domingo, 31 de marzo de 2024

Pelibro 30. El desierto de los tártaros

Esta combinación surgió a raíz de una propuesta auspiciada por un taller de lectura en el que participo. La responsable alentó a los asistentes a ver el film homónimo. En rigor, en mi caso era una relectura y la copia del film en mi poder es semejante a la que, en aras de ser agradecido con quien me había sugerido el libro de Buzzati, obsequiara en su momento con motivo de su cumpleaños.

 Libro

Alianza, 2006

               El teniente Giovanni Drogo es notificado que debe presentarse en la fortaleza Bastiani, su primer destino de oficial. La misma se halla en la frontera norte del país, como avanzada de la defensa nacional. A su alrededor sólo existen montañas y una llanura que el personal estable denomina ‘el desierto de los tártaros’, en virtud de una leyenda que circula. Drogo es un joven sin mayores aspiraciones, de veintipocos años y deberá habituarse a los modos de trato entre oficiales, el apego al estricto reglamento y la vida en soledad que ofrece la institución.

               Desencantado desde el comienzo con la fortaleza, sólo puede pedir el traslado con un parte de enfermo, pero su superior le aconseja que, para no dañar su carrera a futuro, se quede cuatro meses. Lo que en principio es una larga espera se transformará en una rutina que volverá casi imposible que Drogo pueda migrar hacia otros emplazamientos. Sólo la guerra podrá depararle una destino mejor, a través de alguna acción heroica.

               El personaje principal es un ser incapaz de tomar decisiones que graviten en su beneficio; además, termina resignándose a una vida anodina aunque conocida y tolerada, a medida que sus posibilidades de realización se ven menguadas. En ese aspecto, el lector acompaña la serie de transformaciones que van teniendo lugar en Drogo y en su entorno: la desolación del lugar, el absurdo del apego a las normas vacías de contenido, la pérdida de pertenencia a su familia y su aldea y ese anhelo eterno de que suceda algo que le permita cambiar su vida. Pero ese cambio nunca viene desde el interior; siempre se espera que llegue desde afuera.

               En el plano literario, es de destacar la presencia de un narrador omnisciente, que alterna con la primera persona del protagonista a través del cambio en los tiempos verbales. Los personajes secundarios están bien construidos desde la psicología: el sargento mayor que vela por el cumplimiento del reglamento, el capitán que le advierte que seguirá su camino, el comandante que intenta contenerlo, etc.

               Con estilo coloquial, ameno y fluido, escenas reveladoras y diálogos jugosos, Buzzati compone una obra mayúscula sobre la seguridad, las ilusiones, las frustraciones y el sentido de la existencia. Imposible dejar pasar.

 Film

Valerio Zurlini (Cinema Due y otros, 1976)

         Al contrario de toda típica reseña acerca de un film, quisiera comenzar por el mayor impacto: el de su escenografía. Zurlini decidió filmar su versión cinematográfica en la Ciudadela de Bam, al sur de Irán –hoy, en reconstrucción tras el terremoto que sufriera en 2003-. Una belleza absoluta, hecha de adobe y tapial. Realmente, dan ganas de visitarla. Es decir, el lugar elegido como epicentro de las escenas transmiten la atmósfera adecuada que tanto el guion como la novela han intentado plasmar desde el principio: un solar aislado, sin mayor contacto con el mundo.

               Luego vienen las interpretaciones. El protagonismo lo conduce un joven Jacques Perrin –al que todos reconocimos a cargo del Totó adulto, de Cinema Paradiso-, que se ha apegado a su rol y su historia de manera proverbial. La galería de actores que lo acompañan, hoy serían propios de un lujo asiático: un maduro Vittorio Gassman, un joven aún Giuliano Gemma, el siempre severo Max von Sydow, el afable Philippe Noiret, un Jean-Louis Trintignant adulto y memorable, y los consagrados Francisco Rabal y Fernando Rey, entre otros.

