miércoles, 26 de noviembre de 2025

Pelibro 41. Cumbres Borrascosas

 

En rigor de verdad, ésta ha sido una relectura de la obra de Brontë, que encaré durante 2007 de manera personal. Siempre me quedó la sensación de haberme perdido algo no habiéndola compartido con otro/s lector/es. Fue así que, cuando una joven estudiante de Letras decidió proponer este título para una lectura conjunta, no dudé en rescatar el ejemplar y, de paso, buscar una copia de alguno de los films basados en el mismo. Me incliné por el más reciente –no se si el más afamado- porque fue promocionado como el que más se apega al texto original.

Libro

Emily Brontë (Cátedra, 1993)

          Este clásico de las letras universales se desarrolla en una casona que lleva el título de marras, hacia fines del siglo XVIII, en medio de un páramo. La propiedad pertenece al Sr. Earnshaw, un hombre piadoso que, en uno de sus viajes a Liverpool rescata a un niño de la calle, desarrapado y hambriento –Heathcliff- y lo lleva con él, adoptándolo como otro hijo. Al llegar a la heredad, sus hijos Hindley y Catherine no salen del asombro al recibir semejante regalo. El desprecio del mayor no se hace esperar, pero la pequeña Cathy –de edad similar a Heathcliff-, tras un inicio esquivo, termina por ser la mejor compañera de aventuras.

               A la muerte del padre, Heathcliff pierde su protección y el heredero Hindley lo destina a la servidumbre. La desolación del entorno solo se ve amenguada por la existencia de la Granja de los Tordos, propiedad de la familia Linton, mucho más refinados y educados. El estado indómito y salvaje de Cathy la lleva a curiosear esa vida, mas es atrapada por un mastín y debe pasar varias semanas en casa de los Linton, antes de volver a la suya. Después de haber experimentado el lujo y las comodidades de las que carece en su vivienda, Cathy ya no será la misma, y si bien su espíritu rebelde se mantiene, toma conciencia que su porvenir está al lado de Edgar Linton y no de Heathcliff, quien nada puede ofrecerle. Así comienza el drama de esta sórdida historia de un amor imposible que se convierte en la más aberrante venganza.

               Los hechos son narrados por Nelly Dean, la antigua ama de llaves, al Sr. Lockwood, cuando éste alquila la Granja de los Tordos a su nuevo propietario, Heathcliff. De aquellos hechos han pasado muchos años y los únicos sobrevivientes que acompañan a éste son Hareton Earnshaw, hijo iletrado de Hindley, y la viuda Catherine Linton, hija de Cathy y nuera de Heathcliff.

          Es posible que ésta sea la novela gótica más conocida. A la soledad del entorno geográfico hay que añadir la atmósfera de tensión y violencia contenida, siempre a punto de desbordar, por parte de sus personajes principales, ninguno de los cuales puede hallar felicidad completa. Ni Edgar Linton, aun esposo de Cathy, puede contra su carácter antojadizo y voluble, ni Cathy Earnshaw Linton puede apartarse del amor que profesa por Heathcliff, ni éste puede deshacerse del recuerdo de Cathy, aun tras su muerte, cuando ya ha obtenido el conjunto de las propiedades.

               En suma, una maravillosa novela de desencuentros, amores en pugna y un espíritu de revancha sin par que deleitan a cualquier lector. La edición se acompaña de un análisis minucioso tanto de la vida de la autora como del contexto donde fue escrita y de la obra en sí, reunidos en una Introducción a cargo de la editora, que sugiero leer a posteriori. En lo personal, la mejor novela decimonónica inglesa, por antonomasia. No tiene desperdicio. Imposible dejar pasar.

Film

Peter Kosminsky (Paramount, 1992)

               La versión de Kosminsky se apega bastante bien a las generalidades del texto original, con algunas licencias necesarias para convertir una novela gótica en un drama con ribetes románticos, más al gusto del público espectador. Bajo su mirada, en aras de potenciar el amor que se profesaban los protagonistas –que no es tan marcado en la obra de Brontë- modifica algunos tópicos que deterioran la entrega de aquélla: no es tan acentuada la atmósfera oscura y opresiva que rodea a Wuthering Heights; el rol narrativo de Nelly Dean se convierte en personaje funcional, sin el peso específico que tiene en la novela –ni hablar de Lockwood, que aparece en la escena inicial y desaparece del resto de la realización-. Además, se simplifican las complejidades de los rasgos característicos de los protagonistas, entre otros.

               Por ello, si bien las actuaciones de Juliette Binoche y Ralph Fiennes responden con mesura a los protagónicos, el conjunto no deja de parecer algo chirle y superficial, sin explotar la relación tortuosa que los une, dejando una sensación de tibieza que no responde al trabajo de Brontë.

               Tanto la puesta en escena, como la fotografía y la banda musical que acompaña, sí se adaptan mejor al espíritu de la novela. El resto del elenco no sobresale aunque participa apropiadamente a las necesidades del guion.

               En suma, una propuesta condensada a menos de dos horas, donde se han perdido los matices que han hecho de la novela una obra memorable. No obstante, se puede disfrutar acompañado o en familia, sin albergar grandes expectativas. 

Testimonio del Pelibro 41

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