viernes, 4 de julio de 2025

La pérdida, en primer plano. La ridícula idea de no volver a verte, Rosa Montero

Seix Barral, 2013
 

I.

               Lo acertado de su título y el haber incluido elementos propios del periodismo en redes le habían granjeado buena prensa y óptimos comentarios. La muerte de quien fuera su pareja durante veinte años llevó a la autora a una suerte de duelo sui generis que, a su vez, le permitió renovarse en su carrera literaria con un texto que cabalga entre el ensayo, la biografía y la autoficción. Tuvo que proponerlo un grupo de lectores, para sacarlo del tótem de pendientes y darle curso a su lectura tras años de espera.

II.

                Montero se centra en la historia de vida de esa gran científica que fuera Marie Curie –muerta en 1934 a los sesenta y siete años de edad-, quien tuvo la desgracia de perder a su marido, Pierre Curie, tras un accidente imprevisto –al igual que el suyo, con un cáncer fulminante-. Con la mítica figura de esa mujer que se ganó el respeto de los hombres de ciencias por su dedicación, abriéndose camino a puro esfuerzo y voluntad, intenta establecer un paralelismo entre ella y sí misma, enfocado en el plano del dolor por la pérdida del compañero.

III.

               Así, el lector asiste a una detallada biografía de Curie que, al parecer, era tan apasionada en sus investigaciones científicas como en su vida amorosa, un aspecto que poco ha trascendido al público. Abrevando en diversas fuentes -documentos escritos y ensayos biográficos varios-, la autora nos allega parte de un diario que la propia Curie escribió tras el deceso de su esposo, que llega a conmover, por dejar traslucir el dolor de la ausencia en estado puro. Lo que no fue óbice para que, andando el tiempo, la misma mujer volviera a enamorarse de un amigo de su marido –y lo que ello deparó, tanto en el ámbito académico como en la opinión pública-.

IV.

                El libro posee altibajos. Por un lado, atrapa la narración sobre una mujer luchadora desde sus inicios, haciendo frente a lo adverso de pertenecer al género femenino y, no obstante, alcanzar los logros conocidos, comprometida con cada descubrimiento –y pagándolo con su vida-. Pero en más de una ocasión, la imagen algo hagiográfica que nos presenta Montero obedece más a una interpretación personal y de actualidad que a la realidad ofrecida dentro del contexto temporal. Por otra parte, existe un desequilibrio notorio entre la cantidad de páginas destinadas a los Curie, en desmedro de su propia historia con Pablo, su pareja, siendo ambos los objetos del origen del dolor.

V.

               Con una prosa fluida, amena y coloquial y reflexiones interesantes acerca de la muerte, la pérdida y la ausencia, Montero ofrece una obra distinta a la que tiene habituados a sus lectores. Ya solo por esto, vale la pena incursionar en su interior. Deja cierto sabor agridulce, pero se sobrelleva bien.

domingo, 29 de junio de 2025

Novelas de Roberto Arlt. 2. Los siete locos, Roberto Arlt

Losada, 2015
 

I.

               Esta segunda novela que compone el volumen, acaso la más representativa del mismo, se halla dividida en tres capítulos, en los que el autor intenta abordar diversos temas. Al comienzo se presenta Augusto Remo Erdosain, exclusivo protagonista, un supuesto inventor venido a menos quien, para poder sostener su vida y la de su mujer, se desenvuelve como cobrador de dinero para una empresa azucarera, a la que no duda en desfalcar y, tras ser denunciado, acude a distintos personajes que podrían facilitarle un salvataje.

II.

                Así, nos internamos en el delirio de un puñado de ¿soñadores?, ¿inadaptados?, ¿marginales?, como el Astrólogo y el Rufián Melancólico -a quienes habrá que agregar al Mayor, al Buscador de Oro, al Farmacéutico y su mujer (la Coja) y pocos más-, que compondrán una suerte de séquito del absurdo: alcanzar a dominar a la sociedad a través de la ejecución de crímenes y mentiras, destinadas a encolumnar tras de sí a quienes esperan una revolución social o a aquellos que necesiten creer en un líder salvador, al haber perdido la fe en Dios.

III.

               Si en el primer capítulo los lectores ingresan en un verdadero tratado sobre la angustia existencial que padece Erdosain, sometido a las humillaciones infligidas por su esposa y supuestos amigos, -que lo empujan hacia el Astrólogo, un nihilista-, en el segundo se asiste a un debate filosófico – político, algo visionario respecto del contexto histórico en el que fue escrito (en 1929). Finalmente, todo se resuelve en una farsa para obtener dinero que propicie la creación de una sociedad clandestina que intente materializar aquellos ilusorios objetivos de dominio.

