martes, 19 de febrero de 2013

Memorias de un joven escritor. París era una fiesta, Ernest Hemingway


Lumen, 2013

           Después de ver el ya célebre film ‘Medianoche en París’, que enamoró a gran parte de su platea y encendió un sinnúmero de románticos corazones, intenté allegarme un ejemplar de aquello que fuera su musa inspiradora: el libro de Hemingway que dio origen a la realización cinematográfica, asumida por el versátil y siempre vigente Woody Allen. Afortunadamente, apareció una nueva edición mientras pasaba mis vacaciones, justo cuando me quedaba sin material de lectura.
            Para ser riguroso, Hemingway escribió una serie de artículos hacia el final de su vida, que fueron compilados en este trabajo, publicado años después de su muerte. Claro, su contenido –que abunda en nombres propios y seres vivos de entonces- no hubiera podido ser exhibido en vida del autor, sin correr el riesgo de que la Justicia se hiciera presente –estimo- por medio de cuantiosos y/o vocingleros reclamos.
            En sí mismo, Hemingway ofrece al lector una parte de su vida antes de volverse célebre, ambientada en el París de ‘los años locos’, cuando junto a su esposa Hadley y su hijo Bumby habitaban en la Ciudad Luz –ambos con poco más de veinte años de edad-, siendo él aun un periodista –en realidad, un corresponsal-, que además escribía cuentos.
            Mas no sólo es una suerte de memorias del autor, sino un reflejo de la actividad y el bullicio que tenían lugar en la bohemia artística y cultural de ese París de posguerra. Así, por sus páginas desfilan reconocidos nombres, tales como Gertrude Stein, Ford Madox Ford, Ezra Pound, Pablo Picasso, James Joyce, T. S. Eliot, y otros no tan renombrados como el pintor Pascin, Evan Shipman y Ralph Cheever Dunning.
Quila Quina, San Martín de los Andes, Neuquén, Argentina
            Sin lugar a dudas, la influencia recíproca ejercida entre el autor y F. Scott Fitzgerald acaparan lo jugoso del texto. En un estilo campechano, algo rústico y sin contemplaciones, Hemingway describe con lujo de detalles tanto la personalidad de Fitzgerald como la relación entre éste y su esposa Zelda, a quien tilda de envidiosa y acusa solapadamente de ser causa de la decadencia del autor de The Great Gatsby, novela que elogia.
            También repasa su propia vida en la pobreza, cuando la decisión de transformarse en escritor lo obligó a renunciar al periodismo; sus inviernos en el poblado de Schruns; su amistad con Sylvia Beach –la otrora dueña de la archiconocida librería ‘Shakespeare & Co’- y su pasión tanto por el esquí como por el box.
            Párrafo aparte merece su mea culpa acerca de su enamoramiento y posterior divorcio de Hadley, a quien dedica unas líneas haciéndose cargo de lo acontecido entre ellos, valorándola sobremanera.
            En suma, una selección de ‘notas marginales’ de carácter biográfico, que nos transportan a esa ‘belle èpoque’ donde todo parecía fácil y posible. Fluido, ameno y dinámico, el libro se lee rápidamente y se disfruta mucho con los comentarios de un Hemingway maduro.

Marcelo Zuccotti

8 comentarios:

  1. Hola Marcelo,
    Vaya por delante que yo soy más de Faulkner jajaj. Me gustó este libro, me gusta también Hemingway en general... en cuanto a la "versión cinematográfica" es casi de lo único que no me apasiona de Allen. Un abrazo :)

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    1. De Faulkner, mejor no hablo... Hay algunos títulos esperando, pero nada he leído aun. Me resulta llamativo que el film de Allen no haya sido de tu gusto; justamente, cuando yo creía que, después de 'Match Point' era lo mejor que había propuesto, fiel a su viejo estilo. Conste que éste, Yossi, es mi primer Hemingway... Un abrazo.

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  2. Me lo apunto!! Aunque su narrativa no me acaba de convencer, la peli me entusiasmó y su vida sí que me interesa. Preciosa foto, ¡quién pudiera!
    Besitos envidiosos

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    1. Como comenté antes, es mi primer Hemingway y me gusta su estilo. Pero no se si en sus novelas y relatos lo mantiene. Respecto de las fotos, ya empiezas a tener motivos para visitarnos, Norah. Besos para ti.

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  3. Todavía no he leído a Hemingway (¡cuántos autores me quedan por descubrir!), pero puede que me anime con esta obra. Me atrapaste con la expresión ‘notas marginales’. Saludos,

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    1. Me alegra saber que ha servido para despertar tu curiosidad, Offus. Realmente, sus líneas valen el escaso tiempo que insume su lectura. Gracias por pasar. Un beso para ti.

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  4. Seguí el mismo camino que tu, tras la peli de Allen que me encantó, leí este libro que me gustó mucho, especialmente porque fue una reconciliación con el autor del que no me habían gustado especialmente sus obras más famosas El viejo y el mar o Por quién doblan las campanas. Me encantó el ambiente que retrata del París de la época. Bsos

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    1. Dicen que lo mejor es 'Fiesta', Carol. Lo cierto es que no he leído NADA de Hemingway además de éste -imperdonable!-. Pero me comprometo a encarar 'Adiós a las armas', que anda dando vueltas por mi tótem en espera. Besos, Madre!

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