               Demás está decir que el guion adaptado se apega muy bien al original de Buzzati. Por supuesto que se toma ciertas licencias, a fin de abreviar los detalles. Pero el conjunto sale más que airoso y mantiene el espíritu de la novela. Mención especial debe hacerse al vestuario, que respeta en gran medida la ambientación –con un leve guiño al espectador, que se trataba del Imperio Austrohúngaro, merced a su bandera-, y la música más que acertada, aportada por el genial Ennio Morricone.

               Si tenéis la posibilidad de verla en alguna plataforma de streaming, no la dejéis pasar. Está en sintonía con el texto de Buzzati y se disfruta tanto como al leerla. Sí, es una joya del cine italiano, como lo adelanta la portada de la película.

Testimonio Pelibro 30

martes, 26 de marzo de 2024

Trilogía Cegador. e-book 150. 1. El ala izquierda, Mircea Cărtărescu

 

Impedimenta, 2018

I.

               Tras el arrollador éxito que supuso la lectura de Solenoide, no pude contener mis ansias de proseguir con las letras del rumano y me propuse encarar esta trilogía a lo largo del año en curso. Debiera, en principio, formular una advertencia a todo lector curioso que desee iniciarse en su propuesta: ni aquélla ni esta obra son el umbral adecuado para ello. En mi humilde opinión, se requiere cierto aprendizaje en su estilo literario -de tintes oníricos- como para poder avanzar. Por fortuna, existen títulos suyos menos extensos y más accesibles a los que recurrir.

II.

                Este volumen inicial está constituido por tres partes de extensión variable. En la primera, el narrador –alter ego del autor- comienza por desgranar su nacimiento, infancia y adolescencia a través de un filtro deformador, como quien hurga en un pasado intentando develarlo por los escasos restos presentes en un osario, en medio de una Bucarest fantasmagórica, gris, y brumosa, y donde los sueños entroncan con la historia familiar.

III.

               La segunda es casi una novela de iniciación de Maria, la madre del autor, desde que arriba a una Bucarest junto a su hermana. La devastación tras el bombardeo de 1943, el inicio en el sexo y la llegada del comunismo son parte de esta suerte de homenaje que el escritor rinde a su madre. En la tercera, repasa parte de su propia infancia, su primera temporada en el hospital y recrea el descubrimiento de su sexualidad, ahora en el Bucarest de mediados de los años ’80.


La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                El texto es poliédrico. No solo se exponen las reflexiones que dispara esta exploración introspectiva, como si el narrador autoral estuviera fuera de sí mismo, sino que también se alternan sueños, alucinaciones oníricas y realidad sin solución de continuidad. A ello hay que sumarle una febril imaginación, que incluye una batalla memorable entre los muertos y los devotos de la fe, la existencia de una secta que parece conocer lo visible y lo invisible y hasta una historia de negros que se retrotrae al jazz y Nueva Orleans. Todo esto, ante la presencia omnímoda de la mariposa, verdadero emblema de este trabajo.

V.

               Con un estilo que ronda lo poético, guiños a Borges y a Sábato, escenas rayanas en lo bizarro y haciendo gala de una erudición que no se limita a la historia europea, sino que abreva en las ciencias fácticas –medicina, biología, física-, con elementos tomados de mitos y liturgia rituales, Cărtărescu compone una obra memorable, que despierta la curiosidad en su continuación. Para tener apuntada hacia lecturas futuras.

jueves, 21 de marzo de 2024

Colección Último Reino. 2. Sobre lo anterior, Pascal Quignard

 

El cuenco de plata, 2016

I.

                Segundo volumen de esta colección. El título puede resultar equívoco, porque Quignard no se refiere al Pasado como tal sino a aquello que fue Antes: lo aorístico, lo que no tiene límite ni fin, la esencia inicial donde todo era posible. Valga un ejemplo como explicación: cada ser humano se vuelve limitado desde el momento de su nacimiento –v.g., adquiere la lengua materna y asume que su vida tendrá un final-. Pero Antes de ello, su existencia no tenía fin y podría haber adquirido cualquier idioma, o no optar por uno en concreto, puesto que, al igual que la vista, no les eran necesarias.

II.

