Edhasa, 2008
I.
De este libro tuve noticias el
pasado diciembre y lo apunté, aún después de una escueta reseña en la que se
nos advertía que es de lectura lenta, pues reflexiona sobre el ser humano envuelto
en situaciones límites. Lo encontré, vi su brevedad y no dudé en llevarlo. En
cambio, sí dudé –varias veces- de ser capaz de concluirlo.
II.
La autora realiza una suerte de
entrevista a Marek Edelman, el único de los cinco comandantes del gueto de Varsovia
que sobrevivió al Levantamiento de 1943, poco antes de ser desmantelado.
Edelman apela a sus propios recuerdos para presentar distintos escenarios de la
vida en el gueto, del exterminio, de la insurrección defensiva que tuvo lugar y
de la toma de decisiones en circunstancias extremas. Así, encara temas nada
superficiales, como ser la aceptación de la muerte, la lucha por la dignidad,
el sostenimiento de cierta ética humana a pesar de la locura reinante en medio
de una guerra.
III.
Edelman sostiene que cada vida humana que consigue
sobrevivir en semejante entorno por acción de los demás, es una vida que Dios
no ha podido cobrarse; una vida que se le gana a Dios. Pero lo más destacable
del planteo de este médico devenido comandante de un reducto en liquidación –y
una liquidación realmente efectiva-
es el sentido de resistir, de no perder de vista por qué se lucha en esos
momentos donde todo lo conocido perece y cuando es tan fácil abandonarse a la
muerte.
IV.
Con escenas fuertes -algunas más que
dolorosas, cargadas de desesperación y renuncia-, en un texto que no encuentra
orden porque el recuerdo va surgiendo a medida que se conversa, Krall compone
un testimonio que no solo abarca el período final del gueto de Varsovia sino
que alcanza también la experiencia de Edelman como cardiólogo posterior a la
guerra. El gran dilema se puede resumir en qué vidas pueden ser salvadas y
cuáles no. Es que cuando se entabla trato diario con la muerte, uno se vuelve
responsable de la vida.
V.
Pese a su breve extensión es un
libro denso, poderoso, profundo, propicio para meditar sobre el valor de la
dignidad y de la vida aún en medio del infierno. Agradezco a Utopía su
recomendación. Lo que ella ha dicho sobre este libro, puede leerse aquí.
Pese a que me ha gustado mucho el sentido y la intención de la frase "robarle una vida a Dios", ni que decir tiene que con esto no puedo. Que si a alguien fuerte y curtido en lecturas difíciles como tú le ha costado, yo me quedo por el camino, seguro.
ResponderEliminarBesos balsámicos
Es un libro testimonial, que tiene partes muy crudas, Norah. Sí que me ha costado sobrellevar algunas escenas.
EliminarPor lo demás, es bueno que existan estos tipos de libros para que no perdamos la memoria.
Besitos, Capitana!