viernes, 28 de octubre de 2022

Escrituras sobre el río. El fluir de las pasiones. 3. Río de las congojas, Libertad Demitrópulos

 


Fondo de Cultura Económica, 2021

I.

               Llegué a él impelido por convergencias. En principio, la curiosidad hacia la colección a la que pertenece: un puñado de títulos y autores locales que han caído en el olvido, a quienes Ricardo Piglia intentó rescatar. Luego, una nota periodística anunciando su segunda reimpresión. Al fin, la promoción del título con motivo del festejo oficial por el centenario del nacimiento de su autora, el pasado agosto. Así, era imposible soslayarlo.

II.

                La breve novela narra la historia de María Muratore, una bella mestiza quien, enamorada, decide acompañar la expedición que desde Asunción ha de realizar su hombre, Juan de Garay, con motivo de refundar la ciudad de Buenos Aires. Ambientada hacia fines del siglo XVI, la compañía desciende por las márgenes del río Paraná hacia Santa Fe, donde se instalan antes de proseguir viaje. Allí, al partir el líder, se produce una revuelta en la que María es malherida.

III.

                Quien rememora los sucesos es un centenario Blas de Acuña, cantante y pescador de la comitiva que, perdidamente enamorado de María, la cuida y ayuda a sanar tras el incidente; en trance de muerte, se convierte en esposo de una mujer que no lo ama y que, ni bien puede, parte hacia el sur en busca de Garay. Las peripecias de su llegada y posterior desencuentro urgen una huida río arriba, sin intención de quedarse con Blas en Santa Fe. Una lucha contra los indios la descubre como Fernán Gómez, una mujer envuelta en rol de hombre.

IV.

                El texto es poliédrico. Utiliza la primera persona de Blas, intercalando la realidad del anciano que está evocando con aquél que fue durante la época narrada. Además, ciertos capítulos los asume la propia María, quien relata sus aventuras. Para mayor condimento, no sólo se tiene acceso a la historia de la infancia de María y su madre, sino que aborda qué fue de la vida de Blas tras su partida. La estructura fortalece la tensión, que crece hasta el desenlace.

V.

               De estilo ameno y coloquial, el libro puede leerse de un sentón, tal es el grado de fluidez que alcanza. Por otra parte, merece destacarse la inclusión de vocablos propios del lenguaje y de las creencias de aquel tiempo en las letras de su narrador, que fortalecen la verosimilitud –si cabe- de la obra. En su prólogo, Piglia la incluye entre las novelas que intentan reconstruir la conquista española, junto a Zama, de Antonio Di Benedetto, y El entenado, de Juan José Saer. En suma, una pequeña maravilla que se disfruta mucho. Recomendada a todo buen lector.

domingo, 23 de octubre de 2022

e-book 112. El juicio. La avería, Friedrich Dürrenmatt

 


Periférica, 2020

I.

               El entusiasmo de una amiga lectora sobre esta novela obró como catalizador para que picara mi curiosidad, primero, y encararlo, después, merced no solo a su brevedad: el prólogo indicaba que el afamado director Ettore Scola había llevado a la pantalla grande en 1973, su versión basada en este libro, protagonizada por el recordado Alberto Sordi (la que pude disfrutar a posteriori, pues se encuentra completa y disponible en la Red -con subtitulado en español-).

II.

                Alfredo Traps se dirige a su domicilio en una importante ciudad en su flamante deportivo Studebaker cuando, en plena carretera, sufre un desperfecto mecánico. En una aldea cercana consigue remolque, pero el encargado de repararlo le avisa que no podrá hacerlo hasta el día siguiente, con lo cual deberá pasar la noche en las inmediaciones. Para ello, toma una habitación en casa de un señor mayor, juez retirado, quien le propone cenar junto a unos amigos –leguleyos todos- y participar de un juego: un juicio en que él será el acusado.

III.