                Según el autor el Pasado cambia con las circunstancias; su naturaleza es cambiante: la lengua, la nación, la geografía, la familia, etc., lo condiciona. Así, la Historia se escribe en páginas a partir de una lengua y esa Historia extiende el Pasado. En cambio, lo Anterior es el lugar donde habita el alma, que puede viajar, comparar, regresar o moverse sin límites.

III.

               El texto abunda en fábulas orientales, minúsculos detalles históricos, personajes marginales, análisis semántico y filológico que quizás al lector profano les resulte algo arduo en más de un sentido. Por ello se hace necesaria una lectura atenta y comprensiva, para captar el significado del conjunto y no perderse en derivaciones inconducentes. También exhibe algunas reflexiones interesantes,

“Hay una sensación por la cual sabemos que fuimos engendrados, precedidos, y que no es específica de nuestra especie. Agustín distinguía entre principium e initium. Principium define el comienzo natural (la concepción física). Initium define el comienzo lingüístico o religioso (la iniciación social).”

IV.

                En suma, Lo Anterior habla de las potencialidades del ser que, una vez expulsado del útero materno, se afana en una búsqueda de aquello que ha perdido, del momento en que era parte de algo mucho más universal,

“Lo Anterior está en el límite de lo Nunca-ocurrido y es por lo cual no se encuentra con el pasado. Lo Anterior le da el tiempo al hombre sin procurarle la percepción del origen.”

V.

               Con la prosa poética de siempre y el lirismo a flor de piel, esta colección de meditaciones convoca al lector hacia reflexiones que bordean lo religioso y lo ontológico. Un regalo final,

                                                                   Los peces son agua en estado sólido.

Los pájaros son viento en estado sólido.

Los libros son silencio en estado sólido.


sábado, 16 de marzo de 2024

El gran legado. El infinito en un junco, Irene Vallejo

 

Siruela, 2019

I.

               Fueron varias las voces de amigos lectores en la Red que alentaban su lectura, apenas apareció en el Viejo Continente hacia fines de 2019. Debí esperar más de un semestre a que arribara a estas costas, en pleno encierro sanitario debido al COVID-19. De hecho, recuerdo el envío a domicilio junto a otros títulos recién llegados de ultramar. Como era de esperar, dejé pasar el tsunami glorificador para encararlo. Su extensión obró en su contra: fue siempre incluido en mi listado de lecturas anuales anteriores, y sacrificado en todas las ocasiones debido a ello.

II.

                Vallejo nos prodiga en este libro una suerte de mimo, de caricia a todos aquellos que amamos la lectura en general, y al libro, como objeto indispensable en nuestras vidas, en particular. No solo nos entrega una detallada historia de cómo, a través de las épocas, desde su origen en la Antigüedad hasta el presente, se gestó lo que hoy es un libro, sino que aborda el nacimiento de la letra y la escritura, y los elementos previos de los que se ha valido, como las tablillas sumerias, pieles de animales y papiros en rollo. El conjunto es la suma de un gran legado.

III.

               El volumen se divide en dos partes. Comienza con Grecia, Alejandro Magno y la célebre Biblioteca de Alejandría para concluir con el paso por el Imperio Romano hasta nuestros días. Pero no sólo desfilan en sus páginas ilustres personajes de la Historia -como Homero, Cleopatra, Séneca, Hepatia, entre otros- sino que también aborda la realidad de las bibliotecas –como la de Oxford y Sarajevo- y la de los bibliotecarios, algunos de ellos verdaderos defensores ante la quema de libros o ante la censura de un gobierno autoritario.

IV.

                Además, nos cuenta la revolución que ha sido la aparición del alfabeto, más importante que la de Internet, porque construía por vez primera una memoria colectiva al alcance de todos. Y el cambio de la escritura en tablillas hacia el pergamino, que permitía que el conocimiento pudiera portarse ágilmente. Por último, no se agota en hechos y transformaciones, sino que nos ofrece un viaje imaginativo hacia el Oriente junto a Heródoto, con sus observaciones hacia la gente y sus hábitos.

V.

