I.
Desde hace un tiempo, algunas
pequeñas editoriales locales –sobre todo, radicadas en el interior del país-
han tomado la iniciativa de rescatar del olvido figuras literarias de la región
de influencia, reeditando títulos y autores largamente ausentes, como es el
caso presente. Atento a ello, un taller del que participo se hizo eco de estas
acciones, incluyendo esta obra entre sus propuestas anuales.
II.
El protagonista de estas historias es Sixto
Riera, un guacho –huérfano abandonado
a su suerte- que, con trece años de edad, es recogido de la calle de un pueblo por
Don Joaquín, un almacenero, con miras a convertirlo en el sirviente de su
familia. Con una esposa que padece una enfermedad degenerativa y tres hijos que
alimentar, Sixto será el centro del escarnio y las burlas del resto de los
niños. En suma, un marginal que jamás gozará de beneficio ninguno.
III.
Ambientada en una zona
cordillerana hacia mediados de siglo pasado, la novela se divide en dos partes,
que transcurren en sendos veranos. En la primera, se presentan los personajes y
se describe la realidad de aquellos que han sido desposeídos de familia propia
y, ante la miseria y el hambre en ciernes, optaron por ser llevados en
condiciones de explotación infantil. Sixto odia la vida que le ha tocado en
desgracia, y fantasea con ser un niño de buena familia que ha sido raptado por
manos inescrupulosas. Todo a lo que aspira es a ganar dinero y liberarse de la
sumisión en que se halla. En la segunda, cinco años después de la primera,
Sixto se fuga de un centro reformatorio junto a otros jóvenes quienes, para
vivir en entera libertad y sin escasez, no dudan en delinquir y cometer un
crimen para obtener dinero y brindarse una vida distinta.
La versión digital, gentileza de Valeria Castelló Joubert
IV.
Orphée desgrana en algo más de un ciento de
páginas la vida cruel que deben sobrellevar quienes han perdido el cobijo
familiar rural ya desde temprana edad, condicionando sus opciones a medida que
crecen y en los que el resentimiento por su situación marginal se aúna al odio
de clase de no poder alcanzar lo que otros más afortunados detentan desde la
cuna. Pero lo hace sin eludir el despertar sexual ni las ilusiones propias de
un joven que carece de identidad.
V.
De estilo coloquial y ameno, con
frases cortas, una voz que alterna un narrador en tercera persona y la primera de
Sixto y una serie de escenas que conforman el entorno provinciano en el que se
desarrollan los hechos, Orphée logra allegarnos una pintura costumbrista, bastante
frecuente en el hinterland. El texto
se acompaña de una reseña de Rosa Chacel –aparecida en 1957- que sugiero leer a
posteriori. Una novelan interesante como para tomar en cuenta.
¡Hola!
ResponderEliminarNo conocía esta obra, pero me llama la atención y voy a echarle un ojo. ¡Muchas gracias por tu reseña!
Nos vemos entre páginas
La vida de mi silencio