               Traps, en la cuarentena y antiguo viajante de comercio recientemente promovido a Jefe, se presta al rol asignado. Un fiscal indagará en su pasado para saber el motivo de un probable delito oculto; un abogado defensor lo advertirá para que no sea condenado y un verdugo esperará la sentencia para hacerla cumplir, todo ello en medio de una comilona descomunal, regada por efluvios varios.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                Al poco, se descubre que Traps es un granuja mujeriego, sin escrúpulos. A medida que transcurre la velada, se va conformando su culpabilidad y cerca del amanecer, cuando ya todos los presentes han perdido la compostura y la brutal borrachera domina la escena, el juez extiende su previsible veredicto. Solo que el juego no concluye como se esperaba y su desenlace sorprende a todos, lectores incluidos.

V.

               De estilo coloquial y ameno, Dürrenmatt construye en menos de un ciento de páginas una joyita, en la que interpela sobre nuestras propias acciones. ¿Puede un hecho fortuito –en este caso, un juego de roles- remover nuestro pasado y hacernos tomar conciencia de quiénes somos y hemos sido, desatando así reflexiones de imprevisibles consecuencias? Por esto solo –y su brevedad- ya vale la pena tenerlo en cuenta. La versión cinematográfica, si bien no se apega del todo al texto, mantiene el espíritu de su mensaje.

martes, 18 de octubre de 2022

El ensayo. Crimen y castigo, Fiódor Dostoievski

Cátedra, 2008

I.

               Estaba aguardando su oportunidad desde hace años, pero nunca me decidía a encararlo, aun sabiendo que es una obra señera. Por fortuna, el título fue propuesto para un numeroso grupo de lectores entre los que me cuento y así le pude dar curso. Fueron varias semanas las que nos ocupó su lectura, como su debate y puesta en común. La experiencia arrojó luces sobre aspectos no solo morales sino filosóficos, que una lectura en solitario quizás no hubiera logrado.

II.

                La historia es conocida: Rodión Raskólnikov, a la sazón en la veintena, es un joven que estudia en San Pertersburgo y vive gracias al aporte que realiza su madre junto a las lecciones que él brinda en familias acomodadas. Presa de un delirio, abandona sus estudios y se vuelve indigente, viviendo en un sórdido cuarto con la ropa hecha girones. Iba a casarse con la hija de su casera, pero ella ha muerto y, por consideración, la patrona lo hospeda, aun conociendo su escasez de recursos. Rodión sobrevive empeñando lo poco que le queda a una usurera que cada vez le ofrece menos. La desesperada situación en la que viven él, su madre y su hermana lo lleva a cometer el asesinato de aquélla -y de su inocente hermana-, del que escapa de milagro.

III.

               Pero nada es como lo esperaba. Al temor de ser descubierto por la policía se le suma el estado deliberativo interior, lo que enferma su cuerpo. Para colmo, su madre le avisa que viajará a esa ciudad junto a su hermana, invitadas por Luzhin, un especulador que la pretende. Y Mermeládov, un ex funcionario, le confiesa que ha debido prostituir a su hija Sonia para enfrentar los gastos que su esposa Katerina –enferma de tisis- y sus tres pequeños hijos en andrajos requieren, que él no puede ya afrontar. Todas las miserias se reúnen alrededor de Rodia.

IV.

                El tema principal es que Raskólnikov postula que existen dos clases de hombres: los ordinarios, que viven como tales, y los extraordinarios, quienes lo hacen sin apego a las normas, capaces de cambiar la realidad social sin medir el costo de vidas –como Napoleón Bonaparte, su modelo-. Él desea experimentar en carne propia si pertenece a esta segunda clase; por eso acomete el delito, el ensayo, para explorar si su sociedad estaría en condiciones de aceptar semejante cambio. La idea del superhombre nietzscheano sobrevuela el texto, aunque el filósofo alemán se interesó mucho después en las letras del ruso.

V.

               A su protagonista le acompaña un puñado de personajes secundarios: su devoto amigo Razumijin; el vividor y pedófilo Svidrigáilov; la joven Sofía (Sonia) que lo seguirá en su periplo y el inspector Porfiri Petróvich quien, sabiendo su culpabilidad, lo dejará en libertad no sólo por carencia de pruebas sino porque intuye que Rodión ha sido empujado al crimen y será él mismo quien se entregue.

VI.