IV.

               Destaco varios planos de la obra, por los que la incluyo entre las grandes novelas argentinas. Primero, está la composición psicológica del atormentado Erdosain, verdadero antihéroe del texto, con su angustia a cuestas, cuya carencia de sentido de pertenencia alguna a su medio social lo conduce a refugiarse en una fantasía tan mesiánica como irreal. Luego, están los demás compañeros en su derrotero, tan atribulados como él, buscando todos una vía de escape de una realidad que los oprime. Finalmente, la acertada introducción de términos con origen en el lunfardo o en la jerga arrabalera, que obligan a pensar en una construcción que combina equilibradamente lo erudito con lo popular –como una obra de folletín-.

V.

               En un estilo directo y frontal, ambientada en una atmósfera oscura –propia de desposeídos-, con escenas y diálogos que definen de manera precisa miradas y sentires de sus personajes, Arlt ofrece una novela mayúscula, de neto corte urbano y marginal, que sorprenden hasta al lector más avezado. De lectura más que obligada para lectores locales, e interesante para el resto. Por suerte para los primeros, tiene continuación en Los lanzallamas.


martes, 24 de junio de 2025

e-book 182. Crueles vidas rurales. Dos veranos, Elvira Orphée

Eduvim, 2012

I.

               Desde hace un tiempo, algunas pequeñas editoriales locales –sobre todo, radicadas en el interior del país- han tomado la iniciativa de rescatar del olvido figuras literarias de la región de influencia, reeditando títulos y autores largamente ausentes, como es el caso presente. Atento a ello, un taller del que participo se hizo eco de estas acciones, incluyendo esta obra entre sus propuestas anuales.

II.

                El protagonista de estas historias es Sixto Riera, un guacho –huérfano abandonado a su suerte- que, con trece años de edad, es recogido de la calle de un pueblo por Don Joaquín, un almacenero, con miras a convertirlo en el sirviente de su familia. Con una esposa que padece una enfermedad degenerativa y tres hijos que alimentar, Sixto será el centro del escarnio y las burlas del resto de los niños. En suma, un marginal que jamás gozará de beneficio ninguno.

III.

               Ambientada en una zona cordillerana hacia mediados de siglo pasado, la novela se divide en dos partes, que transcurren en sendos veranos. En la primera, se presentan los personajes y se describe la realidad de aquellos que han sido desposeídos de familia propia y, ante la miseria y el hambre en ciernes, optaron por ser llevados en condiciones de explotación infantil. Sixto odia la vida que le ha tocado en desgracia, y fantasea con ser un niño de buena familia que ha sido raptado por manos inescrupulosas. Todo a lo que aspira es a ganar dinero y liberarse de la sumisión en que se halla. En la segunda, cinco años después de la primera, Sixto se fuga de un centro reformatorio junto a otros jóvenes quienes, para vivir en entera libertad y sin escasez, no dudan en delinquir y cometer un crimen para obtener dinero y brindarse una vida distinta.

La versión digital, gentileza de Valeria Castelló Joubert

IV.

                Orphée desgrana en algo más de un ciento de páginas la vida cruel que deben sobrellevar quienes han perdido el cobijo familiar rural ya desde temprana edad, condicionando sus opciones a medida que crecen y en los que el resentimiento por su situación marginal se aúna al odio de clase de no poder alcanzar lo que otros más afortunados detentan desde la cuna. Pero lo hace sin eludir el despertar sexual ni las ilusiones propias de un joven que carece de identidad.

V.

               De estilo coloquial y ameno, con frases cortas, una voz que alterna un narrador en tercera persona y la primera de Sixto y una serie de escenas que conforman el entorno provinciano en el que se desarrollan los hechos, Orphée logra allegarnos una pintura costumbrista, bastante frecuente en el hinterland. El texto se acompaña de una reseña de Rosa Chacel –aparecida en 1957- que sugiero leer a posteriori. Una novelan interesante como para tomar en cuenta.


jueves, 19 de junio de 2025

Simbiosis literaria. El maestro de Petersburgo, J. M. Coetzee

Debolsillo, 2009
 

I.

