martes, 29 de julio de 2025

Saldando viejas deudas. La máscara de Dimitrios, Eric Ambler

Edhasa, 2004
 

I.

               El título surgió en medio de una propuesta lectora grupal, y optamos por él porque no solemos frecuentar entre nuestras lecturas el género policial. Para colmo de bienes, era un legado paterno de quien lo propuso y cumplimos, así, con el ritual de homenajear su memoria. En lo personal, yo lo había adquirido por recomendación de una lectora, fanática de esta clase de trabajos.

II.

                La historia comienza en Estambul, Turquía. Charles Latimer era un catedrático inglés de Economía; había escrito libros sobre el tema pero decidió incursionar en la literatura escribiendo novelas policiales. Tal fue su éxito que, tras una enfermedad que minó su salud -y le obligó a buscar una cura en Grecia-, y un entredicho con las autoridades universitarias, decidió abandonar la docencia y migrar hacia tierras otomanas plenas de luz, para iniciar una nueva novela.

III.

               Es allí donde toma contacto con un coronel local –jefe de la policía secreta-, apasionado de la novela policial quien, en aras de obtener más información acerca de la creación artística, le ofrece una sólida historia al escritor para que éste pueda elaborar un nuevo trabajo. Se trata sobre un criminal llamado Dimitrios Makropoulos, asesino, espía y traficante de drogas, quien acaba de ser asesinado. Su cadáver se halla en la Morgue local y parece no haber dudas de su identidad. Si bien la policía tiene un dossier sobre él, la falta de ciertos datos dispara en Latimer la curiosidad de investigar por sí mismo la vida del occiso.

IV.

                Ambientada en la Europa de entreguerras, Ambler desarrolla un policial negro que nos va llevando a través de medio continente buscando pistas y certezas, y en los que el narrador y protagonista también se ve incluido –y amenazado- por personajes de baja estofa en busca de cierto botín en poder del muerto, con quien intentan saldar viejas deudas. Si bien la resolución no está a la altura de las circunstancias, escrita en 1939, la obra parece ser la precursora –o disparadora- de los thrillers de suspenso que han aparecido después.

V.

               De estilo directo y coloquial, con una prosa amena y fluida, escenas fuertes y diálogos muy bien provocados, Ambler conjuga todos los elementos de un policial clásico, donde lo que parece ser no es; los hechos cambian según quién los relata y hasta el muerto puede no serlo o estarlo. En suma, una novela muy entretenida que será del agrado de quienes frecuenten el subgénero. Si le faltaba algo, existe una versión cinematográfica –que no pude allegarme- filmada en 1944, dirigida por Jean Negulescu y protagonizada por Peter Lorre, por si hubiera interesados en visitar el séptimo arte.

jueves, 24 de julio de 2025

e-book 184. En defensa de la sangre. Mi hermana, asesina en serie, Oyankin Braithwaite

Alpha Decay, 2019

 I.

               A fines del 2021, se venía gestando una polvareda. Fue un comentario sobre literatura de origen lo que ocasionó un debate ríspido en un grupo de lectores, cuando se propuso la lectura de ésta, obra de una autora británico – nigeriana, escrita en lengua del país de adopción. Serenados los ánimos, la propuesta cayó en el olvido. Fue hace relativamente poco que un taller de lectura propuso su debate. Efectué la lectura pero no pude estar presente para la puesta en común.

II.

                Korede es la hermana mayor de Ayoola quien, por mandatos familiares ancestrales, es responsable última de lo que le ocurre a la pequeña. Se desempeña como enfermera en un hospital en Lagos, Nigeria, y se encuentra al fin de la veintena. Eminentemente práctica y eficiente tanto en su actividad como en su vida personal, recibe un llamado de Ayoola avisándole que acaba de matar a su último novio. Pero no es el primero, sino el tercero.

III.

               Korede acude inmediatamente al lugar de los hechos y tras higienizar rápida y exhaustivamente la vivienda, cargan con el cadáver hasta la cajuela del auto con la intención de deshacerse de él. Cuando la familia del joven da parte a la policía, ésta intuye que Korede se halla involucrada, aunque no tiene evidencia suficiente para inculparla. Pero no es lo peor: mientras el proceso policial sigue su curso, la atractiva e inconstante Ayoola comienza una relación justamente con el médico que le gusta a su hermana mayor. ¿Podrán librarse los tres de un final sangriento?

