lunes, 27 de noviembre de 2023

Relatos exóticos. Bravo & Cruel, Denton Welch

 

La Tercera Editora, 2020

I.

               Lo puso en mis manos un librero amigo, después de preguntarme si conocía al autor. Ante mi negativa, me sugirió no dejarlo pasar. Su inclusión entre mis lecturas se debió al jovenzuelo protagonista del libro de P. Cameron Algún día este dolor te será útil quien, en medio de los diálogos se pregunta por qué la gente no lee a Denton Welch. Finalmente, una amiga lectora, al saber que lo encararía, se alegró mucho pues lo tenía entre una de sus mejores lecturas. ¿Se necesitaba más?

II.

                La retahíla de relatos que componen el texto es, cuanto menos, exótica. Welch utiliza en algunos de ellos elementos autobiográficos, como expresiones populares de su residencia en Shanghái –donde nació-, veraneos en la playa entre niños o viajes en barco, para narrar pequeños despertares de conciencia. En otros, se vale de observaciones del entorno, personajes solitarios o de encuentros casuales para desarrollar prejuicios sociales o fantasías rayanas en la locura.

III.

               Así, no parece haber nada extraño en organizar un picnic río arriba, aunque éste tenga lugar dentro de un cementerio. Como tampoco resulta llamativo que un supuesto piloto de aviación proponga matrimonio a una señorita, a quien acaba de conocer. Acaso la madre joven de un púber, ¿no puede bailar toda la noche a bordo de un crucero? En todos los relatos, existe una situación inicial disparadora que conduce hacia un desenlace inesperado.

IV.

                Destaco la prosa tan sucinta como directa de la que Welch hace gala para exponer los miedos, angustias y soledades en los que se debaten sus protagonistas, muchas veces agobiados por la mirada acusona de los demás, incluso de su propia familia. Con frases breves y diálogos escuetos, el autor construye microuniversos donde también se dan cita ciertas epifanías. En un plano más literario, es notable el equilibrio interno que mantiene cada propuesta, sin caer en lo cursi o banal.

V.

               De estilo ameno y coloquial, por momentos divertido, emotivo de a ratos, con escenas que sugieren una imaginación fecunda pero siempre contundente, el conjunto se disfruta por su frescura y novedad. Para quien no suele encarar narrativa breve –como quien escribe- el libro no deja de ser una auspiciosa sorpresa. Con un breve prólogo, a cargo de Luis Chitarroni -que sólo busca poner en contexto al autor y su obra-, la colección resulta altamente recomendable.

miércoles, 22 de noviembre de 2023

El Cuarteto de Alejandría. 4. Clea, Lawrence Durrell

Debolsillo, 2009

I.

               Última entrega de este Cuarteto, donde se develan algunos detalles de lo sucedido después, durante los años de la Segunda Guerra. En realidad, el conjunto de la trama parece haber concluido en el volumen anterior y ésta sólo aporta un cierre a todas las historias de sus personajes. El narrador y protagonista vuelve a ser Darley, el escritor. Han pasado años y su regreso a una ciudad destruida guarda aires de nostalgia.

II.

                Este final incluye su reencuentro con Clea, la pintora, con quien intenta rescatar el pasado común a través de un tórrido y efímero romance que, al igual que sus recuerdos, se desvanece lentamente en un presente signado por la fatalidad y la decadencia. Así, cada uno de los protagonistas ha sufrido en carne propia los avatares del paso del tiempo y las limitaciones que ha impuesto la guerra. V.g., Nessim y Justine no solo envejecieron sino que han sido confinados a una exigua propiedad, después de ser despojados de sus bienes; el resto, se debate entre amores y convalecencias.

III.

               Destaco dos elementos presentes en esta historia, asociados al escritor Pursewarden. Primero, el giro que toman los acontecimientos al revelarse los verdaderos motivos de su suicidio –que no deja impávido a ningún lector-. Luego, el magnífico contrapunto entre el escritor y el narrador, cuando éste accede al cuaderno de notas de aquél. En verdad, el primero –verdadero alter ego del autor- hace una defensa a ultranza del rol del escritor, mientras que Darley aparece como un ser carente de perspectiva, aunque con mayor sentido común.