               Llevaba años esperando entre los pendientes. Ello obedecía a una simple razón: un lector transatlántico me advirtió que, si bien puede leerse de manera independiente, sería prudente haber leído de manera previa Los demonios, de Fiódor Dostoyevski, para un mayor aprovechamiento literario. Recién hoy, cuando el pasado mes pude encarar la citada obra, me animé a proseguir con el de marras. Vaya mi agradecimiento a quien formuló aquella sugerencia, que considero más que acertada.

II.

                Estamos en el Petersburgo de 1869. Pável Isaev, un muchacho que apenas alcanzaba la veintena, ha muerto en circunstancias poco claras. Alquilaba una habitación en la pensión de Anna S. y su hija Matryona, una sagaz jovencita algo menor. Comunicado su deceso a su padrastro, sito en Dresde, decide viajar para aclarar las causas –suicidio, según la foja policial- y, de paso, recoger las pertenencias; entre ellas, los papeles y las cartas intercambiadas entre ambos, en manos del inspector. Nada anormal… si el padrastro no fuera otro que Fiódor Dostoyevski.

III.

               Así, esta novela de intriga recoge una parte de la vida del escritor, de regreso a su ciudad mientras esclarece lo ocurrido. Pável, hijo de la viuda quien fuera primera esposa de aquél, dejó el hogar familiar cuando, tras morir su madre, Dostoyevski decidió casarse con una muchacha casi de su edad. El ya afamado autor –quien solventaba sus gastos- se encuentra incapaz de asimilar el golpe, aunque puja por dejar en claro qué pasó.

IV.

                La obra es poliédrica. Por un lado, está la búsqueda de la verdad. ¿Ha sido un suicidio intempestivo o la policía tuvo algo que ver en ello? Pavel, ¿era parte de un grupo liderado por Nechaev, un nihilista revolucionario prófugo de la Justicia? Por otra parte, la desesperación y congoja de Fiódor lo lleva a intimar con Anna S. durante su estadía, en un lugar donde él también se halla perseguido debido a las deudas contraídas con antelación.

V.

               En un estilo coloquial, bajo una atmósfera opresiva, en medio de espacios lúgubres y sórdidos, Coetzee realiza una colosal simbiosis literaria, pues acompañado de un puñado de personajes secundarios –que han sido personas reales-, le da forma no solo a una historia personal del escritor, sino que desarrolla en profundidad las miradas totalmente opuestas entre jóvenes y mayores sobre la sociedad rusa y además expone de manera magistral cómo se van gestando los personajes que habrán de ser protagonistas en una próxima novela –que será Los demonios-. El arte del autor sudafricano no va en zaga en este homenaje que, entiendo, le brinda al maestro ruso. Para leer y disfrutar. Y si es después de leer a Dostoyevski, mucho mejor.

sábado, 14 de junio de 2025

La literatura, estandarte contra la opresión. El cuento de la criada, Margaret Atwood

Bruguera, 2008

 I.

               Corría el mes de junio de 2013 y fui a retirar un libro usado en las afueras de la ciudad. Quien me acompañaba propuso visitar un conspicuo mall de cercanías para almorzar y, de paso, distraernos un rato. Tamaña sorpresa fue hallar este ejemplar en una librería; lo tenía apuntado hacía tiempo, pero estaba agotado. Ahora, tras una docena de años esperando, decidí darnos la oportunidad que merecíamos (ambos): es mi primer acercamiento a una obra de Atwood.

II.

                Esta distopía, ambientada en un E.E.U.U. futuro de pesadilla posnuclear -donde emerge la esterilidad-, plantea una sociedad que ha sido dividida y estratificada, de manera que los hombres detentan el poder real. Las esposas de los Comandantes se valen de sirvientas llamadas Marthas –con uniforme identificatorio-, para efectuar las tareas domésticas, pero también existen un pequeño grupo de Criadas –que visten de rojo absoluto salvo su cofia blanca- que estando al servicio del Comandante, son las encargadas de la reproducción. Es decir, vientres fértiles sin contaminación radiactiva –y en algunos casos, ex madres-, capaces de preservar la especie.

III.

               Para que no puedan escapar, son continuamente vigiladas no solo por hombres sino también por otras Criadas, que podrían denunciarlas. Además, su vestimenta les impide contacto visual con otras personas y las han despojado de su verdadero nombre; ahora llevan el de aquél que las sirve –en la acepción sexual del vocablo- y es motivo de gratia plena del conjunto de Criadas la llegada del ansiado embarazo –y posterior alumbramiento (que no venga con deformaciones, claro)-. Por lo demás, su vida no tiene otra finalidad y a medida que envejecen pueden ser retiradas junto a las demás mujeres que no pertenecen a estas categorías: puro material de desecho, confinadas en islas y condenadas a morir.

