Anagrama, 2011
Había leído ‘Relámpagos’ del mismo autor, que
concluye una trilogía iniciada en ‘Ravel’ y continuada con el presente título.
Me gusta la prosa de Echenoz y, en especial, su talento narrativo, capaz de
construir una historia relativamente sólida con pocos elementos.
Esto
queda en evidencia al atravesar las páginas de este trabajo, basado en la
figura de quien fuera reconocido como un atleta por generaciones. Hablo de Emil
Zátopek, tildado por el gran público como ‘La locomotora humana’.
Echenoz
nos cuenta cómo surgió el ídolo, su pasado de infancia pobre y estrecha, su
abulia hacia cualquier disciplina y cómo nació su pasión por correr. De ahí en
más, repasa sus logros más importantes -los que lo hicieron famoso-, destacando
los Juegos Olímpicos de Helsinki, en 1952.
Su
carrera como miembro del Ejército Checoslovaco –del que sería despedido tras su
confesión de avalar el gobierno de Dubcek, el de la primavera del ’68- y los
rigores a los que fue sometido por el gobierno satélite del Kremlin
–impidiéndole participar en determinados torneos por estar organizados por y en
sociedades capitalistas- son referencias obligadas en el devenir de su
situación personal tanto como deportiva.
Con
prosa fluida y amena, el autor va desgranando matices de Zátopek, al que
muestra en su faceta más personal e intimista. Un hombre resignado a los
avatares del comunismo, sin renunciar a sus propias creencias. Un héroe de
todos los checos, que han visto en su atleta representante un ejemplo de vida y
de coherencia ciudadana.
Por
el solo hecho de mostrar a este prodigio a través de un cristal humano y
social, Echenoz renueva con sus lectores un viejo trato: exponer de manera
emotiva y singular parte de la biografía de quien encarnara múltiples sueños:
de gloria, fama y libertad. Solo por ello, vale la pena leerlo.
Leí precisamente los otros dos de la trilogía: Ravel y Relámpagos, disfruté más del segundo, aunque como comentas el talento narrativo de Echenoz lo disfrutas sí o sí independientemente de que te guste más o menos lo que cuentas. Me queda este, Correr, para cerrar la trilogía.
ResponderEliminarSaludos
No leí 'Ravel', pero coincido contigo respecto de 'Relámpagos'. Echenoz tiene una prosa precisa, clara, y facilita la lectura y el placer. Gracias por pasar, Ana. Besos.
EliminarNo he leído nada de Echenoz, mal por mi, bien por tu reseña. Tengo pendiente por casa Me voy pero este de Correr lleva mucho entre mi lista de deseos.
ResponderEliminarBesos
Es un libro conciso y emotivo, sin alharacas. No he leído 'Me voy', pero sí su último trabajo -'14'-, cuya reseña aparecerá más adelante. Me gusta el estilo literario del autor: directo. Gracias por pasar, Marilú. Un beso para ti.
EliminarNo he leído nada de este autor y me parece que no tengo nada de él, así que lo apunto. Por lo que he leído en la reseña y el comentario de Ana, podría empezar por Relámpago. Veremos cuando puedo iniciarme en su obra, ando muy liada en TODO!!!
ResponderEliminarHe practicado el atletismo y es un deporte que sigue gustándome mucho, así que no renuncio a esta obra que reseñas aquí.
Besos, muchos!!
'Relámpagos' me parece un buen comienzo. No se si todas las obras van a estar a la altura de ésa, pero es el mejor ejemplo del estilo de Echenoz. Claro, si has practicado atletismo, pues éste te gustará en especial. Cualquiera de ellos, estará bien. Ojalá lo disfrutes! Besitos, Luna!
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