Seix Barral, 2014
I.
Me decidió la lectura que había
hecho Agnieszka de este libro, hace ya un tiempo. Creo que todos los lectores
somos proclives a enternecernos con aquellas historias que tratan de otros
lectores, obras literarias o librerías, por simple afinidad con lo que nos es
querido: el mundillo del libro en general. Por eso mi disposición era un tanto
escéptica al encarar el título de marras, aunque no le quitaba mérito.
II.
No hay nada raro en este libro. A lo
sumo, un protagonista –llamado Guibrando Viñol- que opera una máquina de origen
alemán –qué raro- que tritura papel para reciclarlo, y quien suele infligir un
castigo impune a los demás pasajeros del tren que aborda todos los días para ir
a trabajar: lee en voz alta alguna de las páginas rescatadas de la Cosa. Que la alimentación de esa Cosa –así como él la llama- son libros,
sólo libros. Que sus mejores amigos son un lisiado cuyas piernas se comió la Cosa, y un guardia de acceso, que suele
expresarse a cualquiera en alejandrinos dodecasílabos. Que, al escucharlo, un
par de ancianas le soliciten realizar lecturas en el instituto para mayores
donde habitan, los fines de semana. Como dije, nada extraño.
III.
Pero un día se topa con la historia de Julie,
una aseadora de baños en un centro comercial, que no tiene mejor idea que poner
por escrito lo que vive, y pierde en el tren ese pendrive que concentra toda su mirada acerca de sí misma y de la
sociedad que la rodea. En el afán de conocer a la autora, Guibrando va
declamando el acontecer de Julie día tras día sobre ese tren hasta que, con
ayuda de la tecnología y sus amigos, llega hasta ella.
IV.
No es una historia de amor in stricto sensu, ni tampoco una novela
profunda y señera; más bien parece destinada a tocar nuestra fibra sensible y
empatizar con el pobre Guibrando, de vida gris y rutinaria –como tantos de
nosotros-, por su amor por la lectura y los libros. Por creer que, más allá de
una tarea aburrida y mediocre, que solo nos permite ganarnos el sustento,
existe un mundo de posibilidades que la literatura nos brinda a la vuelta de la
esquina y, quizás, hasta guarde para nosotros una promesa de amor.
V.
Con escasos elementos narrativos
aunque bien dosificados, el autor nos conduce, gracias a un puñado de locos lindos, hacia un final emotivo, a
través de diálogos jugosos y reflexiones sobre la lectura y el oficio de leer.
Ameno, coloquial, el libro será siempre del agrado del mundo lector.
La versión digital, gentileza de Epublibre
Muy Amélie, peli que por cierto me gusta a pesar de ella que me cae medio mal. Es que es muy pava. Me imagino algo así y me gusta porque me gustan los trenes, los lectores y sobre todo, los locos lindos.
ResponderEliminarBesos ferroviarios.
Es un libro con el que el lector empatiza. Más de una vez hemos tenido la idea de leerles a los demás algo que para nosotros era significativo, o divertido, no?
EliminarSospecho que será de tu agrado.
Besitos bibliotecarios.
ResponderEliminarSí que tienes razón y suele gustarnos a los lectores historias sobre amantes de la lectura como nosotros, acaso por sentirnos acompañados, acaso por no ver que no somos bichos raros..a saber...
Pero como no te veo muy animado con este libro, Marcelo, pues recojo una parte de lo que habla, y te remito a una novelita cruel e irónica, hasta sentenciosa, que se titula "Una soledad demasiado ruidosa" de Hrabal, en la que nuestro Bohumil habla de cuando fue destructor de papel, también, y se quemaban libros y libros, incluso alguno suyo.
Ya para conformar un día que te anime, aunque lo que te mando no sé si animar lo hará mucho :), estoy oyendo esto, creo que te gustará (o eso espero)
https://www.youtube.com/watch?v=SZQzW_QfPew
Cuídate Marcelo
Hey, Wine, creo que llegas tarde. Lo que dijo mi compañera Claudia -primero- y luego yo sobre 'Una soledad demasiado ruidosa' lo puedes leer aquí a la derecha. Se encuentra con el título del libro, entre los números 2.
EliminarAhora me dirijo al site que me ofreces.
Un gran abrazo.
Ya en su momento no me llamó la atención y lo dejé pasar. Se ha puesto de moda los libros sobre libros, librerías y bibliotecas porque las editoriales saben que podemos picar los que vivimos la pasión de la lectura. Así que yo suelo ir con tiento con este tema y además no te veo muy entusiasmado con el libro.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Resumes muy bien mi propio sentir; por eso mi escepticismo inicial. No está mal, pero no es lectura que suela frecuentar -y creo que tú tampoco, si me permites-. Eso sí, está bueno para distenderse un poco.
EliminarUn abrazo grande, U-to!
Siento la misma afinidad que reflejan el resto de comentarios, es innegable nuestra curiosidad como lectores hacia libros donde el protagonista es un gran lector, o se mentan libros y temas similares. Pero como bien dice Laura, hay que ir con tiento, no todo es meritorio y las editoriales, para engatusar y vender, meten mucha paja entre el grano.
ResponderEliminarCreo recordar esa mención de Agnieszka... uff, como pasa el tiempo!!
Un fuerte abrazo, pibe ;)
El tema, Paco, tiene que ver con los lectores. Así, el texto se vuelve espejo. Debe ser por eso que nos gustan esta clase de libros: nos vemos reflejados en ellos.
EliminarA su favor, podría decirte que no es un 'libro de diseño', es decir, diseñado en una editorial para convertirlo en un súperventas. Pero contiene guiños con los que busca tu empatía.
Un gran abrazo, campeón!