IV.

                El lector asiste a la narración del acontecer de la protagonista, que es una suerte de legado escrito –una acción prohibida- y cuyo valor de realidad será juzgado por esa misma sociedad muchos años después –de allí, que sea considerado un cuento-. Atwood nos allega la descripción de la vida de una mujer en un mundo férreamente totalitario que bien podría obedecer a cualquier clase de dominación: política, filosófica, sexual, religiosa, etc., con sus propias reglas y rituales –y, como sería de esperar, con ciertas licencias para los poderosos-.

V.

               De estilo directo y frontal, con escenas fuertes en medio de una atmosfera opresiva, la novela resulta tan original como fluida; atrapa desde el inicio por el carácter trepidante de su historia y, a su vez, es un compendio de cómo enfrentar la adversidad con una dosis de resiliencia esperanzadora, donde la palabra escrita (la literatura) se convierte en el mayor símbolo de resistencia. Una lectura más que recomendable.

lunes, 9 de junio de 2025

e-book 181. El origen de un trauma. La bella Annabel Lee, Kenzaburo Oé

Seix Barral, 2016
 

I.

               Sólo había visitado una de las obras más reconocidas del autor, Premio Nobel de Literatura en 1994. Unas líneas aparecidas en la blogosfera al poco de su lanzamiento me incentivaron a tomarlo en cuenta pues, como su evocador título supone, está basado en uno de los poemas más conmovedores de Edgar Allan Poe. Siendo uno de sus últimos trabajos, me pareció oportuno completar una mirada panorámica de su evolución literaria.

II.

               Tras treinta años de ausencia, Komori, un compañero de estudios universitarios del autor, productor cinematográfico, lo contacta otra vez para proponerle un nuevo desafío. Valiéndose del galardón de su amigo, lo insta a hacerse cargo del guion de un film que tendrá como protagonista a Sakura Ogi Magarshack, una mujer madura de una belleza sin par, quien protagonizara un cortometraje cuando solo contaba con diez años, encarnando a la Annabel Lee del poema de Poe.

III.

               En un interesante flashback, el autor nos brinda cómo se conocieron Sakura y él, tres décadas atrás, para participar de un proyecto multicontinental con motivo del bicentenario del nacimiento de Heinrich von Kleist, y su célebre novela Michael Kohlhaas. La historia del vituperado vendedor de caballos entroncaba perfectamente con las rebeliones japonesas de Meisuke-san, en tiempos pretéritos, con lo cual añadía cierto carácter local al film. Pero el proyecto se frustró debido a cuestiones ajenas.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                El argumento de la novela se desdobla. Por un lado, está el film original de Annabel Lee, que Oé viera en una versión acotada, cuando él no contaba con mayoría de edad. Luego está toda la historia del film que no fue sobre la obra de Kleist y por último está la intención de Komori y Sakura de rescatar la figura de la madre de Meisuke-san, constituyendo una nueva realización, con ella en el rol protagónico. No obstante, la exposición de una versión sin censura del aquél film inicial, dispara el origen de un trauma en Sakura, con consecuencias imprevistas.

V.

               Entre las notas destacadas, se halla la facilidad con que Oé se mueve entre pasado y presente, alternando apreciaciones relacionadas con la elaboración de guiones y el aporte de la historia familiar. Por otro lado, el estilo directo y frontal del texto no es óbice para desdibujar los límites de ficción y realidad entre historia y personajes, brindando al lector cierto carácter de fábula. Por todo ello, vale la pena transitar sus páginas. Un libro ameno y recomendable.

miércoles, 4 de junio de 2025

Pelibro 38. El bello verano

 

Había conseguido el texto poco tiempo antes que una amiga cinéfila comentara que, entre los films que habrían de participar de la Semana de Cine Italiano del 2024, estaba el de marras y para cuya presentación había sido invitada nada menos que su directora. Mi cariño hacia las letras del autor turinés y la posibilidad única de escuchar a la realizadora, definió hace muchos meses este Pelibro. Solo hubo que esperar la llegada de la edición en DVD.

Libro

Cesare Pavese (Cátedra, 2020)

               Severino y Ginia son dos hermanos que han decidido instalarse en Turín, abandonando la campiña donde nacieron. Es verano de 1938 y el fascismo está en auge. Él consigue un trabajo nocturno y ella, con dieciséis años, ingresa a un atelier de costura; entre ambos, apenas consiguen pagar su alojamiento y poco más. Severino albergaba la ilusión de cursar estudios en la universidad, pero la necesidad de adaptarse al entorno urbano y la nostalgia de dejar su pueblo no le ofrecen la atmósfera necesaria para concentrarse.