               Fluido y ameno, por momentos entrañable, coloquial siempre, Vallejo despliega un arte narrativo sin par como sólo sabe hacerlo un profesor apasionado en aquello que considera su disciplina: el amor por los libros, la literatura, la Historia, la comunicación y la memoria. Como dijera John Barth, la literatura y los libros son un intento de derrotar a la muerte. Aunque tienda más a un ensayo que a una novela, y más allá de su extensión, es un libro para leer y releer. Una delicia para todo lector.

lunes, 11 de marzo de 2024

e-book 149. Recuerdos del exilio. Verde agua, Marisa Madieri

Minúscula, 2014


 I.

               Unas sentidas líneas sobre este título aparecidas ya hace mucho en la Red, lograron que lo incluyera entre mis búsquedas. No obstante, debió esperar varios años para que decidiera encararlo; el momento exacto para disfrutar de un libro hecho de recuerdos, a la manera de un diario personal. La autora, quien fuera esposa del escritor Claudio Magris, nos brinda una mirada singular acerca de su propia historia, que es la de muchos: el obligado exilio de su tierra.

II.

                Madieri nació en Fiume, -hoy Rijeka, Croacia- en medio de una sociedad donde su mayoría se reconocía italiana. Cuando en 1947 la Yugoslavia de Tito se apropia de este territorio, todos los italianos debieron migrar forzosamente, y ella y su familia, al dejar todas sus pertenencias en aquella tierra, fueron acogidos como lo que eran –exiliados- en los nombrados Silos Triestinos. Su historia, entonces, se debate entre aquella infancia tan nítida y la opacidad de la vida en Trieste.

III.

               Muchos años después, ya madura, recoge estas memorias como un legado de aquello que jamás podrá volver a ser. En ese aspecto, Madieri nos brinda un cúmulo de fotogramas –como el de aquellas viejas fotonovelas-, con una maraña de personajes, vecinos, etc., que van tejiendo una trama donde su vida social tenía lugar. Particularmente importante y entrañable es la figura de la abuela Quarantotto, verdadero centro del núcleo familiar.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                Mas no todo es ejercicio de la memoria. Madieri sabe intercalar su acontecer cotidiano –de noviembre de 1981 a noviembre de 1984, según sus fechas-, en medio de sus evocaciones, de manera de expresar sin cortapisas que éste es un trabajo a conciencia, no el mero resultado de ponerse a recordar fantasmas del pasado que aun revolotean en su interior. Y, por supuesto, nos participa de su amor por la vida, y por su esposo.

V.

               De estilo fluido y ameno, el conjunto de exposiciones goza de un beneficio adicional: la narración sólo se refiere a lo vivido, sin juicio de valor ni rencor por aquello que le ha tocado en suerte o desgracia. Ha logrado atravesar aquellos viejos dolores y convertirlos en un emotivo fresco de época que, a su vez, le ha permitido configurar su propio presente. El posfacio a cargo de su marido –viudo ya-, es la cereza del postre. Para no perder.

miércoles, 6 de marzo de 2024

En busca de la identidad. Calle de las Tiendas Oscuras, Patrick Modiano

Anagrama, 2010

I.

               Brutal. Hay quienes dicen que es una de mis facetas. La asumo. Quién mierda sabe por qué decidí hacerme de este título en su momento. Tras mucho más de una década de su adquisición, no puedo recordar el motivo; lo cierto es que aguardó hasta aquí. Ha sido mi vergüenza ante tanta espera la que me acusó y por ello me propuse incluirlo entre las lecturas de fines de 2023. Sí, leéis bien; es una reseña algo añeja. Como un vino de guarda.

II.

                El protagonista es Guy Roland, nombre que el investigador Constantin von Hutte ofrece a quien, recogido en estado de amnesia en medio de una niebla, no puede recordar quién es. Así, durante ocho años, Guy se pone al servicio de la agencia privada de aquél, hasta que su mentor le comunica su jubilación y el cese de sus servicios. A partir de allí, se dispara la búsqueda de Roland para saber quién ha sido él en su vida anterior a la actual.

III.