               Un drama en regla, versión siglo XIX. De prosa precisa y escenas desgarradoras, donde se mezclan sueños y pesadillas por doquier, el conjunto impide al lector mantenerse ajeno a los hechos. Al poco, aparecen preguntas: ¿quién puede arrogarse el derecho de cercenar vidas humanas en aras de un bienestar futuro para el resto?, ¿hasta qué punto puede rebajarse un ser humano para intentar sobrevivir?, ¿cómo se pueden enfrentar las más elementales necesidades cuando el sistema mercantilista exige su parte?, ¿es acaso la eliminación de los antagonistas un remedio para alcanzar una sociedad más equilibrada? Menudos temas todos. De estilo impecable, Dostoyevski interpela al lector, cuyas respuestas estarán a su cargo. Monumental.

jueves, 13 de octubre de 2022

e-book 111. Fragmentos del exilio. El Museo de la Rendición Incondicional, Dubravka Ugrešić

 

Alfaguara, 2003

I.

               El llamativo título –tomado de un museo que existió en Alemania del Este hasta 1994- despertó mi curiosidad desde el primer momento, y si bien esperó algún tiempo antes de ser encarado, al menos ha sido acertado intercalarlo entre otros que requerían mayor concentración. Su estructura fragmentaria facilitó la lectura y le brindó fluidez a un tema no menor, como siempre resulta la de alguien en el exilio.

II.

               La autora yugoslava -de origen croata-, refugiada en Berlín durante la Guerra de los Balcanes, ha encontrado una manera original de allegarnos su mirada evocadora sobre la Yugoslavia desparecida que supo conocer en su infancia, junto a la realidad cotidiana de quien debe sobrevivir en tierra extranjera, desconociendo el idioma local y ganándose la vida de múltiples maneras.

III.

               El libro es polifacético. Estructurado en siete partes cuya mayoría está titulada en lengua alemana, y escrito en el quinquenio 1991 – 1996, alterna sus apreciaciones de la vida en Berlín, sus idas y vueltas con el arte y los artistas, un efímero amor en Lisboa y su incomodidad de compartir espacio con jóvenes indias de otras costumbres, con recuerdos de su abuela, el álbum de fotografías familiar, un diario escrito por su madre –que se quedó en su tierra mientras la bombardeaban- y la soledad en que ambas se ven sumidas, aún a la distancia.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

               Párrafo aparte merece el penúltimo capítulo, verdadero canto a la amistad. Allí, Ugrešić se prodiga rescatando a todas y cada una de sus amigas, brindando pinceladas que definen sus personas, sus miradas y sus vidas a lo largo de muchos años, independientemente de los caminos que hayan tomado. No importa si mantiene diferencias con alguna, o se ha distanciado de otra. En cada trazo existe una historia del vínculo estrecho que han forjado y que, estando en el extranjero, cobrara dimensión mítica para la narradora.

V.

               En suma, un libro de prosa directa con estilo coloquial y ameno, que reflexiona sobre lo que consideramos propio y ajeno, con una pizca de nostalgia de aquello tan valioso que se ha perdido –y es imposible recuperar-, combinado con un cúmulo de vivencias de tintes autobiográficos, hacen de esta lectura una propuesta nada frecuente en la voz de quien ha debido abandonar su patria; una patria que ya no existe.

sábado, 8 de octubre de 2022

Huellas del Japón. Los árboles caídos también son el bosque, Alejandra Kamiya

Bajo la Luna, 2022

I.

               El título fue propuesto por el miembro más joven del grupo, en aras del ruido editorial que venía haciendo la autora en el mundillo literario. Solidario con la elección –aun sin comulgar del todo con la lectura de una novedad- no opuse reparos, porque el sello editor, nacido en la ciudad de Rosario, cuenta entre sus fines la difusión de obras emparentadas con lenguas marginales –ya había abrevado en ellas- y en nuevas formas de poesía. Supuse acertadamente que algo de ambos iba a encontrar entre sus páginas.

II.

                La presente obra contiene una docena de relatos que, en conjunto, apenas superan el centenar de páginas. La autora, de nacionalidad argentina e hija de japonés, nos ofrece una mirada sesgada sobre distintas situaciones de vida, algunas de las cuales transcurren en el interior de este país, otras en el Japón –actual o durante la guerra- y todas hacen gala de una forma de escritura que combina el tempo narrativo oriental con cierta dosis de lirismo poético.

