I.
Este segundo volumen de la
trilogía es una autobiografía ficcional
que envuelve la vida de quien nació en una familia aristocrática del Imperio Austrohúngaro,
desde sus trece años hasta cumplidos los sesenta y cinco, narrada en primera
persona, a través de una serie de recuerdos de distintos períodos de su vida,
que recogen la historia de quien se viera afectado por todos los fenómenos
políticos que tuvieron lugar en el período convulso de la Europa del siglo XX.
II.
En principio, cabe una aclaración sobre el
título. El concepto de antisemita expuesto
en él, en realidad no responde al término peyorativo acunado desde antiguo y
llevado al paroxismo durante el nazismo alemán, sino más bien remite a una
suerte de diferenciación, distanciamiento hacia aquello que consideramos
distinto: algo que, a la vez que nos repele por determinados aspectos, no deja
de atraernos por otros, lo que provoca en nos una conducta ambigua.
III.
Por esa razón, von Rezzori escoge cinco
momentos de su vida en sendos capítulos donde pone de manifiesto esta ambigüedad.
Comienza con una relación de amistad con el hijo del médico del pueblo donde
pasaba sus veranos. Luego, algún tiempo después en Bucarest, donde se inicia en
la sexualidad con una mujer viuda. Más tarde, en la mitad de la veintena, asesora
a una joven huérfana con quien comparte lugar en una pensión. Entre 1933 y 1938,
durante el ascenso del nazismo, es el aprendiz de una joven de vida bohemia y,
finalmente, entre otras historias personales, repasa su fracasado matrimonio con
quien fuera su segunda mujer, quien pudo salvarse de las persecuciones
raciales. Todos estos personajes son judíos.
IV.
Destaco la lucidez del autor al
intentar participarnos de su incomprensión –y la de un grupo de personajes
secundarios en cada época- en relación con el pueblo judío, su idiosincrasia,
su apego a la religión y su otredad
que, para quien debe responder como un cristiano por lealtad a su familia y a
su bandera, se ve inmerso en un vínculo de amor y odio a la vez con aquel que
responde a otra creencia y manera de ser. Párrafo aparte merecen las
descripciones sobre la Europa de los años ’30, verdadero polvorín en
efervescencia y la evolución hacia el Holocausto judío que va in crescendo.
V.
En un estilo directo y coloquial; ameno aunque no demasiado fluido, von Rezzori ofrece todo un cuadro de época de aquellos años, sin dejar de transmitirnos su desazón y nostalgia, al haber pertenecido al Imperio de los Habsburgo; pasar a ser rumano tras la caída –por vivir en la región de Bucovina-, para recalar en un estado soviético. En suma, una obra monumental, que combina la Historia con la experiencia personal de cohabitar con gente de origen judío. Recomendado para todo buen lector.