Impedimenta, 2011
La
lectura la disparó una reseña sobre otro de sus libros; éste lo tenía a mano y
recordé cuán bien la había pasado con ´La plenitud de la señorita Brodie’. De
ahí a encararlo sólo medió una decisión.
Estamos en Londres en 1945. La
guerra ha concluido dejando en ruinas a una ciudad devastada por los bombardeos
alemanes. Las jóvenes menores de treinta años, provenientes de las afueras, que
tienen un empleo, pueden acudir al May of Teck, una suerte de pensionado que
por peniques les brinda albergue y comida. Dispone de habitaciones compartidas
y singles para las pocas que poseen más recursos. Como hecho pintoresco, cuenta
con un patio en el que aun se oculta una bomba sin detonar.
En este entorno, se dan cita un collage de jovenzuelas –y algunas
solteronas- que carecen de elementos básicos como el jabón, o cuyos vales de
racionamiento sólo les permite adquirir determinados productos. Algunas de
ellas se ganan la vida trabajando para noveles casas editoriales; otras
redondean un ingreso dando clases y todas anhelan un porvenir mejor, a medida
que la paz vuelve a sus vidas. Las más atractivas tienen amantes –sin intención
de matrimonio- y las demás se las rebuscan, de manera de obtener beneficios que
tornen menos penosa su realidad.
Rescato del texto la frescura con
que Spark nos relata los pormenores de estas chicas; con fluidez de diálogos,
escenas desopilantes –la de embadurnarse con margarina el cuerpo para poder
acceder a la azotea a través de una minúscula ventana inserta en el baño y así
tomar sol, no tiene parangón- y toda una gama de circunstancias que exponen un
acentuado contraste entre las ganas de vivir y ascender socialmente, en una
tierra donde las penurias diarias impiden hasta una buena alimentación.
En este aspecto, si bien las
peripecias de sus protagonistas resultan divertidas, el libro no deja de
mostrar la otra cara de una sociedad que debe recomponer su tejido y que
realmente la pasa mal.
Con una mirada ácida y socarrona,
Spark construye una novela donde lo importante –como siempre- es sobrevivir y
tratar de mejorar la situación, sin reparar mucho en la manera de alcanzarlo.
Así, la autora opone las necesidades reales de sus personajes a la pacatería e
hipocresía de la sociedad inglesa, en donde deben guardarse las formas y las
apariencias.
Ameno, entretenido y gracioso de a
ratos, el libro se lee rápidamente, dejando un cierto sabor agridulce hacia el
final. Buena lectura para afrontar malos momentos.
Me atrae mucho la época, de la cual he conocido varias historias sobre las estrecheces que pasaban los británicos después de la. Y me encanta el humor inglés, lleno de ironía y que hay que saber leer entre versos. Me lo apunto! Gracias por la recomendación. Un abrazo!
ResponderEliminarComparto tu gusto por el ácido humor inglés. Abunda en ello este libro, y también en situaciones graciosas -la de la bomba tampoco tiene desperdicio-. Espero que lo disfrutes!
EliminarUn beso grande, Agnieszka.
A mi este libro no me gustó demasiado. No me dijo mucho.
ResponderEliminarPara mi ha sido ágil y liviano; bueno para compensar situaciones feas. Ya sabes, sobre gustos...
EliminarGracias por darte una vuelta.
Un beso, Esther.
He leído La plenitud de la señorita Brodie, me gustó pero no me entusiasmó, así que no había pensado en insistir con nuevas obras. Tu reseña es interesante y quién sabe.
ResponderEliminarEse humor tan británico se me hace ajeno muchas veces, supongo que es una de las razones del distanciamiento que me generó la obra.
Besos!!
Creo que tiene que ver con la empatía hacia el humor inglés, U-to. Lo que puede ser divertido para unos, quizás se vuelva anodino para otros. Pero la pintura que hace de esos momentos es muy buena.
EliminarLo que no dije es que ese pensionado se instituyó con el fin de que las jóvenes que se habían quedado sin nada, no se dieran a la prostitución.
Un beso!
Fijate que los ingleses y yo no nos entendemos bien, pero por alguna misteriosa razón su humor me encanta. Muriel hará una radiografía de la sociedad inglesa de la época, pero tú has hecho una no menos estupenda de esta lectura. Gracias, Marcelo
ResponderEliminarBesos!
Gracias por tus palabras, Ana; sabes bien que intento ser tan honesto como tus comentarios. Reconozco que Spark no es para cualquier lector; lo disfruta más quien es afín a ese humor irónico y socarrón que tienen los ingleses.
EliminarUn abrazote!
La verdad es que disfruté mucho con esta lectura hace ya tiempo. El tono de Sparks me parece francamente divertido, aunque reconozco que sus libros son para leer espaciados.
ResponderEliminarBesos
Comparto contigo que no es lectura para leer de corrido, S. Pero aporta diversión y entretenimiento justo cuando más lo necesitas.
EliminarGracias por pasar.
Un beso.