I.
Me he propuesto rescatar grandes
obras de la literatura argentina, algunas de ellas no tan promocionadas o
visitadas en la actualidad. Por eso decidí habilitar esta nueva etiqueta que
intentará reunirlas. Para comenzar, me incliné por el título de marras porque
considero que Manuel Puig, si bien bastante conocido, no ha alcanzado todo el
renombre que su obra amerita, aunque periódicamente alguna casa editorial se hace
cargo de una nueva reedición.
II.
En un pueblo de la provincia de Buenos Aires,
promediando 1947, un periódico vecinal avisa el fallecimiento de Juan Carlos
Etchepare, un joven cercano a la treintena, tras sufrir una larga dolencia. Esa
simple noticia, dispara un intercambio epistolar entre Nené Fernández –ahora casada,
con dos hijos y viviendo en la ciudad- y doña Leonor, madre del difunto, que remiten
a hechos sucedidos diez años antes, cuando Nené se enamoró de su hijo -un
seductor mujeriego, poco afecto al trabajo pero sí a la juerga-, a pesar de
competir con Mabel Sáenz -de familia de recursos- y con la viuda Di Carlo, a
quien aquél solía visitar bajo el amparo que brinda la noche.
III.
La novela está escrita en forma de
folletín, en dieciséis entregas, donde cada una de las cuales abre con un
epígrafe alusivo al contenido, tomado de las letras ya sea de un tango o de
algún bolero de la época. Se divide en dos partes y, a medida que transcurren
las páginas, el lector se va enterando el porqué del alejamiento de Nené tanto
del pueblo como de Juan Carlos. Acompañan a estos protagonistas Celina, la
hermana soltera de éste, y un puñado de personajes secundarios con historias
paralelas, que mantienen la tensión narrativa hasta el final.
La versión digital, gentileza de EpubLibre
IV.
Lo maravilloso de este texto es la manera en
que Puig nos va allegando la trama: se vale de cartas, álbumes de fotografías,
agendas, diarios personales, informes policiales y comentarios médicos, entre
otros, acudiendo al contenido de los mismos, sin presencia casi de un narrador.
Por otra parte, la adecuada construcción psicológica de cada personaje le
permite describir con maestría los sentimientos que anidan en los mismos, que
no eluden malos entendidos, infidelidades, celos, asesinato, venganza y otras
bajezas. Si a esto se le suma el uso de los medios de comunicación masiva como
referencia témporo–espacial, estamos ante una novela brillante.
V.
Puig desarrolla un friso de época, con un final más que apropiado. El sexo y el deseo como núcleos conductores sirven a los fines de una finísima crítica sobre las limitaciones que imponen la condición social y los códigos de comportamiento, en la vida de un ser humano. Una obra necesaria para adentrarse en su universo literario. Imprescindible para todo buen lector.