               Ginia suele pasear con Rosa, una amiga con quien comparte confidencias; entre ellas, está la del inicio sexual. Algo tímida y retraída, se mantiene al margen del bullicio juvenil, hasta que descubre en Amelia, una descarada y desvergonzada joven algo mayor, un foco de luz en medio de tanta grisura. Con su estilo bohemio y viviendo a su aire, Amelia cautivará a Ginia y la iniciará en las fiestas nocturnas, el contacto con pintores de escaso talento y la empujará hacia el tan ansiado debut sexual.

               Pavese ofrece una historia de crecimiento y elige ese verano como símbolo del paso de la adolescencia a la adultez, donde se abandona una vida ligera y despreocupada para asumir roles y sus deberes consiguientes. El verano es la estación dominada por las pulsiones del instinto, mientras que el otoño y el invierno se identifican con la vida adulta, donde comienzan a perderse aquellas juveniles ilusiones. Así, Ginia se ve envuelta en un cambio interior que no sabe cómo manejar, ni realmente qué sentir. El ejercicio de la sexualidad no parece producirle el placer esperado y duda acerca de su elección sexual. Amelia, más avezada en estos escarceos –aunque enferma de sífilis-, confiesa su homosexualidad y su interés por Ginia.

               El breve texto está impregnado de antinomias: la campiña/libertad opuesta a la ciudad/obligaciones. Incluso los luminosos días estivales confrontan con la oscuridad y el intenso frío invernal, que albergan a la desesperanza. De estilo directo y coloquial, la novela fluye lentamente, y si bien tanto los diálogos como la elaboración psicológica de los personajes son acertados, el conjunto parece algo acartonado y estereotipado. Claro, con todos los cambios suscitados en más de medio siglo –la militancia del feminismo y el empoderamiento de las mujeres-, hoy la obra parece vetusta y retrógrada. No sobrevivió al paso del tiempo.

               Párrafo final para esta edición, a cargo de Manuel Carrera, quien brinda una semblanza de la vida del autor y un escueto análisis de la obra en una Introducción, que sugiero que se lea a posteriori, para no hacer spoiler de su contenido. Interesante como mirada de época.

 Film

Laura Luchetti (Varias, 2023)

               Para comenzar, tras volver a ver el film, encuentro algunas diferencias importantes con el texto de Pavese. Esta adaptación de Luchetti a la pantalla grande ofrece claroscuros que, por momentos, llenan de poesía la trama, y en otros, la sumen en cierta abulia.

               La elección del Turín de 1938 donde si sitúan los hechos, con los discursos del Duce que ingresan por la ventana y el ascenso de las camisas pardas, es una recreación de época lograda. Para mejor, el cuarto de los hermanos y la casa en general, evocan el inconsciente de los propios conventillos locales, con lo que el espectador se siente identificado. Asimismo, las escenas exteriores de costa, parques y plazas contribuyen a la atmósfera de libertad juvenil que se intenta exhibir, en contraposición con el clima opresivo de un país que pronto estará en guerra.

               Pero la extensión de las escenas de costura que, a la vez que exponen el delimitado rol de la mujer pretenden ensalzar la creatividad de la protagonista, no terminan de convencer y se reiteran. Además, la sensación de libertad que transmite la bohemia de pintores de la que Ginia se deslumbra, da lugar a un tinte homosexual que en el texto original está poco sugerido.

               Son fortalezas del film la magnífica fotografía e iluminación; la selección de la banda sonora –el tema Walzer fur Niemand, de Sophie Hunger, es la cereza del postre-; las interpretaciones de Yle Vianello (Ginia) y Nicolas Maupas (Severino) recogen acertadamente tanto las tribulaciones de una adolescente que se convierte en mujer como la del campesino que se siente desarraigado en medio de la ciudad, con dosis de nostalgia y melancolía.

               Las debilidades rondan en la falta de concreción de la historia, con un final abierto en el que se supone una definición lésbica y todo se reduce a una historia más, cuando podría haber dado lugar a mostrar matices de época mucho más sugerentes.

               Párrafo aparte merece la belleza de Amelia (Deva Cassel, hija de Vincent y Mónica Bellucci) que llena la pantalla y colabora decisivamente a la ambigüedad sexual que atraviesa todo el film. En suma, una buena película para ver en familia y disfrutar.

Testimonio del Pelibro 38