martes, 28 de mayo de 2019

Pelibro 16. Expiación

           Este Pelibro surgió por propuesta de un taller de lectura. En rigor, ha sido una relectura; en el 2006, la ansiedad de mis amigos exigía mi opinión sobre el texto. Una vez expresada, con frialdad y falta de entusiasmo, no conformó a ninguno de ellos. Tiempo después me acerqué a la pantalla grande para ver la versión de Wright. Ésta, entonces, también es una re-visión.

Libro

EXPIACIÓN


Ian McEwan (Anagrama, 2003)

       Por comenzar, lo encaré a inicios de 2006; tras su relectura, reafirmo mi parecer y ahondo: una novela brillante, cuyas sesenta páginas finales justifican las más de trescientas anteriores.

            El libro está constituido por tres partes y un epílogo. La primera, se ambienta en una mansión de Surrey durante el tórrido verano de 1935. Briony, la menor de los Tallis, prepara una obra para agasajar la llegada de su hermano Leon. Para ello cuenta con la participación de su prima Lola –un par de años mayor- y sus pequeños hermanos gemelos, quienes se hospedan en calidad de refugiados mientras sus padres ejecutan el divorcio. La otra hermana, Cecilia, está de regreso de sus estudios al igual que Robbie Turner, el hijo de la sirvienta, a quien Jack Tallis lo ha prohijado desde que su padre los abandonara. La combinación de una frustración, un accidente doméstico, una mala interpretación de lo que se ve, unas líneas equivocadas en manos de una niña curiosa de mente febril, y una búsqueda que acaba con un acto de violencia, desencadena hechos que cambian por completo el iniciático amor que se prodigan Cecilia y Robbie.

            La segunda parte transcurre en el norte de Francia, en 1940, durante el repliegue de las fuerzas británicas hacia la playa de Dunquerque. Un Robbie herido y un par de compañeros entran en contacto con la realidad del bombardeo de la población, la escasez de agua y alimentos y las evacuaciones que van teniendo lugar con el avance alemán. Entre él y Cecilia sólo hay intercambios de cartas. Ella ha abandonado el hogar, peleándose con el resto de la familia y alistándose como enfermera en la isla.

          La tercera parte es la narración que hace Briony de lo acontecido entre ella, su hermana y Robbie durante la guerra. Su actividad como enfermera –al igual que Cecilia-, su remordimiento por el error cometido y su intento de expiar sus culpas son el núcleo central. Por último, el epílogo cierra con el festejo del cumpleaños de Briony en 1999, en esa mansión que fuera su morada -ahora transformada en hotel- con el cariño familiar y el reconocimiento de una afamada novelista, a sabiendas que el diagnóstico de su enfermedad no es nada alentador.

            Una novela mayúscula, que sólo alcanza esa dimensión con lo ocurrido en realidad y el por qué de una ficción. Briony ha sido consciente de su equívoco, y del precio que han pagado su hermana y Robbie. La expiación literaria también sirve para exorcizar nuestros demonios. Un libro que deparará al lector el placer y el bienestar de la gran literatura.

Film

EXPIACIÓN, DESEO Y PECADO


Joe Wright (Focus Features, 2007)

            El film transcurre, en gran medida, como lo indica la historia de McEwan. La primera hora podría estar entre las mejores de los últimos años: la trama mantiene la tensión narrativa, los roles protagónicos están perfectamente ensamblados, la fotografía es impecable y la banda sonora realza todas las cualidades anteriores.

            El problema es que en la segunda parte esa tensión decrece. Estamos durante la guerra y no hay mucho que contar, por lo que la película cae en un bache y se aletarga. Y el plano secuencia final sobre la playa de Dunquerque –magnífico desde todo punto de vista- es más un lucimiento personal de Wright que un aporte a la historia de Robbie y Cecilia.

            Afortunadamente, la tercera parte –con una siempre oportuna y talentosa Vanessa Redgrave- recupera el brillo de la primera, quien toma a su cargo el desenlace de la verdadera historia y cómo Briony Tallis expía su culpa.

            La pareja que componen Keira Knightley y James McAvoy (Cecilia Tallis y Robbie Turner, respectivamente) alcanzan una química entre ellos poco frecuente en el plató. Esa química se extiende al resto del elenco, con una Saoirse Ronan (Briony a los trece años) que destaca por encima de sus compañeros. El vestuario y, sobre todo, la música dirigida por Darío Marianelli son, asimismo, dos perlas a tomar en cuenta.

            En conjunto, el film se disfruta partiendo de las sólidas actuaciones de Knightley y McAvoy –él, por encima de ella, a mi parecer-, con una eficaz Redgrave hacia el final, y toda la técnica cinematográfica que despliega Wright para hacer de la adaptación un trabajo memorable. Sólo le ha faltado el festejo del cumpleaños con el que concluye el original –sustituido por una entrevista-, pero aún así es muy buena película.