IV.

                Encuentro interesante repasar sucintamente el rol de la ciudad en toda la narración. Al principio, Alejandría se erige como el escenario sensual y natural más apropiado para una historia de amores entrecruzados. Luego, la ciudad da paso a cierto clima de enigma, volviéndose misteriosa sin perder su encanto. Más tarde, se transforma en el centro de la política y la diplomacia, con matices de ciudad cosmopolita. Finalmente, los efectos de la guerra terminan por convertirla casi en una ruina, donde toda aquella voluptuosidad ha dejado de existir.

V.

               Con un estilo directo y coloquial, tanto este volumen como el conjunto de ellos contienen reflexiones y observaciones acerca de la vida y las gentes que componen una sociedad, que resume una época. Además, si bien la novela concluye con múltiples partidas, todos los posibles futuros resultan cuanto menos esperanzadores. En suma, una obra más que recomendable, que merece ser visitada por buenos lectores.

Testimonio final de la obra completa.

viernes, 17 de noviembre de 2023

e-book 141. Carnaval ruso. El jugador, Fiódor Dostoyevski

 

EDAF, 2001

I.

               Era buena la ocasión para visitar esta obra breve del autor, tras cierta ausencia en mis lecturas. Sin estar a la altura de sus novelas más reconocidas, mantiene esa mirada minuciosa y la construcción de personajes como sólo él supo hacerlo. De hecho, este trabajo que se debate entre la ficción y la biografía –Dostoyevski era un adicto al juego de ruleta- fue encarado contra reloj, puesto que un contrato que le supuso un jugoso anticipo, lo privaría de la propiedad de todas sus obras si no cumpliese con la fecha de entrega, tal como lo expresa G. Suazo en su Prólogo.

II.

                La historia está ambientada en Ruletemburgo, donde se dan cita gentes de todo el orbe para el juego de ruleta. Alexei Ivánovich es un joven preceptor y el narrador –años después- de los sucesos. Es empleado del General, quien espera ganar en el juego una considerable suma y así poder desposar a mademoiselle Blanche por quien está locamente enamorado. En igual trance se encuentra Alexei respecto de la caprichosa Polina Alexandrovna. Acompañan a éstos el francés Des Grieux, quien le ha facilitado un préstamo al General, y míster Astley, un inglés acaudalado.

III.

               Por su parte, el General está pendiente de las noticias que llegan desde Rusia, donde la abuela Antonida Vasilievna parece hallarse en trance de muerte y, con ello, a punto de capitalizar su herencia. Pero la babulinka no solo goza de buena salud, sino que se les apersona en la ciudad y comienza a perder gran cantidad de dinero en la ruleta. Esta situación desnuda la dependencia del resto de los personajes de la suerte de la abuela: si no gana no habrá herencia, ni cobro del préstamo ni casamiento…

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

               En realidad, toda la novela es una sátira al comportamiento del que los rusos con recursos hacen gala cuando están en el extranjero: aparentan prodigalidad con aquellos que los rodean, con lo cual los arribistas están a la orden del día. Con la debida distancia, el lector asiste a poco menos que un carnaval ruso, donde cada personaje sostiene un disfraz social, cuando en el fondo el porvenir de todos ellos está sujeto al éxito o al fracaso –propio y ajeno- en el juego.

V.

               De estilo coloquial y ameno, con escenas desopilantes y diálogos bien provocados, el maestro ruso construye una novela que recoge su propia mirada crítica sobre sus dos pasiones: el amor y el juego. Una obra ágil y divertida, para deleitarse con sus letras.

domingo, 12 de noviembre de 2023

Camino del suplicio. Nunca me abandones, Kazuo Ishiguro

 

Anagrama, 2006

I.

