jueves, 10 de abril de 2014

Cuestión de fe. Vida de Pi, Yann Martel


Destino, 2003


          Este libro se me apareció en 2010, mientras promediaba mis estudios de inglés. En nuestro texto para estudiantes, la clase tuvo que leer un párrafo incluido en el mismo y debo confesar que la historia me resultó atractiva. Luego vino una recomendación que sobre este libro formuló Barack Obama, que rescató mi antiguo interés; tras ello abrevé en las líneas de Silvia y, finalmente, se presentó el film en 3D, que no vi. Me costó hallar un ejemplar puesto que se habían saldado, pero la insistencia y la fortuna me brindaron una oportunidad bajo la búsqueda de libros usados. No la desperdicié.

            Piscine Molitor Patel –Pi Patel- es un jovenzuelo de dieciséis años que colabora con el trabajo de su padre, director del Zoo de Pondicherry, un poblado al sur de la India. Debido a problemas con el gobierno de Indira Gandhi,  éste decide deshacerse del zoo y emigrar al Canadá con su familia. El imprevisto naufragio del buque que los transportaba arroja a Pi sobre un bote salvavidas con la compañía de una cebra con una pata rota, un orangután, una hiena… y Richard Parker: un tigre de bengala de más de doscientos kilos. Junto a ellos, deberá compartir las alternativas de un viaje a la deriva durante más de siete meses en altamar, hasta arribar a tierra firme.


El elemento disparador

       El libro se divide en tres partes. En la primera, el singular protagonista nos relata en primera persona su historia de vida y la de su familia. Así, nos explica su esencia religiosa, que lo llevó a ser brahmán, musulmán y cristiano a la vez, debido a su amor a Dios. En la segunda, nos narra las peripecias de su travesía, su desesperación y angustia que surgen de la convivencia con semejantes compañeros y los avatares de la provisión de alimento y agua dulce. Por último, la tercera parte es la transcripción de la entrevista que tiene lugar entre Patel y los representantes de la empresa naviera responsable de su transporte, en el hospital donde se recupera, tratando de encontrar una explicación plausible al hundimiento.

          En casi la totalidad del volumen, Martel nos expone las circunstancias del acontecer de Patel; pero al final, cuando se cuestiona la veracidad de los hechos, nos brinda otra, mucho más creíble pero más terrible. ¿Con cuál nos quedamos?, ¿con la ‘historia oficial’ o con la que podría ser real?, ¿qué somos capaces de aceptar? Un final abierto corona una propuesta que tiene algo de aventura, algo de fantasía, mucho de estudio del comportamiento humano y animal y una cuota de creencia religiosa. Parece que todo se resume en una cuestión de fe.

          Un libro distinto, coloquial y fluido, con matices y giros que tienden a involucrar al lector en la toma de decisiones o en la empatía para con su protagonista. Entretenido, dramático y que da para reflexiones. ¿Se necesita algo más?

4 comentarios:

  1. Pues sí, porque tuve a bien o a mal según se mire, ver la peli y me pareció soporífera, cogí el libro con la esperanza de que fuera algo mejor pero me rendí en la tercera página hablando del mismo animal. Así que lo llevé de nuevo a la biblio y hasta hoy.
    Un besito

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  2. Pero el final escrito es muy bueno. No vi la peli, porque no imagino una buena adaptación. No obstante, puede que el tránsito de la primera parte resulte algo lento, pero hay un sinnúmero de escenas en las que cabe la reflexión. No vaya a ser cosa que confirmemos la sospecha que en el reino animal no somos lo mejor... Besos para vos, Norah.

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  3. Este libro me despierta a la par interés y desconfianza. En la biblioteca lo tienen, pero nunca me decido. Sospecho que es muy de encontrar el momento.

    Besos

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    1. Tal vez así sea, Ana. Lo cierto es que tiene adeptos y detractores. Hay que transitar el libro para llegar a un final sorprendente; ése es el costo. Un beso grande!

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