Testimonio del decimosexto Pelibro

12 comentarios:

  1. Yo no he releído la novela que me parece magnífica. Fue la primera que leí del autor, y después he leído muchas más. Creo que es un gran escritor.
    La película sí volví a verla hace unos meses y es igualmente muy buena. Es cierto que el plano sobre Dunquerque se alarga demasiado, pero, aun así, me parece que no enturbia los grandes aciertos que tiene tanto en la parte técnica como en la artística y creo que como adaptación de la novela, está muy bien.
    Un beso.

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    1. McEwan tiene altibajos -quién no-. Ésta es una gran novela, pero 'Ámsterdam', por ejemplo, me pareció olvidable y le otorgaron un premio por ella.
      En cuanto a la película, está muy bien aunque cercena el final real de la novela. Y se lentifica en algunas partes. Por lo demás, para ver y rever.
      Un beso, Rosa.

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  2. TEngo el libro, pero no he encontrado momento y quizá motivos para leerlo, fue un regalo. Tus letras me hacen pensar en leerlo, pero hay algo, creo que te he comentado alguna vez, que me hace tener bajo sospecha a la literatura inglesa, tiene que pasar más pruebas, demostrar más que otras ¿por qué? pues no sé, supongo que tendrán la culpa gente como Graham Swift o FOrd Madox Ford o Wiliam Trevor o... a los cuales les tengo ojeriza.:)
    gracias
    un abrazo

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    1. La generación de escritores británicos a la que pertenece McEwan ha dado buenos productos literarios, Wine. Ishiguro, Barnes, Kureishi, M. Amis tienen buenos libros. Inclusive el Swift de 'Last orders' (Últimos tragos) es bueno, por más que no sea de tu agrado.
      Pero, ya que tienes la novela en tu haber, sería bueno que te inclinaras a leerla. Además, nos enriquecería sobremanera tu parecer acerca de ella.
      Un fuerte abrazo.

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  3. Lo primero que leí de McEwan fue La ley del menor. Cuando publiqué la reseña me recomendaron mucho Expiación. Al final, no sé muy bien por qué, terminé viendo la película en lugar de leer la novela. Y como aún tengo las imágenes en mi cabeza, tendré que esperar tiempo para poder leerla para no contaminarla y difrutarla al máximo.
    Coincido contigo en cuanto a la película. La primera parte me pareció buenísima pero luego creo que decae un poco.
    Un abrazo

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    1. El título que citas es muy bueno. A mi me ha gustado aún más 'Chesil Beach'. Tengo varios más del autor esperando.
      La peli no se apega del todo a la narración literaria, pero la adaptación es sin duda muy buena, más allá de cierto anquilosamiento en sus partes medias.
      Un gran abrazo.

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  4. Estoy de acuerdo en lo brillante de esta generación de escritores ingleses, además hay que reconocerles el mérito de ser renovadores de la técnica narrativa, K. Ishiguro, Barnes... etc, dom escritores audaces, originales y nada anquilosados.
    Muy interesante reseña, siempre nos tientas con tus impecables líneas.
    Cuídate, querido Marcelo.

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    1. Siempre creo que hay mucho mérito en esa generación de escritores; particularmente cuando enfocan en qué se han convertido los sueños de una Inglaterra o una Europa de posguerra.
      Además, debe haber sido difícil levantar la voz en medio de antecesores que obligaban al silencio. Pienso en Martin Amis, luchando contra su padre, Kingsley, un ganador del Booker.
      Un abrazo fuerte, pibe!

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  5. ¡Hola Marcelo! Aunque solo he leído de McEwan dos libros "La ley del menor" y "Chesil beach" es uno de mis autores preferidos. Esta no vela no llegué a leerla, porque por circunstancias vi la peli que por cierto también me gustó mucho y generalmente suelo hacer al revés, leer y después visualizar.
    Me ha encantado tu reseña
    Besos

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    1. Hola, Marian! Qué bueno leerte por aquí!
      Yo también he leído esos títulos -y alguno más- de McEwan, un autor al que vuelvo cada tanto.
      La peli está bastante bien; se apega al libro en varias partes, salvo la parte final.
      Gracias por tu apoyo y tus líneas.
      Un beso para ti.

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  6. Vengo a tu blog a ver si habías reseñado este libro que acabo de leer. Me ha gustado mucho. No sé por qué libro seguir del autor. La película creo que no la veré, me quedó con el gusto que me ha dejado el libro. Es verdad esto que dices sibre la expiación literaria. Sí, nuestros demonios se van. Un abrazo!

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    1. Hola, Esther. Gracias por darte una vuelta por aquí.
      El libro que has leído posee matices que la peli no puede sostener; al fin y al cabo, hay intereses comerciales que satisfacer. No obstante la peli no está mal, sólo recorta algo de la historia. A cambio, le ofrece escenas memorables -la de los soldados esperando ser rescatados en la playa de Dunkerque; la inundación de aquello que solía ser refugio, etc.-.
      Yendo a los demonios, yo he exorcizado a varios a través de la literatura, aunque aún me quedan algunos otros...
      Del autor, me ha gustado 'Chesil Beach'. Si puedes, sugiero 'La única historia', de J. Barnes. Un gran libro, con otra historia de amor.
      Un gran abrazo para ti.

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