Lumen, 1998
I.
Impulsó esta lectura un taller del que participo. No había leído
nada de la autora ni de su obra, lo que redundó en la decisión de hacerlo. La
dominación y sometimiento del Imperio Británico sobre sus colonias no sonaba
nada novedoso. Pero alguien que decide resistirlo sin perder identidad era, al
menos, motivo suficiente para darle lugar.
II.
Xuela
Claudette Richardson, su protagonista, cuenta en primera persona los avatares
de haber nacido en Dominica, una isla del Caribe, justo cuando su madre muere.
Un padre vanidoso –de origen escocés- la deja al cuidado de quien le lava sus
camisas. Xuela se cría en medio de escasez, sin amor ni futuro. El resto del
texto obedece a su mirada acerca de la dominación extranjera, la sociedad
patriarcal y las exiguas posibilidades de supervivencia que tienen los nativos.
III.
Centrada en ella, Xuela acaba por conocerse a
sí misma, a reconocerse como mujer; a dominar su cuerpo y sus necesidades, más
allá de convencionalismos y requerimientos ajenos. Pero no deja de lamentar el
desamor de su padre y de aquellos que la rodean. El descubrimiento de su
sexualidad –y sus dolorosas consecuencias- son solo un escalón más para decidir
su aislamiento y frialdad en las emociones.
IV.
Por
otra parte, Kincaid no deja de reflejar en ningún momento el drama de ser
mujer, negra y pobre, despojada casi de su acervo cultural por una colonización
imperialista que no solo establece las normas legales sino que también impone
la manera de comportarse en sociedad y, fundamentalmente, restringe los accesos
a todo aquel sospechado de ‘nativo’. No resulta extraño, entonces, que elija no
ser madre y casarse sin amor por el esposo –que pertenece a los dominadores, a
los vencedores extranjeros-, sólo por compañía y beneficios recíprocos.
V.
Narrado
en primera persona, con una pluma versátil, escenas fuertes y reflexiones más
que interesantes, esta ‘autobiografía’ –que es la de la propia protagonista,
pero que incluye hacia el final la de su madre- es, en gran medida, una
exposición del saqueo y expolio de la identidad de un pueblo, de sus hábitos y
costumbres, a manos de una minoría blanca que utiliza la remanida excusa de llevar el progreso, para mantener la dominación.
Una novela que expone con hidalguía la voz de los derrotados.
¡Hola Marcelo!
ResponderEliminarla verdad es que no pinta nada mal la novela que traes, siempre me descubres novelas y autores que no conozco y eso me encanta (aunque luego no acabe leyéndolos, ¿o sí?) Desde luego el personaje tiene todos los ingredientes para ser de esos inolvidables, por haberse criado en medio de la escasez, sin amor ni futuro, aunque al final, seguro que se construyó ella misma su propio futuro, según lo que cuentas
No se si la leeré porque tengo otras prioridades en mente, pero la tendré en cuenta
Besos
Hola, Marian!
EliminarLa protagonista une el desamor de su padre hacia ella con el desprecio de ser nativa y 'dominada' por extranjeros, que imponen sus condiciones de vida en sociedad.
A diferencia de otros textos que tratan el mismo tema -o la esclavitud, algo parecido-, éste es menos esperanzador. Es como si quisiera justificar su insensibilidad debido a aquellas vivencias.
Un beso para ti.
Muy interesante, Marcelo. Me he acordado leyéndote de Ancho mar de los Sargazos porque su autora, Jean Rhys, era también oriunda de Dominica y porque en su novela subyacen algunos de los temas que trata esta autobiografía. No la conocía, así que gracias por tu reseña.
ResponderEliminarNada que agradecer. No leí el libro de Rhys, Lorena; básicamente, porque hay opiniones encontradas.
EliminarEs interesante la exposición de las condiciones de vida de los nativos y los problemas que acarrea ser colonizados, que la autora realiza a través de su protagonista. Es más testimonial que esperanzador.
Sospecho que sería un libro de tu interés.
Un abrazo.
Hola. No quisiera ser yo la que le da la espalda a los derrotados. Pero está claro que para Xuela pintan bastos durante casi toda la vida. Demasiado duro para mí. Esta vez no me lo llevo.
ResponderEliminarBesitos desanimados
El hecho de que ella perciba desde la infancia su estado de indefensión y la carencia de toda clase de amor, sumado al tener que asumir como propia la manera que se debe actuar en sociedad, para no exacerbar las diferencias, es el tema central de la novela.
EliminarSi no estás para cosas algo duras, está bien que lo desestimes.
Besitos comprensivos.