III.

               Así, un par de amigas de la infancia que siguen en contacto a través de los años, unos primos que vuelven a verse después de mucho, la vida de una fileteadora de pescado en el sur del país, una charla sostenida entre vecinas a través de una mampara en el balcón, son algunas de las historias que hablan de amistad, vínculos familiares, soledad y realidades sociales, sin dejar de lado el aporte del elemento nipón, tan presente en la raigambre de Kamiya, como tampoco su observación acerca de la maternidad, a la que dedica sus dos relatos finales.

IV.

                La fina observación de la disposición de unas sillas o los gestos con los que su padre da a entender cómo se limpian los granos de arroz también se incluyen en un derrotero personal que tiene mucho de meditación acerca del valor de la palabra tanto como el uso de los silencios en que sus personajes se sumen, bajo distintas circunstancias. En ese aspecto, una prosa precisa permite la construcción de escenas relevantes, sin importar si éstas tienen lugar entre una criada y su señora o una mujer que prepara un desayuno para su marido y su hijo.

V.

               Con un estilo directo, fluido y ameno, Kamiya nos acerca textos que, en mayor o menor medida, dejan entrever las huellas de origen japonés que impregnan su literatura: una perspectiva que interpela a los lectores y llama a la reflexión, entre lo que se dice y lo que no. Una narración breve, auspiciosa y renovadora.

 

lunes, 3 de octubre de 2022

Contario de pueblo. Olive Kitteridge, Elizabeth Strout

 


El Aleph, 2010

I.

               Tras las sensaciones encontradas que deparó la lectura de una obra posterior hace muy poco tiempo, resolví visitar nuevamente las letras de la autora con la que fuera su novela más reconocida, Premio Pulitzer de Ficción en 2009, para lograr una mayor perspectiva. No suelo repetir con un autor durante un mismo año, pero la situación ameritaba disipar cualquier duda.

II.

                En rigor de verdad, esta novela es un contario: una serie de relatos que bien podrían leerse independientemente unos de otros, pero que hallan unidad narrativa –y evolución de los personajes y de sus historias- a medida que transcurren los mismos. El nervio conductor de la trama es una maestra de matemáticas retirada que responde al nombre de marras, casada con Henry, un amable farmacéutico con quien tiene un hijo, Christopher, quien ya en la treintena ha decidido ser podólogo. Todos ellos habitan el pueblo de Crosby, en el estado de Maine.

III.

               Además de la semblanza y desarrollo de los caracteres psicológicos de cada miembro protagonista, se le van sumando un puñado de personajes secundarios con los cuales se van tejiendo cada una de las historias que dan vida, con sus luces y sombras, a distintas situaciones. Entre ellas se encuentran el descubrimiento de una infidelidad, un regreso de alguien inesperado –con fines inquietantes-, un reencuentro entre pianistas que han sido amantes, los avatares de una enferma de anorexia, una noche de rehenes en el hospital, etc.

IV.

                Párrafo aparte merecen Olive y su núcleo familiar. A un marido afable y bonachón pero incapaz de tomar el lugar que le corresponde, le acompaña una mujer por momentos insufrible, llena de comentarios mordaces -y, a veces, despectivos-, incapaz de disculparse aunque dotada de gran sensibilidad y perspicacia, y un hijo que ha crecido con temor ante la imagen dominante de su madre. Para colmo, se ha de casar con una joven que lo alejará del pueblo.

V.

               Con todos estos condimentos están dadas las condiciones para ir ensamblando los relatos junto a las alternancias de los Kitteridge, de manera tal que el conjunto va ganando en solidez con el correr de las páginas, a la vez que se describe perfectamente cómo se constituye el pueblo y su gente. De estilo coloquial y ameno, el libro va de menor a mayor. Quizá esa mujerona hosca y recelosa no sea nada agradable al comienzo, pero lentamente va conquistando al público lector, aun con sus notorias dificultades para expresar sus sentimientos. En suma, una magnífica obra –que recuerda a la entrañable Winesburg, Ohio, de Sherwood Anderson- que aleja toda suspicacia lectora. Para tomar en cuenta.