I.
No quería despedir el año sin encarar
las letras de uno de mis escritores más queridos. Este irlandés, quien nos
visitara en agosto de 2015, dueño de una prosa singular -bastante cercana a la
de autores locales-, no deja de sorprenderme. Sus historias se caracterizan por
ser cotidianas, sin brillo, de las que extrae siempre una luz de esperanza aún
de las circunstancias más sórdidas, como las presentes.
II.
La novela posee dos protagonistas temporalmente
separados. Treefrog es un linyera, un homeless
que ha excavado una minúscula cueva en lo alto de un túnel donde pasan trenes
subterráneos y sus pocas pertenencias yacen desperdigadas en el interior de la
misma, a merced de las ratas o del frío glacial que se filtra por las
alcantarillas de la Nueva York de 1991. El otro, Nathan Walker, es un joven
negro que en 1916 cavaba ese mismo túnel por debajo del East River y al que un
reventón lo catapultó a la superficie del gélido río junto a un par de
compañeros.
III.
Centrada en la vida de Walker,
McCann va intercalando capítulos del acontecer de Treefrog: sus vecinos, su
manera de ganar centavos para proveerse de alimento y protegerse del invierno y
la historia personal que lo ha llevado a ese modo de vida. En cambio, se
extiende en la biografía del primero, que toma por esposa a la hija de un
compañero fallecido en aquel accidente –una blanca pelirroja de ascendencia
irlandesa- y narra las vicisitudes tanto de la curiosa pareja como de su prole,
ante el racismo más acérrimo.
IV.
A medida que transcurre el tiempo,
ambas historias se van enlazando hasta volverse una única hacia el final, donde
se exponen las razones por las que Treefrog ha llegado a ese estado de abandono,
sin familia ni otra referencia mayor que las luchas que sostiene con otro de
sus vecinos, que ejerce violencia de género sobre una mujer de igual condición.
La necesidad de hacer justicia con ella tanto consigo mismo lo empujan a
enfrentar su turbio pasado y dejar atrás la oscuridad del túnel que le dio
cobijo hasta entonces.
V.
Destaco la estructura elegida por
McCann para hacernos llegar dos tramas que se van fundiendo, la composición de
sus personajes, su estilo directo y fluido, que mantiene la tensión narrativa
hasta el desenlace, dejando un mensaje de redención, tan apropiado para este
período de celebraciones. Si apareciera en alguna librería de viejo, no lo
dejen pasar.