Kailas, 2017
I.
Pocas obras exponen tan
palmariamente los efectos de la llegada del hombre blanco a las regiones
dominadas por tribus africanas como la presente. El intento de modernización de
las sociedades tribales, con su séquito de creencias y prácticas a cuestas, se
conoce bien; no así los daños colaterales que conlleva, con su cuota de expolio
y dominación. Estos fueron los elementos disparadores de esta lectura.
II.
En el terreno keniano de los kikuyu
existen dos cordilleras que corren paralelas, separadas por el río Honia, o
‘río de la vida’. En una de ellas, el hombre blanco ha generado una Misión
Cristiana y ha convertido a algunos miembros de la tribu, quienes han renegado
tanto de sus creencias como de sus prácticas ancestrales. En la otra, se
concentra el grueso de la población que mantiene sus ritos, entre ellos la
circuncisión femenina –la ablación parcial o total del clítoris, con el objeto
de erradicar el placer sexual de las mujeres, en un acto de total sumisión al
hombre-.
III.
La novela narra la vida de Waiyaki,
un niño al que aún le falta nacer de
nuevo, en su paso hacia la adultez. Su padre le enviará a la Misión con el
fin de tomar lo bueno que allí puedan ofrecer, sin apostatar de su origen. Waiyaki
se da cuenta de lo importante que es la educación sistemática para el progreso
de su pueblo y, una vez de regreso, se erige en el adalid de la docencia. Pero
el rechazo religioso a las prácticas tribales paganas se agudiza y las
facciones en pugna están a punto de estallar. Para colmo de males, Waiyaki se
enamora de la hija del jefe cristiano y la rivalidad con otros líderes tribales
despierta celos y suspicacias varias. Tendrá entonces que lidiar con el tironeo
interno entre el amor y su fidelidad al pueblo.
Portada de la versión digital, gentileza de Epublibre
IV.
De lenguaje fluido, coloquial,
y estilo ameno, Thiong’O expone de manera peculiar el conjunto de bondades y
vicios aparejados por la colonización blanca. Entre las primeras destacan la
educación como forma de erradicar la ignorancia y el atraso; la medicina occidental,
complementaria de la medicina natural ejercida por las tribus y el intento de
alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres en cuanto a derechos. Entre las
segundas, sobresale el fanatismo e intolerancia religiosa, el despojo colonial de
los terrenos y la aparición del cobro de impuestos.
V.
Con un inicio algo lento, que cobra fuerza a
medida que se desarrollan las acciones, el libro se disfruta al combinar la
trama –que no deja de ser el descubrimiento del amor entre los jóvenes
protagonistas- y las contradicciones que instaura el colonialismo en las
sociedades primitivas. Un libro recomendable.
Interesante. El problema del colonialismo es algo en lo que he pensado mucho y en lo que he hecho pensar a mis alumnos. Creo que en términos globales se puede decir que se igualan las ventajas y los inconvenientes y cuando las ventajas no son definitivamente superiores, tanto dolor no merece la pena. Lo que está claro es que su subdesarrollo ha supuesto nuestro hiperdesarrollo y la injusticia que de ello resulta.
ResponderEliminarUn beso.
Adhiero a tu reflexión, Rosa. Quizás Thiong'O tomó debida nota de ello y el exponerlo en el libro haya sido como 'abrirle los ojos' a todos, propios y ajenos.
EliminarNo habla de abusos, en forma explícita; más bien intenta enfocarse en la soberbia del blanco -o peor, del converso- para imponer su religión, y lo que se deriva de ello. Lo del expolio tiene que ver con la apropiación de los terrenos tribales, por parte de los colonos.
Buen libro.
Un beso.
Tengo leído su "Diablo en la cruz" que es una feroz crítica a la Kenia actual, y lo que provocó esto: Ngugi es un tipo tan fascinante como su obra. Tiene menos fama, muchísima menos, de lo que debería...y hay comparaciones odiosas :)
ResponderEliminargracias
un abrazo
Éste ha sido mi inicio en sus letras; la experiencia es muy buena. Une la simpleza de sus líneas con la fuerza del contenido. No solo no tiene fama suficiente, Wine; tampoco tiene prensa a su favor.
EliminarUn abrazo, Maestro.
De Thiong'o solo he leído sus memorias de infancia 'Sueños en tiempos de guerra'. Me resultó una lectura muy interesante para acercarme a latitudes por las que literaria e injustamente me prodigo poco. Siento curiosidad por la vertiente del autor como novelista, así que me quedo con el título que nos traes.
ResponderEliminarUn abrazo
Las realidades de las tribus africanas distan tanto de la nuestra que parecen ficción. Esta novela me recuerda a las japonesas que ponían de relieve el impacto de la cultura de Occidente con el Japón tradicional de principios de siglo XX. Ni hablar de 'Madama Butterfly', de Puccini.
EliminarFue mi primer acercamiento a estas letras. Da para mucho más.
Un abrazo, Lorena.
De la literatura africana que he leído, destaco la fuerza que tiene su prosa, será por esa poderosa oralidad que atesoran sus autores, también el interesante carácter social, de un continente convulso por disputas internas , además de exprimido por el rico Occidente. Una literatura siempre tentadora.
ResponderEliminarUn abrazo, Marcelo!
Coincido, Paco; es la fuerza oral la que exhiben en sus escritos. Los escritores africanos saben de sus limitaciones como sociedad; son conscientes del atraso porque han viajado y visto. Y gente como Thiong'O hacen hincapié en la educación como germen para el cambio.
EliminarNo por ello omiten el expolio y las deformaciones que la cultura y la economía capitalista ha infligido en esas sociedades.
Un autor para tener en cuenta.
Gran abrazo, chaval!