               Me fue propuesto para compartir una lectura conjunta. Lo tenía esperando desde aquel momento en que escaseaba en las librerías y me pareció una buena oportunidad para encararlo; sobre todo, porque hacía mucho tiempo que no leía obra alguna del autor. Una vieja contertulia me advirtió sobre su contenido lacrimal: preferí desestimar todo prejuicio y hacer experiencia personal, ahora que tenía material para el debate.

II.

                Kathy K. es la narradora de esta distopía, que se desarrolla a lo largo de varios años; literalmente, desde que era una cría huérfana hasta la edad adulta, en la treintena. Ambientada en los años ’90, nos hace saber las particularidades de su educación en el centro Hailsham donde, en lugar de profesores o maestros tiene guardianes. En ese idílico lugar se les permiten ciertas libertades –incluidas las que abordan el sexo-, pero las perspectivas a futuro se limitan con verdades a medias: todos los internos son sexualmente estériles y, al egresar del centro, terminarán por convertirse en cuidadores, algunos, y en donantes seguramente después.

III.

               Al principio, cuesta entrar en materia, hasta que se les notifica a esos púberes que no se hagan ilusiones; no podrán ser actores de TV, ni alcanzar papeles de resonancia social: sus vidas se habrán de agotar –o completar- tras la sucesiva donación de órganos, para lo cual fueron concebidos. Así, ese triángulo amoroso que conforman Kathy, Ruth y Tommy, cambiante durante el relato, se verá desbaratado por la cruda realidad de los hechos, a medida que cumplan con su función, es decir, vayan camino del suplicio.

IV.

                Es sorprendente la actualidad que cobra el texto, cuando la necesidad del trasplante de órganos se ha convertido en una acuciante realidad, amparada legalmente, incluso, por las leyes que rigen cada nación. Ante ello, Ishiguro plantea la emergencia de una sociedad en la que ciertas entidades –apañadas o prohijadas desde el Estado- generan inocentes donantes destinados a esas lides, en base a la posibilidad de clonación de seres humanos. Por un lado, resulta aterradora la vigencia de la propuesta; por otro, la anuencia silente de una sociedad capaz de beneficiarse con ello le habrá de dar la espalda a las denuncias, hasta tanto no alcancen difusión masiva.

V.

               Con estilo directo y coloquial, sin escenas morbosas ni golpes bajos, Ishiguro ofrece un texto fluido y llevadero. Quizás su punto débil sea la ausencia de rebelión entre quienes habrán de padecer las implicancias, lo que no menoscaba su valor literario. Existe un film de 2010 basado en esta novela, dirigido por Mark Romanek y con la participación de Keira Knightly y Charlotte Rampling. En suma, una obra dolorosa que convoca a la reflexión social. Una mirada original e interesante.

martes, 7 de noviembre de 2023

Postales niponas. Cerezos en la oscuridad, Higuchi Ichiyō

Satori, 2017

I.

               Era uno de esos libros que siempre habrías querido tener, por lo mucho –y bueno- que de él se comentaba. Una autora muerta a los veinticuatro años de edad, no deja de asombrar a los lectores; sobre todo, porque su prosa refleja la situación social –particularmente, de las mujeres- en lo que hoy se conoce como la era Meiji del Japón, cuando el emperador decidió iniciar la occidentalización del país.

II.

                Este libro incluye seis relatos de diversa extensión, en los que sus protagonistas son mujeres: sometidas al patriarcado –cuyos matrimonios son arreglados entre familias-; prostitutas que, ejerciendo su actividad, alcanzan cierta independencia; jóvenes sirvientas que, tras un golpe de suerte, pueden asistir a sus padres indigentes; el amor imposible que termina en tragedia, etc. El conjunto se erige como una serie de postales niponas que recogen la realidad de su tiempo.

III.

               Lo más interesante del texto es la mirada de la autora. Higuchi no se regodea en el infortunio de amores no correspondidos, como tampoco en las imposiciones que la sociedad de su tiempo sostenía para sus miembros femeninos. Sus personajes guardan sentido común, no se dejan amilanar por la pobreza ni por las críticas a un matrimonio mal concertado; a lo sumo, se resignarán a lo que les ha de deparar esta vida, sea esto convertirse en concubina o aceptar lo inevitable del suicidio.