               Con el beneficio de los contactos de Hutte, llega hasta cierto umbral. Indagando, comienza por una conexión rusa que lo lleva a América tras una mujer atractiva; un vínculo con una familia francesa de alcurnia y un reconocimiento identitario por una amiga de quien fuera su pareja -y se habría escapado junto a él, años ha-, justo antes de la Ocupación alemana. El resto, se vuelve aventura y conjetura.

IV.

                Debe ser difícil reconstruir una identidad con tantos datos fluctuantes, por lo demás someros, sin certezas ni garantías. Lo bueno de la narración es que su protagonista encuentra siempre la colaboración de los otros, nunca un traspié –quizás ése sea el aspecto poco creíble de la novela-. Tampoco significa que no halle obstáculos, pero todo se va encausando hacia un final que no nos colma, aunque responde a lo esperable.

V.

               El estilo narrativo es fluido y coloquial. Por momentos, guarda sesgo de thriller policial. Ambientado hacia la posguerra, resulta una de las tantas historias posibles para quienes han intentado cruzar la frontera en aras de una vida sin persecuciones. Las descripciones del derrotero de su protagonista por París, junto al seguimiento de sus sentires, hacen de esta novela un icono literario. No por nada ha sido galardonada con el Premio Goncourt en 1978. Recomendable para todo lector; inmejorable para quien busca una novela de época con cierto misterio.

 

viernes, 1 de marzo de 2024

Tragedias de Shakespeare. 1. Macbeth, William Shakespeare

 

RBA, 1994

I.

               Hasta el momento, nunca se me había ocurrido leer teatro y mucho menos abordar alguna obra del Bardo inglés. En lo general, considero que ya hay demasiado escrito, desde conspicuas reseñas hasta sesudos análisis de su obra y no me creo en situación de aportar nada nuevo; en lo personal, el teatro me gusta actuarlo, no leerlo –salvo que sea necesario para lo anterior-; tal es mi naturaleza de docente irredento.

II.

                Mas se combinaron gratamente una serie de solidaridades misteriosas para que así fuera. Una amiga docente decidió invitarnos a un taller que desarrollaría sobre esta tragedia, puesto que era su intención concluir aquél con la asistencia a una exitosa obra teatral unipersonal –aun en cartel-, donde el actor interpreta todos los personajes. Como yo guardaba en mi haber el título de marras, me pareció buena ocasión para darle curso. Lo que sigue, sólo intenta ser el resumen de algunas preguntas y reflexiones tras su lectura.

III.

               Indudablemente, el texto obliga a meditar sobre el tema del poder, que no se reduce a los medios para su conquista y su consecuente ejercicio, sino también a la ambición de poder que, casi siempre, es más notoria en aquellos que saben que no se podrán alzar con él, pero impulsan a quienes sí tienen chances de lograrlo. En ese aspecto, esa decidida voluntad de apropiárselo y ejercerlo en plenitud es la responsable del aislamiento último al que conduce a su portador, cuando éste, ya enfermo de poder, se vuelve un déspota absoluto.

IV.

                No es menor la carga moral que la obra incluye, interpelando al lector/ espectador si es lícito acceder al poder valiéndose de medios abominables, aun cuando los fines pudieran ser loables –lo que no es el caso aquí-. ¿El fin justifica los medios?, ¿cuándo y cómo se inicia la corrupción moral?, ¿con qué elementos éticos le podemos hacer frente, cuando la pulsión del instinto nos pone al borde del abismo?, son algunas cuestiones que dispara el accionar de la pareja protagonista.

V.

               Finalmente, tampoco hay que eludir la interpretación de los signos. Es cierto que los oráculos generalmente no son demasiado precisos a la hora de agorar el futuro, pero lo que colegimos de sus asertos está más en consonancia con nosotros que con su verdadero significado, pues la naturaleza humana es propensa a interpretarlos como más conviene a nuestros deseos y, la más de las veces, genera conflictos que pueden derivar en dramas como el presente.

               En suma, una obra que no deja de plantear temas universales atemporales, que atraviesan todas las épocas y sociedades. La combinación de lectura y teatro se ha disfrutado mucho.