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

               Desde el inicio, este thriller psicológico – policial atrapa y envuelve al lector, entre dos hermanas de caracteres complementarios. Racionalidad, abnegación y mesura se encuentran de parte de Korede mientras que Ayoola vive una vida sin mayores responsabilidades ni apego por las normas. En un nivel más profundo, la autora pone sobre el tapete la imposición del matriarcado, la existencia de relaciones tóxicas mal resueltas y las dificultades que entrañan las relaciones interpersonales en una África moderna.

V.

               De estilo coloquial y ameno, con una prosa directa de frases cortas, por momentos trepidante y de gran tensión narrativa, Braithwaite ofrece un policial negro en que la trama trágica se ve sazonada con cierta dosis de humor cáustico y algunas reflexiones acerca de cómo y con quiénes nos relacionamos. Con un final donde el crimen y la punición se diluyen para dejar contentos a los lectores, la novela resulta entretenida y refrescante. Buena opción para llevar de vacaciones.

sábado, 19 de julio de 2025

Darlo todo por un amor. La maravillosa vida breve de Óscar Wao, Junot Díaz

Mondadori, 2010
 

I.

               No me conmovió cuando le otorgaron el premio Pulitzer en 2008. De hecho, dejé pasar el tiempo para ver qué se decía mucho más tarde. Seis años después, los comentarios literarios mantenían cierta vigencia y por ello lo adquirí. Ha corrido más de una decena de años desde entonces y me pareció oportuno encararlo, merced a que otros lectores voraces coincidían en su fluidez y cierto grado de humor.

II.

                La familia León Cabral ha abandonado su República Dominicana de origen en busca de un futuro algo más promisorio en tierra norteamericana. Pero parece que una maldición ancestral (el temible fukú) los persigue donde quieran que vayan. El protagonista de esta historia, dividida en tres partes, es un joven negro, regordete y virgen quien, además de ser un clásico nerd con sus estudios, es de una timidez tan proverbial que lo vuelve incapaz de acercarse a las chicas y se refugia en un mundo de fantasía, que se reparte entre los cómics, series de TV y juegos de rol.

III.

               El narrador de la historia de Óscar Wao (un eufemismo derivado del célebre escritor Oscar Wilde) es un amigo quien, en más de una ocasión, ha intentado integrarlo a su grupo de amigos dominicanos. Ambientada en una comunidad de ese origen inserta en Nueva Jersey, donde parece que el éxito se mide en el ejercicio de la sexualidad, Óscar termina enamorándose de quien no conviene, con un desenlace anunciado desde el comienzo: el darlo todo por un amor.

IV.

                Son varios los aciertos de esta novela. El autor aborda una historia que involucra tres generaciones de una misma familia –en una suerte de narración coral- que han tenido que vivir la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, tan omnímoda como lasciva y, tras la caída en desgracia, refugiarse en tierras americanas hasta su muerte. También se halla la minuciosa descripción del patriarcado dominicano, abundoso en hechos de violencia y abusos varios contra las mujeres. Y un detalle no menor ha sido la traducción del texto, con todos sus giros idiomáticos y una profusa jerga de spanglish que le ha brindado una mayúscula frescura al texto.

V.

               En un estilo coloquial, ameno y fluido, Díaz ofrece una novela donde la trama de lo que le ocurre a Óscar –que se reparte entre empatía y desilusión por igual- es una excusa para testimoniar la vida de quienes debieron emigrar ante una dictadura que no daba lugar a arrestos de opiniones independientes. Quizás lo más destacable sea que, aun las escenas más trágicas o dolorosas, se hayan narrado con tal grado de humor, que sean capaces de generar no solo una sonrisa sino hasta de arrancar una carcajada. Todo esto constituye una novela entretenida, más que recomendable.

lunes, 14 de julio de 2025

Modelización mutua. Las llanuras, Gerald Murnane

Minúscula, 2015
 I.

