Océano, 2012
Lo
vi en la blogosfera hace ya algún tiempo y lo apunté. Nos encontramos de
casualidad en una librería y me acordé de esas líneas. Esperó lo que espera un
libro para ser leído y aquí está.
Basado en una historia real, el
acontecer de Lina Vilkos -una lituana de quince años de edad- se desarrolla
desde que es capturada en su casa en Vilnius en 1941, hasta sus días en
Trofmovsk, en el Círculo Polar Ártico, más de un año después, sin vestimenta
apropiada ni posibilidades de fuga, en medio de una geografía hostil e
inclemente, en la antesala de la muerte por inanición y congelamiento.
Con sólo la compañía de su madre, su
hermano menor y el hijo de otra cautiva, Lina se las ingeniará para pelear por
su vida y la de su familia cuando las condiciones se deterioren, sin
prostituirse y sin perder su dignidad. En este sentido, el texto resulta una
inyección de ánimo para quienes luchan por la liberación sobre sus opresores y
una esperanza nunca abandonada de
alcanzar la libertad, aun a precios altos.
El libro se lee rápido, puesto que
su estilo es coloquial y fluido. Su lectura alterna momentos conmovedores –como
el festejo de la Navidad entre todos los que componen el grupo capturado- con
escenas descarnadas, que proporcionan una visión sobre la crueldad del
stalinismo soviético con aquellos que han sido sus víctimas por el solo hecho
de ser opositores.
¿Cómo hacer frente al despojo, al
ser arrancado de la propia casa una madrugada? ¿qué queda en el interior
después de haberlo perdido todo –todo aquello que era parte de tu vida
cotidiana, tu mundo-? ¿Cuánto tiempo podemos mantener las esperanzas de que
todo se resuleva favorablemente? Y si no, ¿qué hacer para sobrevivir cuando
todo parece imposible? Estas son preguntas que la propia autora nos formula a
la hora de reflexionar.
La falta de provisiones para
alimentarse; la manera en que el régimen los obliga a ganarse el pan; las
humillaciones que sufren las mujeres en manos de sus captores; la indigencia
ante el frío glacial y la solidaridad, son tópicos que se desgranan a lo largo
de sus páginas. No obstante, la novela no abunda en sensiblerías ni golpes
bajos, aunque contiene golpes de efecto que cambian el curso de la trama, de
manera que el lector llega a empatizar con sus personajes principales.
Un buen ejemplo de novela histórica
moderna, reelaborada en base a testimonios de la época, que cobra un tinte
optimista y esperanzador hacia el final. Para tomar en cuenta.
No había oído hablar nunca de esta autora (Ruta, que nombre tan peculiar). La trama y los interrogantes me interesan, en circunstancias límites el ser humano suele ser capaz de lo mejor y de lo peor. Seres anónimos que son capaces de mantener la bondad y la dignidad para enfrentarse a la maldad política (el stalinismo lo fue sin envidiar nada al nazismo y durante mucho más tiempo) siempre me dan confianza en que podemos ser capaces de vivir de otra manera y de tratarnos de otra forma.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y muy buen fin de semana!!
Yo tampoco tenía noticia acerca de ella, U-to. Su lectura coincidió con la aparición de un nuevo título suyo. El testimonio es desgarrador. Afortunadamente, frente a ello, la solidaridad entre víctimas y el afán por sobrevivir aun en condiciones infrahumanas, resultan una buena inyección de esperanza en todo lector.
EliminarUn beso grande y buen 'finde' también para ti!
No he leído la novela ni lo haré ya que en mis tiempos del instituto leí mucho sobre los gulags y los campos de concentración alemanes, lectura obligatoria en mi país. Son historias desgarradoras, y más así si te las cuentan los sobrevivientes en persona. Mi estómago ya no puede más. Si te interesa el tema, te recomiendo "El mundo aparte" de Gustaw Herling-Grudzinski que se publicó en castellano hace 2 años, creo que por El Acantillado.
ResponderEliminarCreo que es muy importante que la gente conozca lo que pasó en la URSS y sigue pasando en Rusia, para que muchos dejen de ver el mundo sólo en blanco y negro.
Perdona, es "Un mundo aparte" y publicado por Libros Asteroide.
EliminarNo conozco tu origen, Agnieszka, pero si te han hecho leer estos testimonios, comprendo tu respuesta. Coincido contigo en que es necesario divulgar lo que ocurrió y sigue ocurriendo en Rusia y otras geografías. Apunto el libro que citas. Un beso.
EliminarAyer estuve intentando comentar varias veces y no hubo forma, a ver si hoy hay suerte. Te comentaba que este libro hace tiempo que lo tengo pendiente. Y que me gusta ese equilibrio entre lo conmovedor y lo descarnado y ese toque esperanzador.
ResponderEliminarBesos!
En ese aspecto, Ana, es un muy buen libro. Los horrores se equiparan a los gestos de humanidad y solidaridad. Quizás sea un poco opresivo, pero vale la pena.
EliminarEn otro orden, yo mismo tuve inconvenientes para comentar ayer.
Muy buen fin de semana! Un beso.