IV.

                Hay un nervio conductor, sin embargo, a lo largo de los relatos. Es la importancia de la infancia y los vínculos que se establecen en ese período, capaces de ser sostenidos, con matices y ausencias, a lo largo de toda la vida. Muchos de ellos, se vuelven significativos para sus protagonistas: amores frustrados que regresan o amistades que nunca dejan de estar presentes. En este sentido, el texto rezuma cierta nostalgia por un pasado común, sin por ello desalentar la llegada de un futuro más dichoso.

V.

               De estilo directo y frontal, sin golpes de efecto ni búsqueda de empatía, Higuchi construye una serie de relatos cuyos protagonistas oscilan entre la angustia y la esperanza; la sumisión y la rebeldía; el amor y el desencanto. Todo un arsenal de emociones –expresas o tácitas- se dan cita en estas líneas, acompañadas por una Introducción -que oficia de puesta en contexto, tanto de autora como de contenido- a cargo de Carlos Rubio. Un libro que se disfruta y deja buen sabor final.

 

jueves, 2 de noviembre de 2023

e-book 140. Esa dolorosa ausencia. Señora de rojo sobre fondo gris, Miguel Delibes

 

Booket, 2009

I.

               Fue la gentil invitación cursada por una amiga lectora quien me notificó que una puesta teatral basada en esta obra se hallaba en cartelera local, a cargo nada menos que del talentoso José ‘Pepe’ Sacristán. Actividades planeadas con antelación me privaron en esa fecha de ser parte de la compañía, pero me propuse asistir antes de la despedida; eso sí, habiendo leído el libro.

II.

                Nicolás, un pintor de prestigio que atraviesa una crisis creativa, le narra a Ana, su hija mayor, los últimos meses de vida de su madre, fallecida poco antes, mientras ella y su esposo permanecían en prisión debido a sus actividades políticas en contra del régimen de Francisco Franco. Allí aquél, mientras bebe y va relatando los últimos tiempos de su mujer, repasa los momentos más memorables de su vida junto a ella, exhibiendo con toda crudeza el vacío que le propina esa dolorosa ausencia.

III.

               Ambientada hacia fines de 1975, este viudo desolado congrega en un monólogo imperdible los detalles más significativos de la personalidad de su esposa: su inveterada inconstancia, su intuición supina, su don de gentes y ubicuidad, su carácter afable siempre dispuesto al auxilio y su denodado optimismo, matices contrapuestos a los del narrador, según él mismo reconoce. Mientras, va intercalando los primeros síntomas de su enfermedad, la asistencia al médico familiar y los diversos estudios que condujeron a un diagnóstico acertado y tras ello, a la cirugía y sus complicaciones que llevaron a un repentino e inesperado deceso.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                Es de destacar la fluidez narrativa del texto, que alterna comentarios graciosos con escenas conmovedoras. La decoración de la casa –suya y la de la hija casadera-; el buen trato hacia los amigos propios como a los colegas de su marido; su creatividad intempestiva en medio de reuniones sociales tediosas y su compromiso de vida, criando a la nieta mientras sus padres se hallaban detenidos, nada parece habérsele escapado a esta mujer proverbial, llena de ganas de vivir y razón no solo del éxito e inspiración de su marido sino también de su actual sinsentido.

V.

               De estilo directo, con elementos autobiográficos, el uso de una prosa poética y abundantes analepsis, Delibes rinde culto a su amor de toda la vida: el que sintió por su cónyuge Ángeles de Castro, fallecida en 1974. Al decir de su narrador –alter ego del autor-, su sola presencia aligeraba la pesadumbre de vivir. El título del libro está tomado del retrato que le hiciera Eduardo García Benito. El guion adaptado –que se apega muy bien al original- permite el lucimiento personal de Sacristán sobre tablas. Un sentido homenaje ambos, libro y obra de teatro. Para no dejar pasar.