               Había buenas razones para adquirirlo y leerlo. En principio, su autor venía sonando algunos años como candidato al Premio Nobel de Literatura. Después, estaba seguro que no había leído ningún texto hasta este momento que tuviera como protagonista al territorio de Australia. Para mejor, era una obra breve que, al decir de los libreros, podía abordarse en el transcurso de una tarde (lo que hubiera sido un error mayúsculo). Así, me dispuse a encararlo con tiempo.

II.

                Esta escueta e inclasificable novela se divide en tres partes. El narrador es un cineasta que busca reflejar el interior del país, por medio de un guion que permita no solo dar cuenta de la vida en esos parajes sino cómo se ha ido gestando una identidad propia a través de los años y de la historia, que los diferencia de la Australia Externa o Costera. Pero, para su proyecto, necesita convencer a alguno de los terratenientes locales y lograr que le brinde cierto lugar, con el fin de poder indagar antes acerca de la cultura regional.

III.

               Logrado el objetivo primero, toma conciencia que cada propietario de las mansiones que pueblan el lugar contienen bibliotecas, a las que consulta, tomando contacto con las distintas miradas sobre esas llanuras, objeto de pasadas rivalidades y disputas artísticas. Esta gente, culta y adinerada, se ha visto modelada por el paisaje, de manera que hombres y geografía son ahora una sola y misma cosa: tanto la riqueza de recursos como la liberalidad de su idiosincrasia y las nuevas tendencias intelectuales se basan en la propiedad de la tierra.

IV.

                A medida que el narrador interactúa con los pobladores y se va nutriendo con sus lecturas comienza a darse cuenta que con cada aparición de un nuevo elemento identitario, surge otro opuesto no menos importante. Así, lo que se describe es una sociedad más pendiente de su propia introspección que de la experiencia tangible con el entorno: para ellos es más relevante la percepción de la idea que se tiene de sí mismo que lo que se es en realidad. Como si la experiencia física cotidiana no contara para la génesis de su ontología.

V.

               Destaco el estilo literario, con una prosa poética que no deja de ser precisa y concisa sin renunciar a su sencillez. ¿Quiénes somos?, ¿cómo construimos nuestra identidad y la otredad de quienes no son incluidos en un nosotros? ¿Cómo –y cuánto- influye el entorno en nuestra capacidad de autopercibirnos distintos? ¿Moldeamos y domeñamos la geografía, o también ella impone sus condiciones? En suma, una novela con mucho material para la reflexión sobre la interacción hombre – medio ambiente y los posibles influjos recíprocos. Es una obra breve, que requiere una atención poco común del lector, dada la condensación de información en cada párrafo. Para tener presente y recomendar.

miércoles, 9 de julio de 2025

e-book 183. Convivir con la culpa. El buen mal, Samanta Schweblin

Random House, 2025
 

I.

               Fue tan promocionado por la casa editora –incluso, mucho antes de lanzarse- que se creó un clima de ansiedad alrededor de este nuevo trabajo. Tal fue la magnitud de la misma, que una mayoría de clubes de lectura locales lo propusieron inmediatamente para compartir. No pude abstraerme al aluvión de demandas y me vi casi obligado a participar, por más que no suelo leer novedades editoriales.

II.

               Este libro está constituido por una serie de seis relatos de diversa extensión. El título de la obra era, en principio, el del primer relato –donde se alude al respecto- pero, por sugerencia editorial, la autora lo modificó y con él englobó la totalidad del material, puesto que algunos otros cuentos posteriores también participan de su naturaleza: a veces, es necesario ejercer el mal para que éste genere en nosotros una culpa tal que nos obligue a salir de nuestra zona de confort.

III.

               Bajo atmósferas que siempre transmiten inquietud y tensión en el lector, se dan cita una madre que decide suicidarse cuando su marido y las niñas se ausentan de la casa; un niño que sufre un accidente al tragarse una pila de litio; una anciana que se escapa del instituto de mayores; unas niñas hermanas que visitan a una vieja poetisa borracha; un par de compañeras de universidad que hablan por teléfono sobre un suceso luctuoso acaecido veinte años antes, y un par de becarias que comparten algo más que el dolor por la muerte de una mascota.

