Alianza, 1985
Después de leer “La casa de los siete tejados” nutrí a mi biblioteca con todo aquello que pudiese conseguir de Hawthorne, tal fue el entusiasmo que deparó esa lectura. Entre los títulos acumulados, se encontraba este ejemplar raro y añejo, en el que se compilan una serie de relatos maravillosos que, en mayor o menor medida, tienen como trasfondo una enseñanza moral, propia de la sociedad puritana donde nació y creció el autor.
El libro abre con un prólogo de Luis Loayza, quien realiza la semblanza del autor. Luego, nos adentramos en el universo de Hawthorne con un cuento cuya trama está magníficamente conducida, desde el inicio al final, dando una acabada muestra de talento narrativo, “La hija de Rappaccini”. En él, un joven napolitano que se traslada a Padua a fin de realizar estudios, se convierte en un nuevo objeto de experimentación al caer bajo los influjos de la joven -y bella- hija de un inescrupuloso doctor que cultiva plantas venenosas para realizar ciertos potajes.
La portación de un velo negro sobre el rostro de un ministro de la iglesia, como castigo de sus propios pecados, y lo que deviene de ello hasta el día de su muerte, es la trama de “El velo negro del ministro”.
La deliciosa historia de un hombre felizmente casado que, después de 12 años de matrimonio, decide abandonar un buen día –sin ningún motivo aparente y sin avisar- a su esposa, para vivir en un espacio propio a escasos 100 metros de la que fue su casa, y su regreso también sin motivo después de veinte años de ausencia, es el núcleo de “Wakefield”.
La provisión de una pócima del Agua de la Juventud entre sórdidos y vetustos personajes, chabacanos y soeces, con el consiguiente rejuvenecimiento y lo que depara el regreso a los años mozos mientras dura su efecto es la esencia de “El experimento del Dr. Heidegger”.
En “Egoísmo o la serpiente en el pecho” se narra la historia de un hombre que dice albergar en su pecho una serpiente, debido a la imposibilidad de dejar de pensar en sí mismo. El desarrollo de su enfermedad tanto como su repentina curación es parte del texto.
La reaparición de un hombre convertido en demonio -según una leyenda-, con el fin de expiar sus culpas, conforma la secuencia principal de “Ethan Brand”.
El trágico desenlace de un hombre de ciencia quien, a toda costa, quería quitar de la mejilla de su adorada esposa un defecto epitelial congénito, es el objeto de “La marca de nacimiento”.
En estilo coloquial, ameno y fluido, cada cuento tiende a dejar una moraleja. Desde lo inútil de codiciar una vida mejor o envidiar la belleza del prójimo, hasta lo equívoco que es desafiar a Satán y la desconfianza que genera la creencia en la ciencia y el progreso –que despoja a Dios del centro de la vida-, Hawthorne repasa pecados, bajezas y todo aquello que no se alinea con una vida de virtud, de bien al prójimo y una conducta basada en las enseñanzas religiosas. Sin duda, es un libro adecuado para acercarse a la obra de este autor, considerado uno de los padres de la literatura norteamericana.
Marcelo Zuccotti
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