I.
Me subí a un vuelo de cabotaje en
abril de 2014. Era al alba y me costaba coordinar. Cuando me desmayé sobre la butaca de la cabina e intenté reclinar mi
cabeza noté que mi vecina, al otro lado del pasillo, sacaba un libro y
comenzaba a leer. La versión de este libro estaba en inglés y recordé otra
imagen: la de una lectora transatlántica arrojando –literalmente- por la ventana un
título previo de esta autora. Apenas regresé me hice de él y, tras nueve años
de espera, aquí está.
II.
Este libro cuenta con dos partes bien
definidas. En la primera, se reúnen cinco relatos sin conexión entre
sí; en la segunda, se narra en tres capítulos la historia de dos jóvenes que se conocen desde
niños, la vida los separa y después de mucho se vuelven a encontrar ya adultos,
en tierra extraña. En todos los textos, uno o varios personajes principales son
de origen indio.
III.
Así, la visita de un padre viudo
a su hija nuevamente embarazada y sin ejercer su profesión; la presencia de un
joven desgarbado y becario en la vida de una mujer casada; el pasado no
expuesto que surge al asistir a la boda de una amiga; la bondad de una hermana
que intenta rescatar del alcohol a su hermano y un compañero de habitación que
recibe un llamado para su amiga india de parte de la otra pareja de su
pretendiente, son los temas que aborda Lahiri en la primera mitad. En la
segunda, pareciera algo habitual que bengalíes de vida acomodada se reúnan en
el extranjero y una vez establecidos deseen armar una familia, con fortuna
dispar.
IV.
Los relatos, sin embargo, más allá de la trama,
permiten entrever cómo se adaptan los migrantes bengalíes a sus lugares de
recepción, cómo intentan sostener ciertas costumbres adquiridas en la infancia
sin por ello perder independencia en sus decisiones y tratando siempre de mantener
el delicado equilibrio que implica aprovechar las ventajas que se les ofrece en
sus destinos, sin renunciar del todo a la aferrada identidad que los une a sus
familias de origen. En ese aspecto, el texto exhibe las obligaciones que responden
a mandatos tradicionales –la responsabilidad entre hermanos, los matrimonios
acordados entre clanes, etc.- y las peripecias del diario vivir bajo otros
hábitos.
V.
Con una prosa fluida y amena, Lahiri maneja con solvencia diálogos interesantes y numerosos silencios que ocultan hechos y pensamientos no expresados –para no generar polémicas-, en aras de guardar las formas. Las diferencias generacionales entre bengalíes, y sociales con el resto del mundo están bien retratadas en este libro que compila el acontecer de aquellos que viven fuera de la India –y pueden costearse un estudio superior-. En suma, una propuesta interesante, que parece reflejar la vida de los jóvenes indios en el exterior.
Solo he leído de esta autora La hondonada y me gustó bastante. No veo motivos para arrojar ningún libro suyo por la ventana (imagino que el viaje no era en avión). Tierra desacostumbrada está en mi lista de pendientes, junto a otros dos. A ver si me animo con alguno, aunque siendo este de relatos, al menos en su primera mitad, tal vez me decida por algún otro que sea novela.
ResponderEliminarUn beso y feliz año 2024.
Ja, ja! No, quien arrojó por la ventana de su cuarto el libro -y nos ha llegado su fotografía- justamente ha sido de 'La hondonada'. Aun cuando tú dices que te ha gustado bastante, resulta llamativo cómo distintos lectores apreciamos con matices nuestras lecturas. No deja de asombrarme, Rosa. Enhorabuena!
EliminarQuizás pudiera parecerte interesante 'El buen nombre'. Resume un poco la realidad del migrante; casi un paria en tierra ajena.
Recibe mis más sinceros deseos de un 2024 pleno de realizaciones, y de buenas lecturas, vamos!
Un gran beso para ti.
Querido Marcelo.
ResponderEliminarLeí este libro hace un tiempo y no tengo especial recuerdo de él ni reseña, por lo que intuyo que pasó por mí sin dejar huella. La autora me ganó con El buen nombre, novela que recoge el mismo tema, inmigrantes tratando de adaptarse sin dejar atrás su cultura, haciendo malabares para sobrevivir.
Recomendadisima esa novela.
La Hondonada es una traición al lector sólo por el final, eso fue lo que llevó a alguien a tirar el libro por la ventana.
Lo último que leí de la autora, que decidió emigrar a Italia y escribir en italiano es un experimento regulero. Vaya, que en resumen, la cosa ha ido cayendo. Ando a la espera de que se recupere.
Besitos pacientes
Gracias por toda la información, Maja. No sabía que había mudado de país. Me acordaba de la imagen del libro sobre el tejado vecino.
EliminarYendo a éste, recoge un puñado de situaciones distintas de los emigrantes, respecto de la relación entre padres e hijos, etc. Pero me ha parecido que el objetivo de ventas es la propia tropa, es decir, los migrantes ya establecidos en una patria distinta.
Besitos aclaratorios.