La versión digital, gentileza de una amiga lectora.

IV.

                En todos los relatos, Schweblin desarrolla distintas situaciones en las que se halla envuelto un sentimiento de culpa con el cual se debe convivir y sobrellevar. Así, la esporádica visita a un padre enfermo, o cuando la pareja –que está lejos- requiere acompañamiento, o el haber descuidado –y olvidado- a un pequeño hijo son ocasiones donde se pone de manifiesto este sentimiento, que disparan hechos que oscilan entre la parálisis y la rebelión, pero nunca resultan intrascendentes. En uno u otro sentido, obligan un movimiento personal.

V.

               En estilo fluido y coloquial –aunque nunca ameno-, con escenas bien labradas y diálogos jugosos, Schweblin vuelve a conquistar a sus lectores con una narrativa breve –género en el que se mueve como pez en el agua-, con historias que siempre bordean lo maravilloso o lo sobrenatural, pero que nunca cruzan el límite. En lo personal, el relato El ojo en la garganta, por sí solo, paga el libro. Una colección para disfrutar del placer de leer. Recomendable ciento por ciento.

viernes, 4 de julio de 2025

La pérdida, en primer plano. La ridícula idea de no volver a verte, Rosa Montero

Seix Barral, 2013
 

I.

               Lo acertado de su título y el haber incluido elementos propios del periodismo en redes le habían granjeado buena prensa y óptimos comentarios. La muerte de quien fuera su pareja durante veinte años llevó a la autora a una suerte de duelo sui generis que, a su vez, le permitió renovarse en su carrera literaria con un texto que cabalga entre el ensayo, la biografía y la autoficción. Tuvo que proponerlo un grupo de lectores, para sacarlo del tótem de pendientes y darle curso a su lectura tras años de espera.

II.

                Montero se centra en la historia de vida de esa gran científica que fuera Marie Curie –muerta en 1934 a los sesenta y siete años de edad-, quien tuvo la desgracia de perder a su marido, Pierre Curie, tras un accidente imprevisto –al igual que el suyo, con un cáncer fulminante-. Con la mítica figura de esa mujer que se ganó el respeto de los hombres de ciencias por su dedicación, abriéndose camino a puro esfuerzo y voluntad, intenta establecer un paralelismo entre ella y sí misma, enfocado en el plano del dolor por la pérdida del compañero.

III.

               Así, el lector asiste a una detallada biografía de Curie que, al parecer, era tan apasionada en sus investigaciones científicas como en su vida amorosa, un aspecto que poco ha trascendido al público. Abrevando en diversas fuentes -documentos escritos y ensayos biográficos varios-, la autora nos allega parte de un diario que la propia Curie escribió tras el deceso de su esposo, que llega a conmover, por dejar traslucir el dolor de la ausencia en estado puro. Lo que no fue óbice para que, andando el tiempo, la misma mujer volviera a enamorarse de un amigo de su marido –y lo que ello deparó, tanto en el ámbito académico como en la opinión pública-.

IV.

                El libro posee altibajos. Por un lado, atrapa la narración sobre una mujer luchadora desde sus inicios, haciendo frente a lo adverso de pertenecer al género femenino y, no obstante, alcanzar los logros conocidos, comprometida con cada descubrimiento –y pagándolo con su vida-. Pero en más de una ocasión, la imagen algo hagiográfica que nos presenta Montero obedece más a una interpretación personal y de actualidad que a la realidad ofrecida dentro del contexto temporal. Por otra parte, existe un desequilibrio notorio entre la cantidad de páginas destinadas a los Curie, en desmedro de su propia historia con Pablo, su pareja, siendo ambos los objetos del origen del dolor.

V.

               Con una prosa fluida, amena y coloquial y reflexiones interesantes acerca de la muerte, la pérdida y la ausencia, Montero ofrece una obra distinta a la que tiene habituados a sus lectores. Ya solo por esto, vale la pena incursionar en su interior. Deja cierto sabor agridulce, pero se sobrelleva bien.