jueves, 10 de noviembre de 2011

La escritura, como una identidad recobrada. Leer y escribir, V.S. Naipaul


De Bolsillo, 2002

            Ilustre desconocido por mi hasta hace poco menos que un par de meses, me sorprendió saber que se le había otorgado el Premio Nobel de Literatura en 2001. De entre toda su obra rescaté este título porque imaginaba que habría de contener, a partir de su propia experiencia, una serie de tips o consejos útiles tanto para aquel que se dedicase a leer asiduamente –como es mi caso-, como para quien deseara convertirse en escritor. No estaba muy lejos de lo que supuse.
            Este trabajo consiste en un escrito preparado para la Fundación Charles Douglas–Home - director del Times de Londres desde 1982 hasta su muerte, en 1985-. Se divide en dos partes. En la primera, de título homónimo, Naipaul repasa su relación personal con el libro y la lectura, básicamente desde su infancia hasta su juventud. Nacido en Trinidad, en el seno de una familia de origen hindú, el autor destaca aquellos libros que le resultaron significativos, así como la influencia de su padre en su apego a la lectura y la escasa relevancia de la escuela sobre la misma –a no ser un ejercicio abusivo de memoria en pos de alcanzar alguna de las becas en el exterior que el gobierno otorgaba a los postulantes-. Luego, revisa sus años en Inglaterra –tenía 18 años y realizó la secundaria gracias a esa beca- y la manera en que la literatura reavivó su pasión por escribir, “una forma de autoestima, un sueño de liberación, una idea de nobleza”. Finalmente, aborda el hecho de escribir; cómo hacerlo, cómo enfrentar falsos supuestos y dejar que la experiencia nos guíe hasta encontrar el estilo, etc. Allí narra cómo decidió volver sobre las fuentes de su historia familiar y, por extensión, a la de su pueblo.
            En la segunda parte, analiza su vínculo con sus raíces, la India. Mas no lo lleva a cabo con una mirada nostálgica sino con la valorización de quien rescata del origen familiar lo puramente típico, sin idealizaciones ni melancolías. Inicia la sección narrando las sensaciones de su viaje al país de sus ancestros, poniendo énfasis en las penurias y desdichas de un lugar misérrimo. Luego, expresa que la India fue tierra arrasada por los musulmanes durante siglos, tal que ha sido necesario reconstruir con una mirada más “nacionalista” su propia historia que, al parecer, sólo data desde la colonización británica, como si el único período anterior que fuera digno de memoria hubiera sido aquél entre los siglos V y VII, preislámico, que aun se evoca con esplendor. Esto da lugar a la justificación de su imposibilidad de escribir una novela basada en su historia, puesto que se desconocen los hechos tanto como la vida diaria. Por último, repasa el origen de la novela, la evolución del género con sus técnicas y su visión de la literatura a futuro.
            Es un libro corto, que se lee fácil y rápido y que puede servir como una enseñanza para quien decida ser parte de la literatura contemporánea, sobre todo a la hora de definir los temas a abordar.

Marcelo Zuccotti

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