libremente en una divertida danza ritual al son de una música rítmica y simple, en plena alusión al día en que ocurren los hechos que se han de exhibir. La banda sonora a cargo de Alex North ha sido, desde el vamos, el primer hito.

               Yendo a las actuaciones, a una Jacqueline Bisset (Yvonne) en la plenitud de su belleza, la acompañan un correcto Anthony Andrews (Hugh) y un elenco que cumple con creces el guión, pero la interpretación de Albert Finney en el rol de ese cónsul despechado y descreído, borracho hasta cuando parece sobrio, se lleva todas las miradas y los aplausos. La composición del personaje es casi perfecta. El problema con ello es que, ante tamaño despliegue, la historia sólo se soporta sobre él, quitándole brillo y volviendo planos el resto de roles.

               Además, la puesta carece del sórdido ambiente que rodea a los alcohólicos, y otros personajes que aparecen en el libro de Lowry fueron directamente anulados; quizá esto también le ha quitado matices a los personajes acompañantes.

               Así y todo, el conjunto sale airoso en su intento de adaptar a los tiempos del cine una novela más compleja y densa. Sólo por ello, es un notable mérito. En contra de la crítica que ha infravalorado este trabajo de Huston, es una buena adaptación que se disfruta. Para ver y rever.

Testimonio del Pelibro 28