lunes, 12 de noviembre de 2012

Una travesía juvenil. Las obras escogidas de T. S. Spivet, Reif Larsen


Seix Barral, 2010


            Desde hace un tiempo atrás andaba en busca de libros que pudieran llamar la atención de jóvenes lectores; que no incluyeran mundos fantásticos, brujas u otros elementos de la imaginación y que tampoco contuvieran actos de violencia, tan presente en videojuegos. Tengo la sospecha que autores de la talla de Mark Twain y Jules Verne han quedado obsoletos con el auge de la tecnología y la animación para un segmento de edades comprendidas entre la pubertad y primera adolescencia, volcados netamente a Harry Potter o sagas de vampiros. Dando vueltas por la Red, encontré este título como modelo actual de novela juvenil y decidí leerlo para sopesar su atractivo a la hora de recomendar o no su lectura.
            Esta es la historia de un niño de doce años, poseedor de un talento natural para dibujar cualquier cosa con un grado de detalle increíble, que vive en un rancho en Montana, con un padre rústico y granjero –un típico ‘cowboy’-  y una madre entomóloga. Tiene una hermana mayor y su hermano murió accidentalmente.  T. S. encarna al chico que intenta poner en orden su comprensión del mundo que lo rodea a través de ilustraciones. Gracias a esa facultad de dibujarlo todo magníficamente, una importante institución científica acaba de concederle un galardón y debe atravesar gran parte del país para recogerlo. Armado de una maleta con aquellas cosas que estima necesarias y desprovisto de compañía familiar, inicia su travesía en búsqueda del premio.
            El libro está dividido en tres partes notoriamente diferentes. En la primera, T. S. nos describe las inmediaciones del rancho en Montana a la vez que nos transmite su agudeza de observación, capaz de plasmar en papel el más mínimo detalle del entorno. Luego, se pasa al viaje propiamente dicho y se describe lo que le ocurre a T. S. a medida que se acerca a su destino, lo que hace de aquél una aventura en si misma. Finalmente, al llegar a la populosa ciudad donde es agasajado, detalla los pormenores que tienen lugar con aquellos a quienes los demás –principalmente las instituciones necesitadas de renovación y de fondos- no escatiman exponerlo a los medios de comunicación de masas. Además, el relato se acompaña de todos los gráficos que T. S. va realizando a lo largo de su periplo, dispuestos al margen del texto central.
            Pero esta travesía es doble. El protagonista se ha llevado consigo un cuaderno de su madre donde descubre que ella ha escrito en forma de diario una investigación acerca de su pasado familiar. Entonces, simultáneamente a su traslado desde el Oeste de EE.UU al Este, T. S. también se adentra en su genealogía, y el por qué de su interés denodado por la ciencia.
            Finalmente, Larsen compone un relato de aventuras en forma de ‘viaje inicial a la gran ciudad’ utilizando una mirada sagaz de la sociedad, retratando a través de los ojos de su personaje principal sus gestos cotidianos, sus hipocresías y manejos inescrupulosos,  tanto como la solidaridad y la amistad entre seres simples.
            En suma, un libro que se disfruta mucho y resulta una buena alternativa a los que se encuentran en boga, que se destinan a la literatura juvenil.

Marcelo Zuccotti

2 comentarios:

  1. Qué bonito, un soplo de aire fresco entre tanto vampiro y mundo post apocalíptico. Al fin algo nuevo. Gracias por descubrírnoslo y dar ideas para regalar.
    Besos

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    1. Debe ser, Norah, que tengo 4 sobrinos entre 15 y 7 años. No son muy amantes de la lectura -salvo el más grande-, pero quizás la lectura pueda llegar a ellos si se identificaran con el protagonista, como podría ser el caso. De todos modos, existe una rejuvenecida literatura para jóvenes que vale la pena hacer conocer. Gracias por tus líneas. Besos.

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